| rdfs:comment | - La leyenda cuenta que el cáliz perteneció originalmente a Leman Russ, el Primarca de los Lobos Espaciales, quien se lo dio a sus seguidores para que bebieran de él. El primero de ellos, Wulfen, que en secreto estaba celoso de Russ, bebió y se convirtió en el primer Wulfen, un monstruoso híbrido de hombre y lobo, que se arrojó sobre Russ, pero el Primarca lo estranguló con una sola mano. Russ proclamó que todos aquellos que no resultaran dignos de él se convertirían en Wulfen. Dejó a todos los demás la oportunidad de echarse atrás e irse, pero ninguno lo hizo. Aquellos que bebieron del cáliz y sobrevivieron se convirtieron en los primeros Lobos Espaciales. Desde entonces, el Cáliz se ha conservado y protegido en El Colmillo, en Fenris, bajo la protección y cuidado de los Sacerdotes Lobo.
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| abstract | - La leyenda cuenta que el cáliz perteneció originalmente a Leman Russ, el Primarca de los Lobos Espaciales, quien se lo dio a sus seguidores para que bebieran de él. El primero de ellos, Wulfen, que en secreto estaba celoso de Russ, bebió y se convirtió en el primer Wulfen, un monstruoso híbrido de hombre y lobo, que se arrojó sobre Russ, pero el Primarca lo estranguló con una sola mano. Russ proclamó que todos aquellos que no resultaran dignos de él se convertirían en Wulfen. Dejó a todos los demás la oportunidad de echarse atrás e irse, pero ninguno lo hizo. Aquellos que bebieron del cáliz y sobrevivieron se convirtieron en los primeros Lobos Espaciales. Desde entonces, el Cáliz se ha conservado y protegido en El Colmillo, en Fenris, bajo la protección y cuidado de los Sacerdotes Lobo. Como parte de la Prueba de Morkai - la ordalía final sufrida antes de unirse al Capítulo de los Lobos Espaciales - los Aspirantes han de beber del Cáliz, absorbiendo el primero y más letal de los componentes de la semilla genética de los Lobos, la Canis Helix. Mientras sufren los efectos de la transformación provocada por la Helix, los Aspirantes son llevados fuera del Colmillo, exigiéndoseles que regresen al mismo lugar por sus propios medios, atravesando los letales páramos de Fenris. Aquellos que fracasan en controlar los bestiales efectos producidos por la Helix acaban convirtiéndose en Wulfen.
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