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  • Cerdeñín
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  • Esta página pertenece a la Negropedia. "Doy Fe." — Cerdeño. "Al final acabaré aprendiendo rumano por fimosis" — Cerdeño, queriendo decir "ósmosis", por haber muchos rumanos en su pueblo. "He aprobado, y no sé cómo." — Cerdi, tras mirar la nota de cualquier examen de su carrera. -"Eso lo estás haciendo mal..." -"¡Pues llevo 20 años haciéndolo así!" -"Pues 20 años que llevas haciéndolo mal" — El Cerdi a un obrero de clase trabajadora de 50 años y 100 kilos a sus espaldas "Pues esa noria no estaba allí cuando yo estuve" — Cerdeño el viajero, refiriéndose a la Noria del Prater de Viena que se construyó en 1897 y desde entonces no se ha movido de allí.
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  • Esta página pertenece a la Negropedia. "Doy Fe." — Cerdeño. "Al final acabaré aprendiendo rumano por fimosis" — Cerdeño, queriendo decir "ósmosis", por haber muchos rumanos en su pueblo. "He aprobado, y no sé cómo." — Cerdi, tras mirar la nota de cualquier examen de su carrera. -"Eso lo estás haciendo mal..." -"¡Pues llevo 20 años haciéndolo así!" -"Pues 20 años que llevas haciéndolo mal" — El Cerdi a un obrero de clase trabajadora de 50 años y 100 kilos a sus espaldas "Pues esa noria no estaba allí cuando yo estuve" — Cerdeño el viajero, refiriéndose a la Noria del Prater de Viena que se construyó en 1897 y desde entonces no se ha movido de allí. Conocido como Cerdeñín, Cerdeño, El Pajas, Cerde o más cariñosamente: Cerdi. Cuando coge su pala de ping-pong se transforma en Walter Cerdín, Il muro. Graduado en Arquitectura Técnica por la UPM, siguió la estela de otros ilustrísimos aparejadores del Negro ( El Patata, El Balas...). Alegre ex-colegial toledano, el cual, si bien en su primer año no destacó demasiado, fue haciéndose cada vez más popular hasta alcanzar cotas de mítico de éste Mayor. En la memoria colectiva está la triste escena de Cerdeño entrando a las dos de la tarde haciendo eses, rojo de vino y gritando que había construído un muro. Habitual de las pachangas, después de Mónico es el mejor delantero que ha tenido El Negro en toda su historia, haciendose especialmente famoso por sus regates sin tocar el balón y por su tiro con defecto o por aquel dedo putrefacto con el que aliñaba la piscina.