abstract
| - thumbCorría el año 1997 y una joven pareja concebía su primer hija. Tenia los ojos verdes y el cabello castaño a la cual le dieron el nombre de Isabella. La pequeña creció en un pueblo poco habitado y nada desarrollado, hasta el punto de carecer de hospital y escuela, por lo que la pequeña jamas tuvo ningún trato medico ni "académico". Con tan solo cinco años, la pequeña Isabella había crecido considerablemente pero también era muy dependiente su padre, hasta el punto de volverse en una "niña de papá", haciendo que la atención del padre solo se centraba en ella. Sin embargo, la madre de Isabella jamas intimo con su hija, hasta el punto de alejarse de su primogénita y de su esposo. Sin embargo, hubo algo que cambiaría esa rutina. En el 2007, Isabella teniendo solo una década de vida aparentaba tener alrededor de diecisiete; tenia una altura considerable a 1,80 metros, su busto se había desarrollado cual madre lactante, su espalda era firme pero pequeña, su cintura era ancha para su edad y su rostro se había vuelto realmente bello; sus ojos habían cambiado a un azul claro, su cabello oscureció a un negro intenso, lo único que no había cambiado en ella; eran sus orejas, nariz, dientes y mentón. A pesar de estos cambios en ella, sus padres apenas notaban la diferencia de la muchacha con respecto a los siete últimos años por el simple hecho de convivir todos los días junto su hija. Isabella ya no era tan alegre como antes, a pesar de que su padre la amaba con devoción, sentía que en lo más profundo de su corazón, la relación con su madre iba de mal en peor; nunca hubo insultos ni golpes, simplemente no había nada, era como si prácticamente Isabella no existiera para ella. Tampoco había nadie de la edad de la muchacha pero aún más extraño era que ni siquiera había nadie mayor de 30 años en el pueblo, haciendo a Isabella la única menor. Eso hacia que la pequeño no tuviera ni compañeros ni mucho menos amigas. Lo más parecido a algo así que hubiera tenido Isabella, era el futuro hermano que su madre tenia en su interior recientemente. Pero jamas llego a nacer. De hecho, el embarazó de la madre generaría un cambio radical en la hija. Aunque no hubiera un "colegio", en la iglesia del pueblo a la joven Bella se le enseñaba las nobles enseñanzas de la sagrada biblia y para ello aprendió a leer. Ese día, la pequeña niña estaba encendiendo los cirios del altar junto a la hermana Sophia y estuvieron conversando sobre uno de los 10 mandamientos; honrar a tu padre y a tu madre. - Creo que Mami no me quiere ¿como puedo honrarla? - Pregunto Bella. - Claro que te quiere Bella, lo que ocurre es que eres una primogénita, y bueno, ya se sabe. - Mintió la hermana Sophia. La hermana Sophia le explico a Bella que ese mismo día vendrían unos adolescentes de un instituto de Barcelona debido a una excursión, esto puso a Bella muy nerviosa ya que temía no caerles bien. A pesar de aparentar ser mayor, Isabella solo tenia diez años y su actitud infantil era fácil de percibir. Cuando llegaron los 24 estudiantes de 3ro-B a la iglesia, quedaron fascinados por la presencia de Bella; era una mezcla de belleza e inocencia que generaba un cóctel de atracción. Hubo quien veía a Bella como una zorra disfrazada de ingenua pero apenas se atrevía a decir palabra. Bella por primera vez experimento lo que era la amistad. La emoción del momento era similar a cuando se entero que tendría un hermano, y entonces... la oscuridad vino de nuevo. Cuando Bella llego a casa, se desplomo en el recibidor y empezó a llorar. Trato de tranquilizarse, pero no pudo. Segundos después su padre entro en la casa y al ver a Bella, fue hacia ella. - Cielo ¿que te ha pasado? - Pregunto él. Bella le narro todo, palabra a palabra, lagrima a lagrima. Cuando explico que las chicas empezaron a tirarle del pelo, el padre empezó a enfadarse. Se levanto y comenzó a gritar que esa gente se las vería con él. Cuando el padre se fue, Bella sonrió de ver que su engendrador la había creído. El padre, al llegar a la iglesia no pudo creerse lo que encontró allí. Todos los adolescentes estaban sentados en las bancas pero... tenían las cabezas destrozadas como si les hubieran dado con un enorme martillo y sus sesos junto a la sangre caían como si de una cascada se tratase. Entonces escucho un ruido parecido a un lamento, él se acerco hasta lo que parecía ser el confesionario pero estaba tan destrozado que prácticamente eran escombros. Cuando llego allí, vio a la hermana Sophia desnuda con varios arañazos y hematomas en el cuerpo. Victor trato de reanimarla meneando su cuerpo y entonces la hermana abrió los ojos. - Yo solo quería salvarla... perdóname. - Dijo ella. - Oh dios mio... Víctor, temiendo lo peor volvió a su casa. Para cuando regreso, vio como los cristales de la ventana se destrozaban con la cabeza de su mujer. - ¡NO! - Grito él. Justo después vio como una bestia de piel purpura y cabello dorado la decapitaba con un cuchillo y tiraba la cabeza por la ventana. La cabeza aterrizo a un palmo de Victor y esté no pudo evitar horrorizarse. Entonces la bestia miro al hombre, salto por la ventana y dijo: - Hola papi. - Hola Bella. - Contesto Victor entre lagrimas. El pobre hombre recordó el nacimiento de la niña, ese día en el que su hija nació con un color purpura en la piel y sus dientes eran puntiagudos como cuchillas. Aquella cosa no era humana pero los padres no querían renunciar a esa hija, tantas veces que lo habían intentado y apenas habían logrado nada. La pareja, aunque pensaron que se trataba de un demonio, se negaron a renunciar a ella y pidieron consejo a una vieja amiga de la iglesia; la hermana Sophia. Victor recordó también cuando vendió su casa y mudarse a un pueblo perdido de la civilización. También la ayuda que obtuvo por parte del gobierno para vigilar a la muchacha y saber que ocurría con ella. Las constantes cirugías a las que sometían a Bella sin que lo supiera, en las que se la drogaba previamente con opio, siendo de las pocas sustancias que afectaban a su organismo. Victor pensó en los soldados que interpretaban el papel de pueblerinos para Isabella, era extraño que ninguno hiciera nada al respecto. ¿En que había pensado el gobierno trayendo a civiles ante Bella? - Papi, mi mente esta empezando a recordar antes de nacer aquí... y me duele mucho la cabeza. - Tranquila Bella, juntos encontraremos la solución. Ahora resp... - ¡No quiero respirar! - Grito la bestia. - Yo... desde que mama entro en cinta, hace tiempo lo note. No solo los recuerdos, es el mundo entero ¿¡Que infiernos soy!? ¡Contéstame! - Bella... eres mi hija. No sé que es lo que te ocurre pero eso lo tengo claro. Bella empezó a reírse, poco a poco recordó una vida pasada donde la humanidad fue esclavizada por una especie de otro mundo; donde esos seres masacraron a cientos de terrícolas, donde experimentaban con ellos y les implantaban en su genética un código para recrear clones de esos seres en su especie, todo esto como plan de reserva. Entonces, recordó el momento en el estuvo matando a su madre. Bella recordó como en el salón sus músculos se estaban tensando, sus dientes se rompían y su piel iba volviéndose purpura. Una combinación de rabia y pánico se estaba generando en la mente de la pequeña y los instintos de destrucción de su especie empezaron a poderle. Entró al cuarto matrimonial y cerró la puerta tras de ella, vio que su madre estaba leyendo un libro sin percatarse siquiera de la presencia de ella. Bella se abalanzó contra su madre y la tumbo en el suelo; primero la agarro de los antebrazos y se los partió al instante. Los gritos de la mujer eran música para el monstruo, tan poco amor y tanto odio se refleja en ese acto. - Ahora papi será mio. - Dijo Bella. La bestia metió sus garras en la panza de la madre y arrancó el feto de su interior. La madre empezó a chillar más fuerte, y junto a sus gritos de desesperación, empezó a convulsionar sangre por la boca. La bestia tomó al feto entre sus garras y lo aplasto como si de plastilina se tratara. Después la bestia se levanto, cogió del cuello su madre y comenzó a golpearla contra el cristal de la ventana con furia, una y otra vez, así hasta que el vidrio se rompieron. Bella levanto el brazo y como si de magia se tratara, un cuchillo vino volando atravesando las paredes hasta la garra del monstruo, rebano la cabeza y la tiro fuera. En ese instante vio a su padre. Ahora la bestia ya no estaba recordando, sino viviendo el momento. Aún se estaba riendo pero no estaba alegre, era el pánico en Bella. Su cordura explotó. - ¿Verdad que harías cualquier cosa por complacerme? - pregunto Bella. - ¿Podrías morir? La bestia fue corriendo a por el hombre. Victor en un principio tenia fe en que su hija volvería en sí pero a medida que avanzaba la bestia, el terror le pudo y empezó a correr hacia el bosque. La bestia fue tras Victor, y este al girarse para verla, aumento la velocidad. thumb Cuando llego al bosque, Victor se metió dentro de un roble podrido con la esperanza que Bella no lo encontrara, para desgracia de él, no pasaron ni dos minutos y la bestia destrozo todo el roble en un momento. Victor que se encontraba en el suelo asustado, ya no podía moverse. No estaba cansado, sino paralizado; los ojos de la bestia lo habían hipnotizado, prácticamente se sentía como en un sueño. La bestia se puso encima de él. Entonces, poco a poco parte del cuerpo monstruoso de Bella se volvía a su forma humana; desde la cara hasta la cintura. Por el contrario, sus brazos y piernas seguían siendo igual de monstruosos. - Papi, quiero ser uno contigo. - Dijo con voz angelical. Bella le clavo en el cuello la uña de algo parecido a un dedo y una sustancia negra empezó a gotear de ella. Poco a poco, los ojos de Victor empezaron a dilatarse, y los parpados se le abrían tanto que parecía que fueran a salirse de sus órbitas. La respiración del padre fue acelerando, su boca empezó a convulsionar una espuma rosada y su corazón empezó a ir a velocidades muy elevadas para cualquier humano. Su mente ya no estaba en ese cuerpo, solo era una masa de carne y huesos que funcionaba por reacciones neuronales. Bella miro con excitación el cuerpo de su padre y empezó a besarlo en los labios. - Papi, sé que me amas como a mama, hace tiempo que puedo saber lo que sientes. Lentamente, Bella le rompió los pantalones a su padre y esté mostró que su falo en efecto estaba erecto. Bella se puso encima de él, coloco el falo de su padre en la vulva, y se dejo caer encima de él. Una corriente de placer y dolor invadió a la Bestia y su himen se rompió. Y mientras cometía incesto, Bella le dijo de su padre. – No tenías que huir, Bella ama a Papi— esto fue lo último que escucho el hombre antes de morir... Categoría:Aliens/Ovnis Categoría:CC
|