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| - Tirso nació y creció aparentemente como un chico normal, el pasó por la primaria y secundaria fue sin sorpresas, él era un chico muy alegre y relajado, por eso mismo nunca vino venir lo que el destino le deparaba. Un día en la escuela preparatoria noto que el hueso del brazo derecho se le marcaba demasiado, pensó que sería por los cambios hormonales que sufría su cuerpo, pero al paso del tiempo vio como ese hueso se engruesaba más cada día. El día trascurrió rápido y cuando Tirso Follower se dio cuenta ya era la hora de salida, eran aproximadamente las 5:00 pm y por fin había cavado la clase de taller mecánico, él agarró su mochila, se la puso en la espalda y se fue rumbo a su casa, que quedaba un poco lejos de la escuela, sin embargo no lo bastante como para no irse caminando. La tarde despedía un rojo mezclado con amarillo que le daba un toque de nostalgia. Follower admiraba el cielo, que estaba de ese singular tono cuando sin previo aviso un dolor punzante a pareció en su brazo derecho, Tirso se asustó y levanto su manga rápidamente, en ese instante el tiempo pareció congelarse, él chico se quedó atónito. Por su frente escurrió un sudor frió sus ojos quería cerrarse y parpadear pero la realidad era demasiado cruda como para hacerlo. Un hueso largo se asomaba de su extremidad diestra, haciendo parecer que su hueso estuviera roto, pero no era así, este simplemente estaba expuesto sin necesidad de un golpe, era como si algo malo estuviera pasando con el cuerpo de Follower. Tirso bajo rápidamente su manga ocultando su defecto, temblando de miedo se fue corriendo a su casa. Cunando llego a su hogar no había nadie, pero esto no era de sorprenderse porque sus padres siempre trabajaban hasta tarde, él chico fue a la cocina, encendió la luz y se descubrió el brazo rápidamente. Su brazo estaba normal como si nada hubiera pasado, no había rastro de lo que anteriormente había visto. El exhalo aliviado y pensó, que se estaba esforzando demasiado en la escuela, y que tantas desveladas ya comenzaban a afectarle, después de un rato parado pensando lo anterior, se movió hasta la estufa donde su madre le había dejado una nota que decía *es espagueti solo caliéntalo en el horno*. Él metió el plato con comida y lo calentó. En esa mesa de madera comenzó a devorar la comida Tirso se admiró de lo sorprendente mente delicioso de esta, comió y comió hasta terminar con el espagueti, pero su estómago aún no estaba satisfecho, luego busco en el refrigerador e inconscientemente comió todo lo que estaba dentro, como si su hambre se hubiera apoderado de su cuerpo. Cuando se dio cuenta de que había acabado con toda la comida de una semana, se levantó asustado, como él había podido llevar acabo semejante atracón, aunque por otra parte ya no tenía hambre, miro el reloj y observo que eran las 12:00 en punto, ya era tarde, y sus padres aun no llagaban, subió a su cuarto levanto sus sabanas y se quedo dormido. Eran las tres de la madrugada cundo Tirso despertó con un dolor inmenso en todo su cuerpo, tal era el dolor que cayó de la cama al intentar ir por ayuda. El dolor lo paralizaba, el comenzó a arrastrarse por el piso hacia su puerta, ya no soportaba más estaba a punto de gritar cuando, el dolor lo pasmo y se quedó allí en una posición, sin poder moverse o pedir ayuda, al poco rato su cabeza cayó indicando que había perdido el conocimiento. Al despertar intuyo que estaba en cuclillas, en un lugar desconocido y obscuro con las manos mojadas. Puesto que no podía ver por lo denso de noche, se levantó lentamente, de repente noto que en su mano derecha sostenía algo que no podía divisar, él comenzó a palparlo, hasta notar que conforme iba avanzando esa forma se asemejaba a la de un brazo. Se asustó tanto que corrió hacia una ventana rota que dejaba entrar la luz de la luna, cuando se postro en ese pequeño lugar donde el satélite despejaba las sombras de una fábrica abandonada, vio que efectivamente lo que sostenía su mano era un brazo o al menos lo que quedaba de este, esa sensación húmeda que tenía en su cuerpo era la de la sangre carmesí que manchaba su ser. Soltó el brazo dejándolo caer secamente en el suelo, En un inmenso silencio tan grande como las sombras que cubrían la fábrica, se escuchó un murmullo que salió de la boca manchada del muchacho.- ¿Qué he hecho? Luego de eso sus rodillas azotaron contra el piso engullendo el silencio. Tirso empezó a llorar amargamente, con lamentos apenas susceptibles, que hacían que la atmósfera de la fábrica se volviera más sombría. Follower se quedó hasta el amanecer en aquel lugar. Al recorrer el edificio con la luz de la mañana, noto algo intrigante, no había cadáver al cual perteneciera el brazo. Todo, absolutamente todo indicaba que lo había comido y el brazo era solo una sobra. Tirso no sabía qué hacer, no podía regresar a casa, tampoco podía hablar con alguien, su única alternativa era suicidarse o desaparecer. No pudiendo hacer lo primero, tomo la segunda opción, y fue así como salió de la fábrica y ser perdió en el bosque esperando que nadie jamás lo encontrara. Los padres de Tirso se preocuparon al no encontrarlo en la madrugada en su cama, por lo que rápido dieron aviso a la policía. Ellos tuvieron un presentimiento de que su hijo se encontraba en el bosque, no paso mucho tiempo hasta que se adentraron en las profundidades del bosque, tanto que ya no se escuchaba el sonido de la ciudad a sus espaldas. Con un caminar sigilos fueron explorando el lugar, ya era de tarde cuando divisaron una figura amorfa delante de ellos que les causo escalofríos. De Tirso salían múltiples huesos, su brazo derecho había sido sustituido por un largo y afilado hueso que terminaba en “T”. Se podía ver su columna vertebral asomarse, las costillas de lado izquierdo se apreciaban fuera de su cuerpo, en su rostro se divisaba parte de su quijada que estaba llena de filosos colmillos en vez de dientes y por ultimo la piel de todo su cuerpo se despellejaba y caía. Tirso se había vuelto un monstruo caníbal que apenas conservaba parte de su humanidad. Los policías estaban aterrorizado, por el miedo casi no podían moverse y torpemente todos sacaron sus armas, pero antes de abrir fuego, Follower sucumbió a un instinto primario del hombre, que es el de alimentarse. Él se abalanzo hacia los policías y empezó a desmembrarlos y comérselos, de los tres policías solo quedó manchas de sangre. Los padres de Tirso estaban serios observando como su hijo devoraba a los policías. Cuando termino con el último, el marido y su esposa se sonrieron el uno al otro como si hubieran hecho el mayor logro de su vida. Tirso al ver a sus padres se contuvo de saciar su descomunal hambre, los padres vieron a su hijo con sonrisas enormes, el monstruo se quedó impactado y con una voz desesperada dijo.- Mamá papá ¿qué me sucede? Con un tono de burla mezclado con alegría demencial le contesto su padre.- Aaaaa hijo lo que pasa es que has florecido, por fin nuestro trabajo de la vida dio frutos. El muchacho no podía creer lo que estaba escuchado y una vez más, aunque probablemente sabiendo la respuesta volvió a hablar.- No comprendo. La madre dio un paso hacia donde él estaba y dijo.- Mi querido niño aun no entiendes lo que sucede verdad. Nosotros fuimos expulsados del ejército por hacer mejoras a las personas. Pero tu padre y yo decidimos que no queríamos terminar con nuestras investigaciones, la pregunta era como hacerlo sin que nos fueran a arrestar, y me embarace de ti y ambos tuvimos la misma idea. .- Con quien mejor que nuestro propio hijo. Tirso empezó a hiperventilarse, de su único ojo las grimas empezaron a caer, él vio su cuerpo grotesco y dijo.- ¿Entonces toda mi vida ha sido una mentira? Ustedes, mi primo son un… una ¿mentira? Entonces el padre le exclamo.- No te diste cuenta que todo era demasiado perfecto y que era extraño que tu madre y yo nunca peleáramos, y que fuéramos buenos contigo. Por eso tu primo siempre se estaba contigo. Hubo un silencio cuanto su padre termino de decir lo anterior, ambos tenían miradas frías pero con sonrisas en sus rostros, después de unos minutos la madre dijo.- Es hora de la segunda fase. El padre de Tirso saco un revolver y le disparo a su hijo justo en la frente, esto hizo que su cabeza fuera hacia tras, Tirso no podía creer lo que paso, su propio padre le había disparado descaradamente en la cabeza, pero lo más sorprendente no fue esto, lo impactante era que él seguía con vida. Su frente comenzó a sangrar y a dolerle, otro disparo se escuchó, la bala esta esta vez dio en el hombro, Tirso estaba herido y murmuro en voz tartamudeante.- M..M..Me duele. Lamentablemente aunque sus procreadores escucharon esto, ellos no se detuvieron, ellos admiraron su resistencia y continuaron, acertando en las piernas y brazos. .-Esto es maravilloso en verdad maravilloso lo hemos logrado mi amada. El padre grito esto mientras apuntaba el arma a el corazón de su primogénito, en un segundo disparo y cuando la bala acertó su pecho Tirso perdió el control de su cuerpo deforme y este empezó actuar sin su conciencia, aproximándose rápidamente a sus padres. Antes de que aquella criatura los devorase, sonrieron por última vez contemplándolo y sus últimas palabras que ambos pronunciarían al mismo tiempo fueron.- Nuestro experimento fue todo un éxito, proyecto concluido. Te imaginas que toda tu vida hubiera sido una vil mentira, que la persona a cargo tuyo en vedad solo estuviera fingiendo que te amaban, para un propósito final macabro, ahora puedes ver como tus sueños se esfuman, y que aunque te has vuelto un monstruo grotesco una parte pequeña de ti sigue siendo humana, pero esta no puede controlar tu cuerpo que está destinado a devorar personas hasta el final de su existencia, si estuvieras en los zapatos de Tirso, tú ¿Qué harías? Categoría:CO Categoría:Demonios
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