| abstract | - Hace mucho tiempo, una joven explotaba de felicidad, en pocas semanas se iba a casar. Muy ansiosa fue a comprarse un hermoso vestido de novia, no tenía mucho dinero por lo que fue a una tienda de segunda mano. Buscó y buscó hasta que encontró el elegido. Muy alegre y ansiosa corrió a su casa con el vestido en sus brazos. Apenas llegó se desnudó para probárselo, le quedaba perfecto. Se puso a bailar con él, no podía esperar a usarlo en su boda. Perdida en su baile, se imaginó como sería el lugar de la fiesta, todo con lujo de detalles. Por desgracia, la estufa estaba muy cerca, los pliegues del vestido rozaron con ésta y el vestido se prendió en llamas de inmediato. La joven ni lo sintió, siguió bailando y dando vueltas riendo hasta que se incendió por completo con el vestido puesto. Cuando su prometido llegó del trabajo encontró a su novia carbonizada tirada en el piso de la cocina, el joven lanzó un grito tan fuerte que se escuchó por todo el vecindario. Lo raro es que el joven preguntó a sus vecinos y le dijeron que no la habían visto salir. Un niño muy avergonzado dijo que pasó en bicicleta por afuera de su casa y que por la ventana alcanzó a verla bailando sola, desnuda... Esta historia me la contó mi abuela y dice que sucedió unas calles al norte de donde vivimos, pero en la escuela nadie cree que sea cierta ya que aparentemente no existe ningún tipo de tienda para novias en nuestro pueblo.
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