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  • Sonia "I stay here"
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  • Yo era una niña me contaron la típica leyenda de mi escuela... Trataba de que cuando mi escuela fue un palacio vivía una familia; el hombre, la mujer, y la niña, a la que mi escuela llamaba Sonia por haber visto en la puerta del sótano su nombre escrito en rojo. Un día el padre de Sonia perdió a su mujer, por lo tanto, él y su hija quedaron solos. El señor intentaba conseguir una nueva esposa, pero la niña no quería una nueva madre y cada vez que llegaba una nueva pretendienta la niña la ahuyentaba. El padre se dio cuenta y antes de que llegará la siguiente pretendienta y sus 2 hijos encerró a Sonia en el sótano, esta al darse cuenta de lo que tramaba su padre se puso a gritar:
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  • Yo era una niña me contaron la típica leyenda de mi escuela... Trataba de que cuando mi escuela fue un palacio vivía una familia; el hombre, la mujer, y la niña, a la que mi escuela llamaba Sonia por haber visto en la puerta del sótano su nombre escrito en rojo. Un día el padre de Sonia perdió a su mujer, por lo tanto, él y su hija quedaron solos. El señor intentaba conseguir una nueva esposa, pero la niña no quería una nueva madre y cada vez que llegaba una nueva pretendienta la niña la ahuyentaba. El padre se dio cuenta y antes de que llegará la siguiente pretendienta y sus 2 hijos encerró a Sonia en el sótano, esta al darse cuenta de lo que tramaba su padre se puso a gritar: -¡ESTOY AQUÍ! ¡ESTOY AQUÍ! El padre harto de su hija, cogió un cuchillo y la mató a sangra fría mientras decía: - Nunca deberías, haber llegado a este mundo pequeña bastarda... El viudo se cambió, y se fue a esperar a su cita. Luego él oyó un claxon de un coche antiguo, al mayordomo abrir la gran puerta, y después de eso unas risas, unas dulces e inocentes risas que le recordaron a su hija ya asesinada, en ese preciso momento el hombre, tembloroso, corrió a la entada a ver que ocurría, al ver a su pretendienta con sus 2 hijos jugando se tranquilizó. Pasaron al gran salón para la cena, todo iba bien los adultos conversaban y los niños reían, después de la cena los dos niños se fueron a jugar al balón, y el mayordomo los acompañó para asegurarse de que no les ocurría nada. Al rato de que se fuera los niños se oyó unos gritos, los adultos sobresaltados se levantaron a ver que ocurría, al intentar abrir las puertas se dieron cuenta de que estaban encerrados. Al rato se oyó una risa inocente, como la que se escuchó antes cuando llegaron los niños, la misma risa macabra, pero a la misma vez dulce. Una voz dijo: -¡Estoy aquí!... Siempre estaré aquí... Al siguiente día se presentó la tía de Sonia, que quedo paralizada al ver la terrorífica imagen; 2 niños, el mayordomo, una mujer a la que no conocía, y su hermano MUERTOS. Inmediatamente llamo a la guardia, que la única nueva información que pudieron sacar es que una niña fue asesinada en el sótano... La leyenda cuenta que Sonia todavía sigue allí, cumpliendo la promesa que dijo "siempre estaré aquí" Yo no me llegué a creer nunca la historia, hasta que un día, para ser exacta, el último día del curso, en la fiesta a mi y amis amigos nos dio por probar si la leyenda era real, que error... Que gran error cometimos, a las 11 de la noche bajamos hasta la puerta del sótano, estaba cerrada, ya nos íbamos a subir cuando oímos unas risas que nos invitaron a quedarnos, pero seamos realistas ¿Quién en su sano juicio se hubiera quedado? Salimos corriendo hacia uno habitación abierta, nos daba igual cual fuera, solamente queríamos olvidar esas risas. Cuando creímos que todo había pasado abrimos la puerta y allí estaba ella, Sonia, mirándonos con una sonrisa, cerramos la puerta rápidamente y de repente se fue la luz. Alguien abrió la puerta, no no fue ella, sino una mujer, totalmente vestida de negro, que asustada por los gritos nos vino a ver que ocurría, nosotr@s aliviadas salimos y nos fuimos a jugar, pero yo mire hacia atrás y vi que esa mujer ya no estaba, me fui corriendo hacia mi grupo de amigos, no quería quedarme sola. Llegamos al patio principal, en el que había una enorme palmera, allí vimos unos niños jugar al fútbol mientras el "portero" los miraba sonriente, justamente cuando los niños del grupo de gente se iban a jugar con ellos se oyó un sonido algo extraño, como un cuchillo o algo que fuera como una lámina de metal caer al suelo, y un grito, fue tan doloroso como ver como matan a alguien. Todos estuvimos de acuerdo con solo mirarnos de que teníamos que huir, mientras que salimos corriendo, se veía como empezaban a volverse borrosas las personas de ese patio Fuimos a contárselo a nuestros padres pero ninguno nos creyó, o simplemente creían que fue un juego. Al día siguiente nos enteramos de que en esa fiesta no debía de haber ningún portero, de que la mujer que nos abrió la puerta tampoco debía de estar allí... De que esa noche no debería de haber ocurrido. Por ello muchos de nosotros solamente decimos que fue una pesadilla, pero no fue así. Sonia existe y esta allí...