PropertyValue
rdfs:label
  • Delicia carmesí
rdfs:comment
  • -¡Hermanita, voy a salir! Llegaré en dos horas~ -Au-Au-Auxilio... -Au-Auxilio... -AUXILIO. Agarro mi porción de torta y la degusto mientras huelo el aroma del cuarto. Se sintió grandioso. La torta se deslizó en mi garganta como un néctar sagrado, casi celestial, casi orgásmico. Cuando me di cuenta, no quedaba más torta. Empiezo a observar cada centímetro del cuarto con detalles. Todo era hermoso, prolijo y delicioso. ¿Cómo un cuarto así estaba escondido de mí? ¿Por qué tanto fervor de mi hermana en querer ocultarme su cuarto? Esa pregunta se generó en mí pero por alguna razón no podía pensar bien.
dcterms:subject
abstract
  • -¡Hermanita, voy a salir! Llegaré en dos horas~ -Au-Au-Auxilio... -Au-Auxilio... -AUXILIO. Agarro mi porción de torta y la degusto mientras huelo el aroma del cuarto. Se sintió grandioso. La torta se deslizó en mi garganta como un néctar sagrado, casi celestial, casi orgásmico. Cuando me di cuenta, no quedaba más torta. Empiezo a observar cada centímetro del cuarto con detalles. Todo era hermoso, prolijo y delicioso. ¿Cómo un cuarto así estaba escondido de mí? ¿Por qué tanto fervor de mi hermana en querer ocultarme su cuarto? Esa pregunta se generó en mí pero por alguna razón no podía pensar bien. Me acerqué a un rincón del cuarto. Ahí había un gran armario grande blanco. No me hubiera interesado de no ser por un detalle: de ahí venia un delicioso aroma. Y no cualquier aroma. Era el olor de mi dulce favorito. Me emocioné al instante, ni bien descubrí de qué era. Acaso había “Delicia Carmesí” en ese armario? Necesitaba uno. La necesitaba ahora y rápido. Me dirigí llevado por el deseo de devorar ese dulce celestial que ni siquiera me pregunte el qué hacía aquí. ¿Acaso me olvidé de qué hacía aquí? Abrí el armario babeando casi pensando que ahí estaría la “Delicia Carmesí”. Ni siquiera me importaba si mi hermana me descubría en ese momento. Un recuerdo vino a mi mente…y luego un grito perfectamente audible hizo eco en mi interior. -AUXILIO. -AUXILIO. ¿HAY ALGUIEN AHÍ? -“NO QUIERO MÁS “DELICIA CARMESÍ”. NO QUIERO HACER “DELICIA CARMESÍ". -Es hora de que sepas mis “secretos culinarios”, querida hermana- me dijo mientras sin ninguna pizca de lástima, le cortó un pedazo de oreja al hombre. -La que más me gusta… “Delicia Carmesí”. Mi cara se deformó en una sonrisa algo desesperada. Llevaba mucho tiempo sin comer una. Le arrebaté a mi hermana su cuchillo. Enseguida, siguiendo el instinto de autosatisfacción más que nada, clave ese cuchillo en el hombro ya mal herido del hombre. La herida se abrió mas y por lo tanto más “Delicia Carmesí” salió de él. Succioné ese líquido gustosa. Era delicioso. Estaba fresco y se sentía agradable a la boca. Era aún mejor que el líquido que salía del dulce. Este era puro y no había sido agregado nada. Me relamí los labios. No quería que nada de ese líquido quedara fuera de mi paladar. El cuchillo siguió haciendo su trabajo por varias horas mientras yo seguía probando y probando. Pero cuando abrí una pequeña herida en su pierna y probé, me di cuenta que ya no sabía como antes. Parecía un sabor amargo y de alguna manera, parecía podrido, Y no renunciaría por nada del mundo a ese placer... Seguí apuñalando el estomago de mi hermana con fervor. Después de un rato, empecé a tomar la“Delicia Carmesí” de mi hermana. Su líquido era aún más delicioso que el de aquel hombre. El aroma a caramelo inundaba su sangre. Eso la hacía apetitosa a mi boca, que empezó a babear. -Todos la tienen y yo la necesito-dije esto tranquilamente. No tardó mucho en morir pero eso no me importaba. Quería más “Delicia Carmesí”. La necesitaba ahora. Incluso tú… Tú tienes un poco de “Delicia Carmesí”. Comparte un poco, no seas malo. Categoría:CO Categoría:Mentes trastornadas