| abstract | - thumb|350px|Caza Nephilim del Ala de Cuervo de los Ángeles Oscuros. Las ágiles aeronaves del Ala de Cuervo despegan tanto desde los hangares de caza de La Roca como de los Cruceros de Asalto de los Ángeles Oscuros. Aunque a veces escoltan a las Thunderhawks hasta sus zonas de desembarco, el papel principal del Caza Nephilim es el de interceptor para establecer la superioridad aérea sobre el campo de batalla, permitiendo a sus hermanos concentrarse en los objetivos de tierra sin temor a un asalto aéreo. Para pilotar una aeronave tan veloz, los Ángeles Oscuros han recurrido naturalmente al Ala de Cuervo, dado que la 2ª Compañía cultiva las habilidades necesarias para maniobras tan rápidas. Desde su fundación, todos los miembros del Ala de Cuervo han sido entrenados para pilotar todo vehículo que la Compañía utilice en combate. No obstante, son las escuadras 2ª y 3ª, más numerosas, las que han servido tradicionalmente como pilotos de primera línea. En general, los Ángeles Oscuros se muestran conservadores respecto a su equipo y prefieren las armas y vehículos regulares que han servido al Capítulo durante milenios. Los pilotos del Ala de Cuervo, sin embargo, no muestran esa obstinación. Aunque veneran las reliquias ancestrales usadas en campaña desde los días de la Gran Cruzada, constantemente piden a los Tecnomarines mejoras, modificaciones y aeronaves más modernas, cualquier cosa que les permita llevar más rápidamente la guerra hasta aquellos que se oponen a la voluntad del Emperador. thumb|left|258px Los Cazas Nephilim solo llevan en uso por los Ángeles Oscuros desde los últimos años del M40, cuando se descubrió la Plantilla de Construcción Estándar para los motores mejorados durante la persecución de un posible Caído, Baelor el Impostor, en el sector Nephilim. Esa tecnología fue empleada para modificar diseños antiguos con el llamado motor Lionheart, aunque muchas características se mantuvieron intactas para satisfacer a los Espíritus-Máquina. El resultado fue un caza más ágil y más veloz, incluso con una carga de armas mayor. Con un cañón láser acoplado montado en el morro, el Nephilim tiene el equipo ideal para derribar objetivos aéreos. Ha demostrado su valía en muchas ocasiones, siendo la más notable de todas la Batalla de Piscina IV, cuando un grupo de tres Cazas Nephilim derribó más de cuatro docenas de aparatos Orkos. Al mantener el cielo limpio de enemigos, permitieron que los Ángeles Oscuros y la fuerza de defensa planetaria en tierra resistieran ante la superioridad numérica pielverde. Dada su velocidad y la pericia de sus pilotos, solo era cuestión de tiempo que los Nephilim fueran llamados al combate. En el 146.M41, se encargó una misión especial de reconocimiento a una formación del Ala de Cuervo durante las grandes batallas de tanques que libraron la Guardia Imperial y los Eldars en el mundo de Kundra. Al adentrarse en territorio enemigo, los Escuadrones de Ataque del Ala de Cuervo vieron que habían cambiado las tornas; ahora les acosaba y rodeaba una hueste de tanques gravíticos. Incapaces de enfrentarse a tal número de blindados, el Ala de Cuervo solicitó el apoyo aéreo de sus hermanos. Descendiendo del perpetuo crepúsculo de ese mundo maldito, los Nephilim resultaron ser unos cazacarros más que capaces. Los aparatos armados con megabólteres Vengador demostraron su efectividad desbaratando escuadrones enteros de motos a reacción xenos, mientras que los equipados con Cañones Láser destruían los vehículos gravíticos más pesados. El cielo se nubló con las estelas de los misiles de los Nephilim y los Eldars se retiraron. Desde aquel día, los Ángeles Oscuros saben que, sea cual sea la situación y el enemigo, los ágiles Nephilim protegen el cielo sobre ellos, y los ángeles dominan los cielos.
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