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  • Serena D'Angelus
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  • [[Archivo:Fulgrim_flowers.jpg|thumb|260px|Fulgrim antes de la Herejía de Horus]]Serena D´Angelus fue una Rememoradora pintora que viajó con la 28ª Flota Expedicionaria. Era una artista reconocida y famosa entre las demás Expediciones. El propio Primarca Fulgrim le encargó un retrato. Era muy amiga de Ostian Delafour e incluso llegó a pensar que le gustaba. Era una pintora muy ordenada que agrupaba los cuadros por colores, tamaños, etc.
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  • [[Archivo:Fulgrim_flowers.jpg|thumb|260px|Fulgrim antes de la Herejía de Horus]]Serena D´Angelus fue una Rememoradora pintora que viajó con la 28ª Flota Expedicionaria. Era una artista reconocida y famosa entre las demás Expediciones. El propio Primarca Fulgrim le encargó un retrato. Era muy amiga de Ostian Delafour e incluso llegó a pensar que le gustaba. Era una pintora muy ordenada que agrupaba los cuadros por colores, tamaños, etc. Con la conquista del templo Laer durante la Gran Cruzada, Serena solicitó una autorización para bajar al planeta y le fue concedida junto a otros Rememoradores, imaginistas y personal de la flota. El templo Laer era un lugar sutilmente corrompido por el Caos. Allí experimentó placeres que jamás había vivido y que la transformaron interiormente. Cuando regresó a la nave donde se hospedaba se propuso pintar un cuadro inmortalizando el templo que había visto, ya que había quedado subyugada por su esplendor, su belleza y sus formas y colorido. Durante varias semanas intentó obtener el color adecuado pero nunca llegaba a encontrarlo, hasta que un día, en un ataque de frustración, se cortó en la palma de la mano y la sangre cayó en su paleta de pinturas, mezclándose con los óleos. Éste le pareció el color adecuado y se puso a pintar con su sangre. Tras esto comenzó a caer en una espiral de placer y locura autodestructiva ya que la maligna influencia del Dios del Caos Slaanesh, presente en el interior del templo Laer, había tocado levemente su alma y la de todos y cada uno de los que se adentraron en él, incluidos los Marines Espaciales y el propio Primarca Fulgrim. Día a día su situación fue degradándose. Ansiaba experimentar nuevas sensaciones pues lo que ya había vivido le producía hastío y aburrimiento. Su sangre ya no era el complemento que faltaba para los colores de sus obras. En la espiral de degradación que la embargaba y queriendo experimentar con placeres nuevos, fue a buscar otros Rememoradores y encontró a un poeta bastante malo al cual sedujo para acostarse con él. En mitad del coito, Serena cogió una paleta rota de pintura y degolló a aquel hombre para usar su sangre en el retrato de Fulgrim. Cuando terminó la obra se la llevó al Primarca, al cual le encantó, pero en realidad era un cuadro horrible, pintado con sangre, desechos de Serena y otros fluidos corporales, además de que estaba mal dibujado. La realidad solo la vieron aquellas personas que no habían sido corrompidas por el Caos. Fue el cuadro lo que usó el Demonio que corrompió a Fulgrim, introduciéndose en él para manipular al Primarca. Con este retrato su fama aumentó dentro de la flota de los Hijos del Emperador y también Lucius fue a pedirle que lo retratase. Una noche, Ostian Delafour fue a visitarla, consciente de la decadente trayectoria vital de su amiga. Intentó ayudarla pero ella rechazó su ayuda echándole de su habitación, lo que hizo que su amigo desistiese, muy a su pesar, de seguir intentando ayudarla. Otro día, tras matar a otro hombre mientras se acostaba con él, apareció en su cámara Lucius y la sorprendió con el cadáver pero Serena le dijo que había intentando violarla y por eso lo había matado, consiguiendo engañar al espadachín. El Astartes le preguntó a Serena por qué tenía tantos cortes en los brazos y ésta le confesó que eran para recordar algo en lo que se había equivocado o había hecho mal. Ella le preguntó por qué tenía rota la nariz, y este le respondió que un Capitán de los Hijos de Horus llamado Garviel Loken se la rompió mientras luchaban. Serena hizo que el Marine se hiciese 2 cortes en cada mejilla para recordar que debía matar a Loken. Fulgrim ordenó reformar el auditorio de la nave capitana para acoger el recital que Bequa Kynska debía ofrecer en honor del propio Primarca y Serena fue la encargada de realizar varios cuadros y un gran mural en el techo de la sala. También fue la encargada de maquillar a Fulgrim, con tatuajes por todo su cuerpo que representaban iconografía Laer. Unos días antes de la batalla de Istvaan V, Serena se despertó en su camarote milagrosamente lúcida y libre de la maligna influencia que la había estado consumiendo. Horrorizada, vio el grado de dejadez al que había llegado, en su propia persona y en su camarote/estudio y con un olor repugnante que todo lo impregnaba procedente de un cubo que se encontraba en una esquina de la habitación. Cuando vio su contenido, descubrió que eran los cadáveres de todos a los que había matado. Enloquecida y aterrorizada ante lo que había hecho, buscó a Ostian para que la ayudara y la perdonara. Fue a su habitación y le encontró empalado con una espada en la estatua del Emperador que él mismo había esculpido. Serena se empaló en la misma espada abrazando el cuerpo de Ostian, ya que lo amaba.