| abstract | - Bajo la República Galáctica, los ganchos celestiales fueron prohibidos ante el riesgo de que algún fallo de sistema los pudiese estrellar contra la superficie de Coruscant. Este temor se basaba en un raro acontecimiento, una combinación entre tormentas eléctricas y accidentes extraños. Se sabía que tales accidentes solo ocurrían una vez por siglo. Bajo el Imperio Galáctico se levantó la restricción. Tras la conquista de Coruscant en 17 DBY, la Nueva República no hizo nada para restituir la prohibición. Sin embargo, cuando el Acorazado Estelar Lusankya emergió del subsuelo de Coruscant, disparando a un gancho celestial, sus restos se estrellaron contra la superficie del planeta, dañando varios kilómetros cuadrados de la ciudad. Debido a las secuelas que dejó el despegue de la nave, el Consejo Provisional de la Nueva República ordenó descender a todos los ganchos celestiales de la zona destruida por la nave. A pesar del rumor popular que afirmaba que el Consejo había ordenado aterrizar a los ganchos celestiales para fastidiar a los antiguos miembros del Escuadrón Pícaro, el Consejo afirmó de manera oficial que su propósito era dar refugió a los que habían perdido sus casas en el despegue del Lusankya. En la época de la Guerra Yuuzhan Vong, los ganchos celestiales volvieron a ser una vista típica de Coruscant.
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