PropertyValue
rdfs:label
  • El devorador de órganos
rdfs:comment
  • Son las 8 de la noche y acabo de regresar de la escuela por tantos proyectos que tengothumb|350px que acabar por ser final de semestre. Estoy bastante cansada: entro en mi cuarto, prendo la tele y me dejo caer boca abajo sobre mi cama. La tele se enciende. Me estaba quedando dormida y solo alcanzo a escuchar una nota: un asesino en serie sigue suelto, y sus últimas victimas fueron un hombre de 22 años junto a toda su familia, su esposa, su hijo de 16 años y su hija de 4, una completa masacre, y según la autopsia, a las víctimas les faltaban partes de sus órganos, y lo que les quedaba tenía señales de haber sido mordido. Lo más extraño eran las marcas de dientes. La gente ha empezado a apodarle a este asesino el devorador de órganos.
dcterms:subject
abstract
  • Son las 8 de la noche y acabo de regresar de la escuela por tantos proyectos que tengothumb|350px que acabar por ser final de semestre. Estoy bastante cansada: entro en mi cuarto, prendo la tele y me dejo caer boca abajo sobre mi cama. La tele se enciende. Me estaba quedando dormida y solo alcanzo a escuchar una nota: un asesino en serie sigue suelto, y sus últimas victimas fueron un hombre de 22 años junto a toda su familia, su esposa, su hijo de 16 años y su hija de 4, una completa masacre, y según la autopsia, a las víctimas les faltaban partes de sus órganos, y lo que les quedaba tenía señales de haber sido mordido. Lo más extraño eran las marcas de dientes. La gente ha empezado a apodarle a este asesino el devorador de órganos. Me despierto a media noche para cambiarme el uniforme. Antes de acostarme, escucho un fuerte ruido en la cocina, pero no presto atención. Mi madre estudió psicología y me ha enseñado sobre la mente humana, lo que me ayuda a pensar de manera más crítica en estas situaciones. Recuerdo que escuché lo del asesino en serie antes de dormir: mi mente sigue en un estado subconsciente y seguro asocia el primer ruido extraño con el miedo, así que intenté desentenderme. Me volví a despertar después de 1 hora, a causa de un fuerte trueno que hizo retumbar mis ventanas. Había empezado a llover. Me levanté un momento, y me asomé por la ventana, ya que me encanta la lluvia. Ya no tenía tanto sueño, parecía que esas 5 horas de sueño me habían bastado. Bajé a la cocina pues tenía hambre: solo había comido un sándwich en el recreo de mi escuela. Al entrar en la cocina vi una cazuela en el piso, parece que se había caído del escurridor del fregadero. La recogí y abrí el refrigerador y decidí hacerme otro sándwich. Lo preparé, y regresé a mi cuarto, pero cuando estaba entrando me fijé que la luz del cuarto de mis padres se prendió y apagó rápidamente. Me quedé mirando un momento más, y volvió a encenderse y apagarse, parecía como si me estuvieran llamando. Fui hacia su cuarto, y al abrir la puerta, lancé un grito lo más fuerte que pude, estoy segura que mis vecinos alcanzaron a escucharlo. No podía creerlo: mis padres, estaban, estaban... Completamente descuartizados. Tenían el estomago partido por la mitad y todos sus intestinos desparramados,right|326px. No lo soporté más y vomité. En ese momento un relámpago alumbró la habitación, y creí ver algo afuera, en el pequeño balcón del cuarto de mis padres. Lo miré fijamente. Cayó otro relámpago y logré distinguir una silueta humana. Caminé hacia el balcón, no sé por qué, sabía que era una mala idea, pero abrí las puertas y, lo vi, justo al borde del balcón: un muchacho, parecía de mi edad, de cabello negro y un ojo rojo. Él solo dijo: "Aún no es tu momento." Salto y desapareció en la nada.