| rdfs:comment | - Sí, mi amor; estos han sido los mejores 3 meses que hemos vivido juntos ¿no te parece? Te propuse matrimonio al comienzo de estos, y ahora aún llevas la sortija puesta en el dedo... Tan reluciente, tan brillante, tan hermosa… Pero nada como tú eso lo sé. Los vecinos con los que antes nos llevábamos de maravilla y nos invitaban a jugar con ellos o salir de paseo, no quieren siquiera cruzarse en mi camino, que ahora es tuyo; pasan de largo y no permiten que ninguno de sus hijos se acerque a nosotros o a nuestra casa. Tampoco lo entiendo, antes era tan distinto… Supongo la gente cambia.
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| abstract | - Sí, mi amor; estos han sido los mejores 3 meses que hemos vivido juntos ¿no te parece? Te propuse matrimonio al comienzo de estos, y ahora aún llevas la sortija puesta en el dedo... Tan reluciente, tan brillante, tan hermosa… Pero nada como tú eso lo sé. Hemos enfrentado tantos problemas desde la siguiente semana que te lo propuse y aceptaste… Te he llevado a cenar y todos nos miran con terror, nos insultan, salen despavoridos del establecimiento, gritan que llamen a la policía o a un psiquiátrico y no lo entiendo… ¿Por qué, si antes la gente decía que nos veíamos hermosos juntos y que éramos la pareja ideal? Pero eso no importa, amor; yo soporto todo por estar a tu lado. Los vecinos con los que antes nos llevábamos de maravilla y nos invitaban a jugar con ellos o salir de paseo, no quieren siquiera cruzarse en mi camino, que ahora es tuyo; pasan de largo y no permiten que ninguno de sus hijos se acerque a nosotros o a nuestra casa. Tampoco lo entiendo, antes era tan distinto… Supongo la gente cambia. Me despidieron del trabajo al saber que te tenía viviendo en la casa. Nunca olvidaré la mirada de mis compañeros y superiores, era de un asombro pero a la vez terror insuperable, incluso la secretaria me miró con desprecio y comenzó a llorar poco después. Me decía que estaba loco y que debía buscar ayuda para mi “situación”. Ay, amor… Me duele tanto no poderte dar en estos momentos una rosa como solía hacerlo todas las mañanas, ni de comprarte mejores cosas; pero aún no consigo nada, lo haré porque eres mi princesa, y a una princesa jamás debe faltarle nada. Tu familia es la que más me odia y simplemente no puedo comprenderlo, les agradaba tanto... Me hacían fiestas y mimos, y ahora… dicen que no tengo perdón y que desean verme pronto muerto. Cariño, ¿qué ha pasado? ¿lo sabes? Porque yo no, y eso me mortifica. Pero lo que más me duele es ver tu indiferencia ante todo, no pronuncias ninguna palabra, siempre estas dormida, o adormilada, no haces caso a lo que digo ni cómo te acaricio. Ni siquiera haces nada cuando te hago el amor. Tus labios están fríos y tu sonrisa desapareció, algo debo de estar haciendo mal puesto que todos me están tomando rencor... ¿Sabes? Hoy no parece ser una buena noche... Muchas patrullas han llegado a casa, pero amor, no sé que hicimos. Sea lo que sea, ya cerré con candados. Tienen un megáfono y dicen que abra o entrarán por la fuerza, que necesito ayuda profesional; la prensa y la ambulancia están aquí, fotógrafos, etc. ¿Sabes qué me han dicho? ¿La enorme estupidez que me han dicho? Que moriste en un accidente hace 3 meses, que tu cuerpo está prácticamente desintegrado, que ya he espantado a bastantes y que debo dejarte ir, eso nunca; yo te hice una promesa y esa es estar a tu lado siempre, y así ha de ser... Además, son unos idiotas; solo estás dormida, muy cansada por esas migrañas que nunca te dejaban en paz, pero como no sé lo que me vaya a pasar he gastado todos los ahorros de mi vida en una mejor sortija. Abrázame, amor. ¡Despierta,amor! Amor… ¡No puedo dejarte ir, amor! Pero... ¿Sabes? Dormiremos ahora juntos, por siempre.
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