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  • El origen de un Revenger
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  • ¿Cómo puedo iniciar esto? ¿Cómo explicarte lo que me sucedió y lo que yo siento en este momento? Mi vida es muy compleja, es tan complicada que ni tú ni nadie serían capaces de entenderlo, solo yo y mis recuerdos. Y así fue, nos conocimos bien estos últimos 6 años, me defendía de los que me querían agredir, yo lo ayudaba con sus tareas, él me enseñó a defenderme solo y yo le enseñé a vestirse bien.
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  • ¿Cómo puedo iniciar esto? ¿Cómo explicarte lo que me sucedió y lo que yo siento en este momento? Mi vida es muy compleja, es tan complicada que ni tú ni nadie serían capaces de entenderlo, solo yo y mis recuerdos. El mundo en el que vivimos está lleno de maldad, lleno de odio hacia el prójimo, lleno de hipocresía, lleno de ataduras que complican la vida del otro sin que él sepa de lo que pasa. Pero alguien tiene que hacer el cambio, un día de estos una persona valiente y con coraje se enfrentará hacia los agresores, reclamando igualdad para todos. Aunque nosotros sabemos cómo terminaría esa historia. Los revolucionarios siempre terminan siendo asesinados por fraudes (Policarpa Salavarrieta y Flora Tristán) haciendo que todo sea como antes... No sé si podrás sentir o experimentar lo que sintieron esas personas, que trataron de arreglar un problema para que sus futuras generaciones puedan ser felices, y que al final termines en un ataúd sin haber resuelto nada. Seguro te preguntarás ¿Por qué toda esta introducción? ¿Por qué quieres recalcar que la humanidad esta manchada de maldad? ¿Por qué tanta drama con las revoluciones? ¿A qué quieres llegar con todo esto? La respuesta es fácil, solo quiero que te des cuenta que, lo que te voy a contar ahora cambió mi vida y mi rutina. Todo empezó cuando estaba en tercero de primaria. Yo no era un chico popular y ni menos uno social, yo era de esos que se sientan en una banca y empiezan a pensar ¿Qué pasaría si hiciera tal cosa? ¿O si hago la otra? ¿En que podría afectarme? Es normal que mis compañeros se rieran de mí, a esa edad nadie piensa eso, solo piensan en dibujos y risas. Yo me enfocaba en prevenir e imaginarme cosas. Mis padres me decían que era especial, que puedo ser la persona más inteligente del mundo y a la vez la más irritante también. No voy a negar que sea muy terco en algunas cosas y siempre tengo lo que quiero, así tenga que pararme a tu costado y seguirte por todo el camino o molestarte para que me hagas caso. Como podrán ver yo soy un hombre muy reflexivo y decidido. No tendría problemas en resolver un caso criminalística, siempre le halló una lógica a todo y eso lo he desarrollado de pequeño. Cuando ingresé a sexto de primaria, las cosas se complicaron para mí. Mis compañeros empezaron a hacer otros amigos, a tener sus primeras enamoradas, a dejarme de lado. Cada vez me sentía solo y acudían a mí por las tareas. Todos ya tenían sus grupos de amigos, había el grupo de los nerds, los sociales, los deportistas, los creídos y más. Bueno eso yo pude deducir. Como me era de costumbre siempre iba solo a mi casa. Caminaba 7 cuadras para ir a mi paradero. Tomaba el carro y bajaba en la puerta de mi casa. Todo era normal y rutinario. Constantemente temía a que me hagan daño en la calle, ya que no vivía en una zona segura sino en una zona peligrosa en donde lo imposible puede pasar. Cada vez que caminaba hacía el paradero yo presentía que me miraban, giraba mi cabeza por los costados para prevenir que no me hagan daño, entraba a las tiendas para ver quienes estaban atrás mío y no encontraba a nadie sospechoso. Llegando al paradero con la mente pensando en quien me puede estar siguiendo, siento un brazo que rodea mi cuello, se agacha el sujeto y me susurra al oído “No voltees, ¿O quieres experimentar lo que es el dolor?”. Les dije que era una zona peligrosa, ¿no? En mi interior sentía que era mi fin, que nadie podría ayudarme porque si gritaba el sujeto me mataría. Ahí es cuando uno reza en su mente pidiendo ayuda para que alguien valiente me rescate, y mis plegarias se cumplieron. Alguien me salvó. Había golpeado al sujeto en la nuca con un palo de madera que estaba por ahí. Logró que yo escape del sujeto, volteo para ver quien fue mi héroe y era un conocido de mi clase, claro que la tensión que se sentía entre el sujeto y mi colega era demasiado fuerte. Las personas miraban, todos asustados por el hecho de que un niño se enfrentaba a un criminal. Nadie intervenía. El agresor da el primer ataque. Mi colega lo esquiva fácilmente, le patea la espalda y con un trozo de madera le intenta clavar en la pierna. El sujeto con cólera logra patearle el brazo, se levanta rápido para atacar pero el niño era más veloz que su golpe. La pelea se hacía interesante hasta que vino la policía con sus camionetas para acabar la pelea. Terminado todo el conflicto, el conocido de la clase me pregunta si estaba bien, le respondí que estaba algo asustado; así que llamé a mis padres, les conté lo que me sucedió y me recogieron en el paradero donde todo sucedió. Antes de que vengan mis padres le pregunté al conocido de ¿Cómo sabía que estaba en peligro? ¿Qué hacía por ahí? Él me contó que el sujeto me seguía desde que salí del colegio y por eso intervino. Le pregunté su nombre y me respondió “Soy John, estoy contigo en el salón, Alan ¿Acaso no me reconoces?”. En ese momento no me creía lo que escuchaba, sabía mi nombre. Le agradecí por su acto heroico y me fui con mis padres que me esperaban en el carro. Al día siguiente pensé que todo sería como lo es siempre, sentarme solo en la clase, escribir en mi cuaderno todo lo que veo y pensar en lo que haré más tarde. Ahí es cuando John se acerca a mi sitio, me pregunta cómo estaba y se sienta a mi costado. Por primera vez después de tanto tiempo alguien, que no sea mis padres, me preguntaba cómo estaba. Algo me decía que iniciaría una bonita amistad. Y así fue, nos conocimos bien estos últimos 6 años, me defendía de los que me querían agredir, yo lo ayudaba con sus tareas, él me enseñó a defenderme solo y yo le enseñé a vestirse bien. Llegó el día que las clases finalizaban, claramente estábamos en quinto de secundaria. Habíamos prometido seguir en contacto cuándo terminará la escuela. No omitimos que John tenía problemas con sus padres, en especial con su papá. Su papá no era de mi país, él es alemán, y jamás supe de que trabaja. Se rumoreaba que su padre era jefe de una exitosa empresa, pero no estaba seguro. Tenía una mirada sospechosa. Con todo y los problemas que pasaba John, salimos a pasear por el centro. La pasamos genial jugando en las máquinas de baile y tomándonos fotos. Ya cuando nos cansamos decidimos irnos también porque era tarde, iban a ser las 11. Caminamos por una calle que estaba desolada, miraba atrás constantemente por el temor que pase algo, y ese algo sucedió. Entre las sombras salió un desconocido con un pasamontañas, no pude concentrarme bien, tenía la sangre helada y la mente en blanco. Al ver que era nuestro fin, John atacó. Fue una pelea callejera sin público, empujones, puñetes, patadas, insultos, etc. Parecía que John ganaría y es cuando dos más salieron de esa sombra tan misteriosa, traté de ayudarlo pero era débil. Perdimos la pelea. Los agresores nos golpeaban con furia, sentía la sangre rodear por mi cuerpo, mis nervios contrayéndose pero no me rendí. Me levanté y los empujé, levanté a John y tratamos de huir. Mala idea. Uno de los agresores sacó un arma y disparó a John, luego huyeron como si su misión hubiera terminado. En ese momento tuve un sentimiento de venganza, de tristeza. Lloraba desconsoladamente, le di ánimos para que no me dejara solo y en su agonía, John me dijo “¿sabes porque a la gente le gusta la violencia? Porque se siente bien. Nosotros entendemos que la violencia es profundamente satisfactoria. Pero si le quitamos esa satisfacción, el acto se vuelve vacío”. Lo miré a los ojos y le dije que me vengaría de la persona que le hizo esto. Me sonrío y con un guiño se despidió de este mundo. Las ambulancias llegaron, pero ya era tarde. Mi mejor amigo, mi hermano del alma ha fallecido por la culpa de esos delincuentes que sin justa razón arrasaron con la vida de una persona inocente y de buen corazón. Fui al funeral. Era un día totalmente gris y se podía percibir la ausencia de John. Le di mi pésame a su madre ya que el padre no estaba en el funeral, empecé a sospechar. Miré su ataúd y antes de que lo enterraran pegué nuestra foto, mientras pegaba el retrato, en mi mente decía “No te olvidaré mi buen amigo, esto no terminará aquí. Ellos pagarán sus actos". Y es así que ahora solo pienso en esas personas de la mal vivir, estoy entrenando intensamente para poder ser fuerte y enfrentármelos cuerpo a cuerpo. No me creo un héroe, solo quiero venganza. Sé que la venganza es mala pero se sirve en un plato frío ¿no? Y no creo que alguien haga mi trabajo, como dije al comienzo de esto “todos los revolucionarios mueren “pero yo no seré uno de esos. ¿Te dije quién era? Soy Alan Byrd. Un futuro revolucionario, un futuro Revenger. Espero que les guste esta introducción a mi personaje REVENGER. Recién empiezo con esto. Seria genial que comentaran que hice bien o mal. Recuerden que es solo una introducción, las aventuras de mi personaje tendrán mucha acción, terror y personajes realmente locos . Gracias por leerlo y mi nombre es Alvaro (alvaroxdF) Categoría:Mentes trastornadas