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  • No te duermas oyendo música
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  • Ese verano fue bastante caluroso, particularmente caluroso y las vacaciones en aquel pueblo de la costa se perfilaban para ser unas grandes vacaciones. Lamentablemente la sucesión de extraños hechos fueron adquiriendo un tinte tan extraño, que pasaron a ser perturbadores. Al día siguiente me desperté tarde y con un dolor de cabeza insufrible. Salí de mi cuarto solo para ir al baño y nada más. La emisora no transmitía ninguna señal así que apagué la radio y me quedé el resto del día encerrado… no tenía ganas de salir al pueblo o de visitar la playa.
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  • Ese verano fue bastante caluroso, particularmente caluroso y las vacaciones en aquel pueblo de la costa se perfilaban para ser unas grandes vacaciones. Lamentablemente la sucesión de extraños hechos fueron adquiriendo un tinte tan extraño, que pasaron a ser perturbadores. Llegamos en Enero a la casa de la playa, mis dos padres habían ahorrado dinero durante mucho tiempo para adquirir la propiedad y al fin en esa fecha íbamos a disfrutar de unas merecidas vacaciones en la casa nueva. Los primeros días fueron bastante placenteros, cuando no me encontraba en la playa gozando del mar, me iba a recorrer el pueblo. La verdad no tenía grandes cosas, era el típico pueblo de costa con casitas blancas, cercas de madera y uno que otro local de comida familiar y eso me parecía sensacional… mientras más tranquilo fuera, mucho mejor. Hasta ahí todo bien, pero a partir del tercer día en adelante las vacaciones se tornaron bastante extrañas. Durante esos días yo caminaba bastante por el pueblo o bien me la pasaba casi todo el día en la playa… eso se traducía a que por las noches yo llegaba muerto a mi alcoba y me dormía apenas depositaba mi cabeza en la almohada. Sin embargo, una noche la cual me encontró sin mucho sueño se me ocurrió dormirme con un poco de música suave de la radio. La señal era bastante pobre y solo pude dar con una emisora que pasaba una ópera. Había conseguido quedarme dormido cuando a eso de las 3 de la madrugada desperté de una terrible pesadilla, estoy seguro que era un mal sueño, pero hasta hoy no puedo recordar de qué trataba. Abrí mis ojos asustado y en medio de la penumbra del cuarto lo único que pude percibir fue la extraña música que salía de la radio. Era una música rara… una flauta sonaba a compases bastante ilógicos y de fondo voces que parecían murmurar en un acento extranjero. Por varios minutos me quedé oyendo y supuse que se trataba de una emisora de música clásica y que aquello era una suerte de ópera experimental o algo por el estilo. Duró por varias horas y al final creo que me desmayé… Al día siguiente me desperté tarde y con un dolor de cabeza insufrible. Salí de mi cuarto solo para ir al baño y nada más. La emisora no transmitía ninguna señal así que apagué la radio y me quedé el resto del día encerrado… no tenía ganas de salir al pueblo o de visitar la playa. Finalmente llegó la noche y con ello mi dolor de cabeza desapareció. Cuando ya era bastante tarde me di cuenta que iba a ser difícil volverme a dormir nuevamente pues había descansado prácticamente todo el día así que volví a encender la radio y de nuevo no pude sintonizar ninguna emisora a causa de lo que creía yo era la débil señal. La única emisora que transmitía algo era la misma de la noche anterior… y para esta ocasión tocaba una melodía furibunda y bastante tétrica. Me quedé largo rato observando el techo del cuarto invadido por pensamientos oscuros y tristes producto de la siniestra marcha que salía de la radio… era como un himno, un himno a la muerte. Nuevamente me había dormido solo para despertarme después nuevamente en la madrugada. Desperté agitado y horrorizado producto de la amarga pesadilla que tuve otra vez… la cual tampoco pude recordar. Ahora la música que salía del radio no era música propiamente tal, sino más bien una conversación en un idioma desconocido entre dos mujeres acompañado por unas notas desafinadas de piano. Me puse a pensar en esa extraña emisora radial… ¿De dónde provenía su señal? ¿Qué clase de programación era esa?, ¿acaso era de nuestro país? Al fin me desvanecí acompañado de aquella singular y bizarra conversación. Nadie me cree ahora sobre lo ocurrido en aquel pueblo y en esas vacaciones, nadie más conoce esa emisora radial. Ni la policía que me arrestó al tercer día ni los médicos de la institución mental en la cual me tienen encerrado hoy en día… Me acusaron de haber asesinado a mis padres mientras dormían allí en la casa de la playa. Pero yo no lo hice, y esta es mi confesión al mundo, por favor créanme… Solo sufrí horribles pesadillas de las cuales no recuerdo nada. No recuerdo absolutamente nada.