PropertyValue
rdfs:label
  • Cámara de las Pruebas (Caballeros Grises)
rdfs:comment
  • De hecho, algunos Capítulos, siendo los más notorios los Exorcistas y los Cráneos Plateados, han asumido ellos mismos la responsabilidad de identificar a aquellos de sus reclutas que podrían interesar a los Caballeros Grises, y se lo notifican directamente a los Reclutadores. Dado que los Capítulos de Marines Espaciales viven o mueren según su capacidad de reemplazar a sus pérdidas, que uno de ellos esté dispuesto a entregar voluntariamente a otro una parte de su provisión de reclutas es un regalo realmente honorarable, una señal de respeto con el que los Caballeros Grises son vistos por los pocos que los conocen.
dcterms:subject
dbkwik:es.warhammer40k/property/wikiPageUsesTemplate
abstract
  • De hecho, algunos Capítulos, siendo los más notorios los Exorcistas y los Cráneos Plateados, han asumido ellos mismos la responsabilidad de identificar a aquellos de sus reclutas que podrían interesar a los Caballeros Grises, y se lo notifican directamente a los Reclutadores. Dado que los Capítulos de Marines Espaciales viven o mueren según su capacidad de reemplazar a sus pérdidas, que uno de ellos esté dispuesto a entregar voluntariamente a otro una parte de su provisión de reclutas es un regalo realmente honorarable, una señal de respeto con el que los Caballeros Grises son vistos por los pocos que los conocen. La Cámara de las Pruebas es el lugar al que llegan los nuevos aspirantes, y en el que da comienzo su entrenamiento. Un continuo flujo de lanzaderas revolotea en torno a los chapiteles de la Fortaleza-Monasterio, trayendo cargamentos frescos de reclutas o llevándose los cuerpos de los que han fallecido. Tanto al aterrizar como al despegar, la trayectoria de cada una de estas lanzaderas es seguida de cerca por un par de láseres de defensa: si la nave se desvía lo más mínimo de su ruta prevista recibirá automáticamente una descarga de disparos de energía escarlata, capaces de convertir a un Destructor en un montón de chatarra fundida. El proceso inicial de entrenamiento del Capítulo es necesariamente muy duro, pues debe servir para eliminar rápidamente y sin dudar a todos aquellos que no demuestren tener la fortaleza necesaria para convertirse en Caballeros Grises. La bendición del Emperador es un regalo demasiado raro y valioso como para arriesgarse a malgastarlo. Solo uno de cada mil candidatos sobrevive al primer rito de paso, la peregrinación a través de las fantasmagóricas llanuras de Xanadu Regio, y la mayoría de los que lo consigan perecerán de todos modos en el segundo rito de paso: el viaje por las cavernas bajo Ganesa Macula, negras como la pez y llenas de glifos. Al final, quizás un individuo por cada millón de novicios consiga completar todo el catálogo de pruebas físicas y mentales y hacerse digno de recibir la bendición del Emperador, empezando así su transformación de humano a Caballero Gris. Los cambios físicos que conlleva convertirse en Caballero Gris se implementan en los niveles más inferiores de la Cámara de las Pruebas, en un complejo de psico-quirófanos y salas de bio-ingeniería, supervisadas por una incansable selección de Servidores. Una vez que este proceso se completa, el novicio es ordenado como Neófito y así da comienzo su verdadero entrenamiento, el de desarrollar sus habilidades marciales a manos de los Campeones de la Hermandad, y sus poderes psíquicos gracias a los Bibliotecarios de la Hermandad. Además, lo más importante de todo, debe llevar a cabo los muchos Rituales de Execración que endurecerán su corazón contra las tentaciones que susurra el Caos y las melosas mentiras de los Demonios. Moverse en las aguas de la condenación y salir de ellas sin la más mínima mácula en el alma requiere la mayor fuerza de voluntad y el más puro corazón. Si el Neófito consigue afrontar y superar estos retos finales, será ascendido al rango de Caballero.