Sasori puede disparar fuego de las tuberías en sus manos del usuario, como lanzallamas. Las llamas son tan fuertes como para fundir las rocas e incinerar un kunai de acero en un instante. Tienen un alcance bastante considerable y útil para atacar a mediana distancia. Cuando Sasori cambió de lanzallamas a pistola de agua y disparó hacia las rocas que había fundido y calentado, éstas reventaron de forma muy violenta, dando a entender que el calor de las llamas era de semejante magnitud como para que un chorro de agua destroce una roca calentada en un segundo.