abstract | - Un día de verano en Southampon, Nueva York, una mujer se detuvo en una estación de gas. Mientras el bombero llenaba el tanque, la mujer le comentó que iba apurada porque tenía que recoger a su hija de clase de arte en East Hampton. Un hombre vestido formalmente se acercó a su auto y comenzó a hablar con ella. Le explicó que su auto rentado se había descompuesto, y que tenía que atender unos asuntos en East Hampton. Ella le dijo que estaría encantada de llevarlo. El hombre metió su portafolio en la cabina trasera y dijo que iría al baño rápidamente. Tras un par de minutos, la mujer miró a su reloj y entró en pánico. Condujo de vuelta a la carretera, olvidando que el hombre volvería para acompañarla. La mujer no se acordó de él hasta que su hija se había subido al auto. ¡Notó el maletín y se dio cuenta de que lo había olvidado! Lo abrió esperando encontrar algún tipo de identificación o medio de contactarlo para que pudiera regresar le sus pertenencias. Lo único que encontró ¡fue un cuchillo y un rollo de cinta adhesiva. Después de indagar recuerdo a ese hombre, es el asesino de la capilla, es un tipo de traje que se mete en los autos de las mujeres solas y les encintaba la cara luego las llevaba a una iglesia donde las apuñalaba en la capilla del señor, cerraron esa capilla pero los asesinatos seguían y seguían. Ahora no puedo quitarme el rostro de ese hombre de mi mente, no pasa un solo día sin que no tema a ir a cargar gas a esa estaciona, asta que al fin sucedió lo inevitable, el hombre estaba ahí, el se acerco educada mente a decirme que el salio del baño y yo ya no estaba, el dijo si le podía devolver el maletín, yo educada mente dije si y se lo di lo mas rápido posible el se fue, yo creo que se dio cuenta de que abrí su maletín lo único que pude hacer es sonreír y saludar. No había ocurrido mas asesinatos, volví a cargar gas en esa estación y vi el hombre, estaba hablando con una señorita que iba a East Hampton donde el me había dicho que iba, la señorita accedió a llevarle, el hombre se metió en su vehículo y cuando ella arranco, no dude en seguirlos. En el transcurso del camino vi lo peor, el hombre encinto la cara de la chica y tomo el control del vehículo. Los seguí hasta la capilla, creo que se dio cuenta pero no iba a detenerme hasta acabar con todo esto. Se detuvo en la capilla de los asesinatos, por mi cuenta entre ahí y vi como el asesino la descuartizaba con un cuchillo, no podía estar viendo ese espectáculo sin gritar, pegue un fuerte grito y el me escucho, se dio la vuelta y corrió a donde estaba, yo corrí para atrás pero había desaparecido la puerta, no sabia que estaba pasando, así que decidí esconderme. Creo que han pasado años desde que estuve ahí encerrada por fin he podido salir, la puerta apareció después de lo que creo fueron años pero cuando salí fui desesperada mente a buscar ami hija, para enterarme de que nunca tuve una y que East Hampton nunca existio. Hoy estoy encerada en mi casa sin salir, ya que quien soy no soy, y lo que tengo no lo tengo, creo que hablar con ese hombre fue lo peor que he hecho...
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