PropertyValue
rdfs:label
  • El autobus fantasma (Perú)
rdfs:comment
  • Este es un relato presente en varios países y regiones; que se modifica un poco de acuerdo al contexto. Os voy a contar lo que me pasó hace muy poco. Entreno artes marciales 3 veces por semana, y termino mis entrenamientos más o menos a las 10 de la noche. Mientras me baño y espero mi bus se hace cerca de las 10:30. Resalto que mi transporte no pasa muy seguido a estas horas, por lo que a veces es normal esperar 10, 20 o 30 minutos más de lo habitual. Mi casa está a media hora, así que no es mucho problema regresar. A estas horas mucha gente regresa del trabajo, por lo que los buses suelen ir repletos, pero a veces pasan dos seguidos y uno de los dos de la misma línea aún tiene asientos libres. Así fue como tomé uno de estos, siendo más o menos las 10:40 pm.
dcterms:subject
abstract
  • Este es un relato presente en varios países y regiones; que se modifica un poco de acuerdo al contexto. Os voy a contar lo que me pasó hace muy poco. Entreno artes marciales 3 veces por semana, y termino mis entrenamientos más o menos a las 10 de la noche. Mientras me baño y espero mi bus se hace cerca de las 10:30. Resalto que mi transporte no pasa muy seguido a estas horas, por lo que a veces es normal esperar 10, 20 o 30 minutos más de lo habitual. Mi casa está a media hora, así que no es mucho problema regresar. A estas horas mucha gente regresa del trabajo, por lo que los buses suelen ir repletos, pero a veces pasan dos seguidos y uno de los dos de la misma línea aún tiene asientos libres. Así fue como tomé uno de estos, siendo más o menos las 10:40 pm. Todo iba normal. La gente estaba callada. No habían puesto música en el carro, como es habitual. Como salgo cansado de entrenar, a veces pestañeo un poco. Habrían pasado unos 10 minutos cuando las luces se apagan. No suele suceder mucho, pero no es nada del otro mundo. Lo primero que uno piensa es que el bus se está saliendo de la ruta, o aun peor, que sea un intento de robo. Pero el bus siguió su ruta normal y nadie dijo nada; así que todo andaría bien. O eso pensé. Las luces públicas iluminaban un poco el carro, por lo que no era completamente oscuro. Volví a pestañear unos segundos. Abrí los ojos más o menos 20 o 30 segundos después. Las cosas se estaban poniendo raras. Miro por la ventana y veo que el bus estaba yendo en una dirección desconocida. ¿Habría tomado otro bus? (Hay un bus de un color parecido, por lo que no me sorprendía. De hecho, por apuro y error, alguna vez en el pasado ya lo había tomado). Pero esta vez no era así. Hacía frío. Estábamos en invierno (con una media de 16°C, no es un invierno frío como en otros países) y la temperatura empezaba a descender rápidamente. Me paro y me acerco hacia la cobradora para preguntarle si había tomado el bus correcto. Pero cuando me acerco, noto que la mujer era una anciana; bastante anciana. Ella atinó a quedarse de pie (medio corcovada) y no respondió mi pregunta. Por pura casualidad, volteo a ver a los pasajeros y veo que todos eran ancianos. Siempre soy observador, y recuerdo claramente que cuando subí al bus las personas eran de todas las edades (incluso había una niña). Estaba yo muerto de miedo y el cuerpo se me helaba aun más. En un acto desesperado, logro apartar a la cobradora de la puerta y la intento abrir. No funcionó. Le digo al conductor que me abra la puerta, pues voy a bajar. Resultó ser otro anciano (con una mirada tétrica que se lograba ver en la tenue luz que quedaba). El autobús empezó a acelerar, y desde alguna parte empecé a escuchar una risa enfermiza. En un acto desesperado, decido lanzarme por una ventana, sin importar nada. Veo todo negro, pero no sentí golpe alguno. ¿Quizá haya muerto por la caída? Estuve al menos unos diez segundos en un estado "inconsciente", por decirlo de alguna forma; cuando de pronto todo se ilumina de nuevo. Estoy en el paradero de nuevo: Son las 10:40 pm. Todo era como antes, y justo en ese momento llega el mismo bus al que había subido hace muy poco. El semáforo estaba en rojo y abre sus puertas, invitando a que la gente suba. Sin embargo, nadie sube. No abordé la unidad, pues ya sabía lo que podía pasar.Cambió el color del semáforo y el bus siguió su rumbo. Mi cuerpo otra vez se puso helado. Decidí caminar unas 10 cuadras e ir por otro carro que me llevaría a mi casa, pero que seguía otra ruta. Esta ruta es mucho más transitada así que no tuve que esperar ni 5 minutos para subir al nuevo autobús. Esta vez todo fue normal y llegué a casa sin problema. Esa noche tuve un nudo en la garganta, y no pude contarle nada a mi familia sino hasta el día siguiente. De niño me habían pasado cosas raras, y casi siempre cuando le contaba a mi familia estos sucesos, me creían. Esta vez solo atinaron en reírse. Ese día iba a la Universidad por la tarde, y la TV de la sala estaba prendida. Ya a punto de salir de la casa, escucho la voz de la reportera que dice que un bus de la línea que había tomado había sufrido un accidente el día anterior. Regreso rápidamente para ver la noticia, pero ya no estaba. La presentadora estaba narrando otra noticia que nada tenía que ver. Al regresar por la noche, busqué en los canales de noticias y en todas las páginas posibles sobre dicho accidente, pero no encontré nada. Sin embargo, estoy seguro que todo esto me pasó y lo viví. Solo quedará como una anécdota, perdida en el pasado. FIN Por: CrimKite Categoría:Fantasmas