PropertyValue
rdf:type
rdfs:label
  • La Deformación del Oeste
rdfs:comment
  • Su señoría me pidió que revisase los informes existentes a partir del año 417 de la Tercera Era respecto a la Deformación del oeste, y que le resumiera la situación actual de la región. Puesto que su señoría, por aquella época, se hallaba en Ciénaga Negra bajo las órdenes del almirante Sosorius, tan sólo sabrá de lo ocurrido por las proclamas imperiales y las declaraciones de la iglesia, que han denominado a este periodo como el Milagro de la paz. Según las crónicas oficiales, la zona de la bahía de Iliac, anteriormente azotada por las guerras y mosaico de ducados enfrentados y pequeños reinos insignificantes, pasó a convertirse en las modernas regiones de Hammerfell, Sentinel, Wayrest y Orsinium prácticamente de un día para otro. El Milagro de la paz, también conocido como la Deformación
dcterms:subject
Valor
  • 25
dbkwik:es.elderscrolls/property/wikiPageUsesTemplate
Autor
  • Ulvius Tero
Peso
  • 1
Localización
  • · Como botín aleatorio.
  • · En el Priorato de Weynon.
  • · En el Templo del Soberano de las Nubes.
Imagen
  • Octavo02 Ob.png
ID
  • 243
Género
  • ND
abstract
  • Su señoría me pidió que revisase los informes existentes a partir del año 417 de la Tercera Era respecto a la Deformación del oeste, y que le resumiera la situación actual de la región. Puesto que su señoría, por aquella época, se hallaba en Ciénaga Negra bajo las órdenes del almirante Sosorius, tan sólo sabrá de lo ocurrido por las proclamas imperiales y las declaraciones de la iglesia, que han denominado a este periodo como el Milagro de la paz. Según las crónicas oficiales, la zona de la bahía de Iliac, anteriormente azotada por las guerras y mosaico de ducados enfrentados y pequeños reinos insignificantes, pasó a convertirse en las modernas regiones de Hammerfell, Sentinel, Wayrest y Orsinium prácticamente de un día para otro. El Milagro de la paz, también conocido como la Deformación del oeste, se considera producto de la intervención divina de Stendarr, Mara y Akatosh, con la que los dioses pretendían transformar esta problemática región en comarcas imperiales pacíficas y bajo control. El juicio celestial se manifestó mediante un cataclismo que alteró por completo el paisaje, asoló las propiedades y sesgó numerosas vidas humanas, un episodio trágico e incomprensible para nosotros simples mortales. Aunque este suceso ratifique que tanto las nuevas fronteras como sus gobernantes actuales "han sido designados por los nueve divinos", no deja de sorprender que el Milagro de la paz se ajuste tanto a los objetivos imperiales de consolidación de los antiguos reinos en jurisdicciones imperiales manejables. Por otra parte, los prodigios que se observaron: desapariciones masivas, ejércitos transportados misteriosamente a cientos de kilómetros o aniquilados por completo, tormentas titánicas, extraños fenómenos naturales y discontinuidad en el tiempo, encajan perfectamente con la interpretación de que este incidente fue una demostración de la voluntad de los dioses. Sin embargo, la versión oficial de lo ocurrido, como habrá adivinado, entra en conflicto con otros testimonios. En otras palabras, aunque esta explicación conviene a la política imperial, no tiene ninguna validez histórica. Como su señoría ya sabrá, los cuchillas opinamos, muy a nuestro pesar, que resulta imposible confeccionar un informe plausible y veraz de los hechos. Creemos que aunque efectivamente se produjo un "milagro", ya que lo acaecido no tiene ninguna explicación lógica, aún no está nada claro que éste fuera de naturaleza divina. Existen razones para creer que las familias reinantes de las cuatro comarcas actuales fueron prevenidas con anterioridad a los sucesos. Incluso hay evidencias de que algunas de ellas podrían estar implicadas directa o indirectamente en los eventos. Aún no disponemos de una secuencia cronológica de los acontecimientos, pero estamos plenamente convencidos de la intervención de un agente de los cuchillas y de la utilización de un artefacto tótem. Su testimonio podría habernos sido de gran ayuda para contrastar las distintas versiones y dar algún sentido a sus paradojas, pero, lamentablemente, desapareció sin dejar rastro. Aunque perdimos a muchos de los nuestros durante los primeros incidentes y a otros tantos en la confusión que siguió después, contamos con los informes de algunos agentes. A continuación, procedo a exponer algunos de sus testimonios para que se haga una idea general de a qué tuvieron que enfrentarse y de su sensación de impotencia. Incluyo, asimismo, el informe de su predecesor, Lord Strale. Estoy seguro de que, además, tendrá acceso a declaraciones particulares y que conocerá los rumores que corren, aunque creo que coincidirá conmigo en que plantean más interrogantes que repuestas.