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  • Reliquia sagrada
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  • Categoría: Mitología religiosa Categoría: Mitología Categoría: Mitos religiosos Se llaman reliquias a los restos del cuerpo entero o cada una de las partes en que se haya dividido, aunque sean muy pequeñas. También designan a los ropajes y objetos que pudieran haber pertenecido al santo en cuestión o que hayan estado en contacto con él. las reliquias son consideradas dignas de veneración porque se les considera sagradas. Las reliquias no se limitan al ámbito católico-cristiano.
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  • Categoría: Mitología religiosa Categoría: Mitología Categoría: Mitos religiosos Se llaman reliquias a los restos del cuerpo entero o cada una de las partes en que se haya dividido, aunque sean muy pequeñas. También designan a los ropajes y objetos que pudieran haber pertenecido al santo en cuestión o que hayan estado en contacto con él. las reliquias son consideradas dignas de veneración porque se les considera sagradas. Las reliquias no se limitan al ámbito católico-cristiano. Una reliquia puede ser prácticamente cualquier cosa tangible que esté vinculada con una persona o ser sobrenatural considerado importante para una religión en particular. Las palabras claves son "cualquier cosa". Las reliquias van desde un clavo usado para crucificar a Jesús hasta un pedazo de uña de los pies de un santo. Y, al igual que el mercado de artículos deportivos de colección de hoy en día, el mercado de reliquias sagradas se ha inundado de falsificaciones. Pero pocos parecen preocuparse por la autenticidad cuando se trata de estos objetos. La verdad, según parece, es menos importante que la reclamación. Las reliquias religiosas a menudo son vistas como mucho más que simples recuerdos o trofeos. Los creyentes afirman que tienen poderes especiales, tales como la capacidad de curar a los enfermos o traer buena fortuna. También pueden ser rentables, lo que explica cómo diferentes lugares terminan con la cabeza de la misma persona o cómo varios huesos de fémur del mismo santo pueden estar alojados en varias iglesias. El deseo de poseer las cosas que tienen alguna relación directa con las figuras amadas aún continúa y se extiende más allá de la religión. Aunque la práctica es anterior al cristianismo, las reliquias ligadas a Jesús y a los Evangelios se volvieron populares en Europa durante el siglo IV. Según Joe Nickell, autor del libro Las Reliquias de Cristo, los restos y objetos vinculados a mártires y santos se convirtió rápidamente en una actividad muy importante y rentable. El ansia por poseer estos objetos condujo a la gente a abrir las tumbas de los mártires con el fin de extraer de ellos las reliquias. Nickell explica que las reliquias llegaron a ser vistas como el vínculo necesario entre tumbas y altares. "Alrededor de 767, el culto a los santos se había afianzado", comenta Nickell: "y el Concilio de Nicea declaró que todos los altares de las iglesias deberían tener un altar de piedra que contenga las reliquias de un santo. Al día de hoy, el Código de Derecho Canónico de la Iglesia Católica define un altar como una 'tumba que contiene las reliquias de un santo. La práctica de colocar una reliquia en cada altar de la iglesia continuó hasta 1969." En la Iglesia del Santo Sepulcro, el lugar donde muchos cristianos afirman que Jesús fue crucificado, ha crecido, a lo largo de los siglos, una iglesia operada por denominaciones rivales. Hay una losa de piedra marrón que se balancea rítmicamente de lado a lado. Es la Piedra de la Unción, se supone que es la roca sobre la que el cuerpo de Jesús fue colocada después de su ejecución y preparada para el entierro. Esta piedra fue colocada allí en la década de 1800; no obstante, sigue siendo una reliquia importante. La gente está obviamente convencida de que contiene un poder divino de cual quieren un poco. Tal es el poder de las reliquias religiosas. Es evidente que hay un deseo común de hacer contacto con algo, cualquier cosa, que Jesús u otras grandes figuras santas hayan tocado. Los creyentes parecen buscar una cadena física de conexión, un paso tal vez de la fe invisible y sin forma que no satisface plenamente.