| abstract | - Etrodai fue la entidad, probablemente al servicio de Khorne, que orquestó la invasión de Herodor y ordenó el intento de asesinato sobre la recién reencarnada Santa Sabbat. Durante 20 años actuó como protector y guardaespaldas del Magister del Caos Enok Innokenti, tras ganar el puesto en un "duelo legal de asesinos" en el que acabó con su predecesor. Al igual que su señor, Etrodai cayó durante las decisivas batallas de la antigua Ciudad Colmena de Civitas Beati, en Herodor. Durante su duelo contra Etrodai, Ibram Gaunt lo describió como un Demonio, aunque se desconoce si realmente lo era o si tan sólo pertenecía a alguna clase de xenos desconocida hasta el momento. Era bastante alto en su forma humana, con una fuerte constitución y ojos brillantes de color amarillento. Vestía con el uniforme azul de los guardaespaldas de Enok Innokenti, además de llevar un casco con cuernos y una rejilla metálica, que sobresalía de su placa pectoral y que le cubría la boca y la nariz. Un detalle curioso sobre Etrodai era su arma, que parecía formar parte de su cuerpo. Empleaba una hoja mutable de hueso que crecía por su cuenta y que estaba integrada al dedo descarnado de Etrodai. El arma parecía tener un ansia personal de sangre, y podía ser herida. Cuando Etrodai no peleaba, la hoja quedaba recubierta de carne. Cuando Etrodai fue eliminado por Gaunt y Milo, la hoja de hueso quedó reducida a polvo. Tras recibir órdenes de su señor, Innokenti, convocó a nueve entidades a su servicio: un trío de Loxatl, el Padre Pecado y dos psíquicos mutados, un Dreadnought del Caos llamado Karess, un francotirador de élite del Pacto Sangriento, y a una Mandrágora de los Eldars Oscuros llamada Skarwael. Los nueve debían competir entre sí por la destrucción de la Santa, y el vencedor sería recompensado por Etrodai. Murió a manos de Brin Milo y de su cuchillo de plata de Tanith. Este quedó corroído por la sangre ácida de la fallecida criatura del Caos, lo que la dejó inutilizable.
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