| rdfs:comment | - thumb Cuando estaba camino a la escuela, me enteré de que uno de los estudiantes había sido reportado como desaparecido en las noticias. No me importaba demasiado, mi objetivo estaba en pasar mis exámenes. Al comenzar las clases hice mis evaluaciones con tranquilidad, sin problemas; todo estuvo fácil. Saliendo del salón, caminé hacia la cafetería a comprarme una empanada para el desayuno. Ordené, como casi siempre hacía, una de carne: en esos tiempos eran mis favoritas, y vaya que me arrepiento ahora... -Estas empanadas saben algo raro... -Sí, es cierto. Pero supongo que no importa.
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| abstract | - thumb Cuando estaba camino a la escuela, me enteré de que uno de los estudiantes había sido reportado como desaparecido en las noticias. No me importaba demasiado, mi objetivo estaba en pasar mis exámenes. Al comenzar las clases hice mis evaluaciones con tranquilidad, sin problemas; todo estuvo fácil. Saliendo del salón, caminé hacia la cafetería a comprarme una empanada para el desayuno. Ordené, como casi siempre hacía, una de carne: en esos tiempos eran mis favoritas, y vaya que me arrepiento ahora... Cuando disfrutaba el desayuno, le noté cierto sabor peculiar. Mi buena amiga Diana comía lo mismo que yo, y lo comentó: -Estas empanadas saben algo raro... -Sí, es cierto. Pero supongo que no importa. No le presté mucho la atención al hecho y sonó la campana. Entramos al salón, algo extrañados por la falta de algunos niños. Era de mañana cuando encendí el televisor antes de ir al colegio. Allí, entrevistaban al conductor del autobús escolar. Hablaban de algún arresto. El hombre, supuesto testigo, habló: -He visto cómo esta señora asesinaba a algunos niños. Me quedé helado cuando mostraron la foto de la mujer acusada. Era la señora de mi cantina. Categoría:Mentes trastornadas
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