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  • La vecina misteriosa
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  • Era la noche del 8 de Septiembre de 2010 y yo me encontraba dentro. Mi casa era, sin duda, la más bonita del barrio. Vivía con mi hermosa familia que yo quería mucho, hasta recuerdo cuando nos mudamos todos juntos a aquella hermosa casa verde. Retrocedimos un poco y entramos rápidamente a la casa. Decidimos no contarle nada a mamá ni a papá, no queríamos preocuparlos. Durante la noche nos olvidamos completamente de la vecina, pues fuimos a pasear al centro para relajarnos un poco allí.
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  • Era la noche del 8 de Septiembre de 2010 y yo me encontraba dentro. Mi casa era, sin duda, la más bonita del barrio. Vivía con mi hermosa familia que yo quería mucho, hasta recuerdo cuando nos mudamos todos juntos a aquella hermosa casa verde. Había una anciana que, raramente, no nos había dado la bienvenida. Lo que resultó peor para nosotros fue que solo nos haya mirado con cara de desprecio y maldad. Hasta hoy no puedo olvidar que sigue siendo rara, y recuerdo también que vivía en la casa blanca de al lado. Pero un día, todo pareció oscurecerse, para siempre. Estábamos juntos celebrando una bellísima cena en familia cuando sentimos un golpe en el jardín trasero. Sonó como si se hubiese caído algo pesado al suelo; a mi familia no pareció importarle mucho, pero a mí sí. Entonces me asomé por la ventana pequeña que había en la cocina y solo pude divisar a mi vecina charlando con un hombre, apoyado en un auto. Simplemente eso, me hizo recordar que el supuesto ruido debió haber venido del auto cuando el hombre cerró la puerta principal. Esa conversación me hizo pensar un poco, pero a mí también casi nada me importaba tampoco. Al día siguiente, estábamos jugando mi hermano menor y yo en el jardín tranquilamente, nos pasábamos una pelota muy colorida que teníamos y jugábamos con ella hasta que metí la pata por accidente e hizo que toda mi vida cambiase al instante. Golpeé la pelota tan fuerte, que llegó hasta el jardín vecino, rebotó contra una valla de madera y golpeó la cabeza de mi vecina. Furiosa, se acercó después de recoger nuestra pelota y meterla dentro de su casa, y nos dijo algo que logró estremecernos bastante: Retrocedimos un poco y entramos rápidamente a la casa. Decidimos no contarle nada a mamá ni a papá, no queríamos preocuparlos. Durante la noche nos olvidamos completamente de la vecina, pues fuimos a pasear al centro para relajarnos un poco allí. Volvimos y ya eran las 11 de la noche. Mi hermano fue a acostarse y mis padres se quedaron despiertos en su cuarto mirando la televisión. Yo leía unos cómics en mi habitación. Pero no olvido todavía que cometí ese gran error al no avisar a mis padres sobre lo que había hecho, y me sigo lamentando por eso todavía. Me quedé despierto hasta la 1 de la mañana, y recordé de repente que ese día era Lunes. Me fui a dormir rápidamente, puesto que debía ir a la escuela. Sabía que mañana llegaría la criada temprano para limpiar la casa, teníamos muy buena relación con ella, nos adoraba, nos quería y, sobre todo, nos cuidaba mucho. Cerré los ojos, pero los abrí al instante, porque escuché un ruido viniendo desde fuera de mi habitación: sonaba como si algo hubiese golpeado contra la pared de afuera, y el ruido se repetía, una y otra y otra y otra vez, durante unos segundos, hasta que todo quedó en absoluto silencio. No me preocupé, pensé que debía ser mi padre, puesto que a esa hora recordaba que todas las noches iba a la nevera para tomarse un jugo y que chocaba contra las paredes por el cansancio. Me volví a dormir y, profundamente, largué un suspiro muy fuerte. A la mañana siguiente, me despertó la criada, estaba muy preocupada, y trataba de despertarme. Solo recuerdo que me decía: Me desperté y la criada me llevó hasta afuera de la casa, allí me habló y me contó que cuando había llegado había encontrado a mis padres muertos en sus camas, con sus cuellos completamente cortados.thumb La criada decidió mudarse con nosotros. Mi hermano no volvió a sonreír. Esa misma noche recordé con pavor a mi vecina, sobre aquellas palabras siniestras que nos había mencionado: "Malditos sean, ya lo verán. Me molestan desde que llegaron aquí, no los soporto más a ti a tu hermano ni a tu familia, pero este año todo cambiará, ya lo verán", entonces me di cuenta: la vecina había mandado a asesinar a mi familia en venganza por lo que le habíamos hecho. Hoy en día me sigo preguntando por qué existe una persona así. No lo sé, pero de algo estoy seguro, le dije a la criada que ya no queríamos vivir más en ese barrio, mucho menos en esa misma casa. Dos semanas después, estábamos empacando todo para irnos, pero decidí investigar la casa de mi vecina, ya había entrado varias veces a ella y había visto algo que me llamó la atención: un cuarto con muchos papeles pegados en la pared, todos con nombres, de distintas personas, pero no estaba seguro. Finalmente, tomé impulso y entré. No había nadie, la vecina había salido, encontré aquel cuarto con los papeles y definitivamente descubrí que mis pensamientos eran verdaderos, eran nombres de personas, esta vez estaban tachados con tinta negra, logré ver un papel donde apenas se lograba ver los nombres de mis padres, tachados también. Volví a llorar. Salí corriendo hacia el auto de afuera en el que cargábamos las cosas, no pude decir más nada a partir de ese día, y ahora vivo con la criada y mi hermano en una casa en un campo muy bello, lejos de aquel lugar. No olvido ese gran error que cometí, no puedo vivir con eso, no puedo soportarlo, no logro soportarlo. Entonces trato de acordarme de mi hermano, de la criada y de esa casa en el campo, viviendo juntos y felices allí, lejos de aquella maldita casa blanca, lejos de mi vecina, lejos de esa vecina misteriosa... Categoría:Mentes trastornadas