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  • Tengo frío
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  • -¡Hey! Tengo frío! ¿Podrías regalarme una manta o algo para cubrirme? Eran las 10 pm y Carla estaba caminando sola en la calle, huyendo a paso rápido de un vago que infortunadamente se había encontrado. -¡El frío es realmente abrumador! ¡Por favor dame algo con que calentarme! Carla no volteó a mirarlo, solo caminaba apresurada buscando un lugar donde ponerse a salvo de un peligro casi seguro, su hija la esperaba sola en casa y esa era su más grande preocupación, más que temer por su vida, era el solo pensar en dejar sola a su hija en el mundo. -¡Bebé! ¡Prepárate para ir a la escuela! -¡Si mami!
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  • -¡Hey! Tengo frío! ¿Podrías regalarme una manta o algo para cubrirme? Eran las 10 pm y Carla estaba caminando sola en la calle, huyendo a paso rápido de un vago que infortunadamente se había encontrado. -¡El frío es realmente abrumador! ¡Por favor dame algo con que calentarme! Carla no volteó a mirarlo, solo caminaba apresurada buscando un lugar donde ponerse a salvo de un peligro casi seguro, su hija la esperaba sola en casa y esa era su más grande preocupación, más que temer por su vida, era el solo pensar en dejar sola a su hija en el mundo. -¡Por favor! ¡Me duele el cuerpo entero! ¡No siento mis dedos! ¡Tengo frío! Carla siguió su camino y después de recorrer un par de metros llego a su puerta, saco las llaves y se dispuso a introducirlas en la cerradura oxidada de su puerta, después de varios intentos logró abrir la cerradura, entro en la casa y cerró la puerta con fuerza, se apoyó en esta y dio un suspiro de alivio. Camino por el jardín y se dirigió a la habitación de su hija. Al entrar la encontró recostada en su cama durmiendo plácidamente, la calefacción estaba a 16 grados, la temperatura afuera fácilmente llegaba a los 3 grados bajo cero. Carla fue a su habitación, se recostó en la cama, tomó su pastillas para dormir y cerró los ojos. Los rayos del sol que entraban por un resquicio de las cortinas despertaron a Carla por la mañana, se levantó y se fue a la cocina a preparar el desayuno para ella y y su niña. -¡Bebé! ¡Prepárate para ir a la escuela! -¡Si mami! Carla y su hija desayunaron y salieron a tomar el bus que las dejaba en la escuela estatal, ya estando fuera de la casa se encontraron con María, la vecina que vivía frente a ellas. -Buenos días Carla, ¿supiste lo del tipo que encontraron a dos cuadras de aquí? -Buenos días María, ¿qué le pasó a ese tipo? -Murió congelado, anoche había estado bebiendo y su esposa lo echó de casa. Dejó una viuda y un huérfano, pena por ellos, pasare a darles mi pésame. Carla quedó muda por la impresión y sintió que se le revolvía el estomago. -Que tengas lindo día María. Carla tomó del brazo bruscamente a su hija y subió al bus que ya había llegado, durante el camino Carla ponderaba sobre lo que debía hacer, la culpa la estaba quemando, tenia nauseas y estaba indispuesta. Por fin decidió que debía hablar con la familia del hombre que ella había dejado morir. Detuvo el bus y bajó con su hija, tomó un taxi, fue a la casa de María y pidió la dirección de la familia de ese hombre, la casa estaba a tres cuadras de la casa de María, cuando llegó toco la puerta y le abrió un adolescente de unos 15 o 16 años vestido con una remera roja y pantalones muy gastados. -Hola mi nombre es Carla, quisiera… no se si podría hablar con tu madre, me enteré de lo de tu… de lo que pasó El adolescente cerró la puerta y esta se abrió después de unos segundos. -Buenos días, ¿en que puedo ayudarla? -Buenos días me llamo Carla, me enteré de lo que le pasó a su esposo, quería hablar con usted sobre algo que pasó anoche. -Qué pasó? -Bueno… me gustaría hablarlo con calma… no se si… -Pase. Carla agarró del brazo a su hija y entró a esa casa. Por dentro era muy desordenada, poco higiénica, con muy poca decoración, era el estándar de un hogar disfuncional. -Siéntese aquí Carla. ¿En que puedo ayudarla? -Bueno me enteré que su esposo murió anoche. -Mi esposo… ¿sabe por qué murió? -Me enteré que murió congelado -¿Y sabe por qué no estaba en su casa? ¿Durmiendo en su cama? -Hmm, no lo se -Porque yo lo eché Carla, yo soy la culpable de que haya muerto de la peor manera, ¡de que muriera solo y sufriendo a más no poder! -¿Disculpe cual es su nombre? -Me llamo Noelia. -Mira Noelia… hay algo que quiero contarte, sobre tu esposo. -No quiero saberlo, no quiero saber nada, mi familia sufre demasiado y necesitamos olvidar todo esto. -Noelia… anoche vi a su esposo, en ese momento no me di cuenta, pero creo que lo vi cuando estaba agonizando. Noelia la miro con ojos de incredulidad, y las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos. -Me siento culpable porque creo que yo dejé morir a su esposo, pero en ese momento creí que era un… un vago, y creí que quería asaltarme o hacerme algo, me rogaba por una manta o por algo para calentarse y yo simplemente huí de él… -Cállese. Hubo un silencio muy incomodo que se extendió por varios segundos. -Noelia yo… -¡No quiero escuchar más! -¡Lo siento! -¡No lo sienta! ¡No quiero que lo sienta maldita perra! Carla tomó a su hija en brazos instintivamente para protegerla de esa viuda airada. -¡Quiero que se largue de mi casa! ¡Ahora! En ese momento apareció el adolescente que les había abierto la puerta hace rato. -¿Mamá esta señora dejó que papá muriera? -¡Ve a tu habitación! -Mam… -¡Dije que vayas a tu habitación! El adolescente miró a Carla mientras se retiraba, tenía una mirada de odio, unos ojos enrojecidos por las lágrimas reprimidas y unas ojeras tenebrosas que asustaron a Carla. Carla salió de la casa, miró su reloj y vio que aun no era tarde para llevar a su hija a la escuela. Tomó un taxi y dejo a su hija. Eran las 2:30 de la tarde y Carla que no había ido a trabajar estaba en su casa bebiendo el vino sobrante de la navidad pasada. Al ver su reloj salto del sofá en el que estaba y se dirigió a la escuela. Al llegar buscó a su hija tranquilamente por toda la escuela, pero no la encontraba y comenzaba a preocuparse, su hija no estaba por ningún lado, Carla comenzó a desesperarse, buscó a Felipe el conserje y le preguntó por su hija. -¡Felipe! ¡No encuentro a mi hija! ¿La viste? -¿Su hija? Ella la se fue con su primo, ¿usted lo envió o no? -¿Su primo? ¡De que primo me está hablando! ¡Yo no envié nadie! -Pues un muchacho vino a recogerla diciendo que usted lo envió y que era el primo de su hija -¡Pero que clase de estúpido se cree ese cuento! ¿ Usted dejó que se la llevara? -¡Bueno no creí que pudiera estar mintiendo ¡Era un adolescente de unos 16 o 17 años! -¡Dios! ¡Puta! ¡Puta! ¡Puta! -¡Cálmese por favor! Su hija debe estar en su casa -¿Como era ese adolescente? -Lo que más note eran sus ojos enrojecidos y su ojeras, vestía una remera roja y pantalones rotos. Carla inmediatamente supo quien tenía a su hija, corrió a la calle, tomó un taxi y le dio la dirección de Noelia. Al llegar corrió a la puerta y comenzó a golpearla y a gritar. -¡Ustedes tienen a mi hija! ¡Quiero a mi hija! Malditos bastardos! ¡Abran la puerta! El taxista bajó del auto y trató de calmar a Carla, Carla le explicó que dentro de esa casa estaba su hija y el taxista tiró la puerta. Carla entró y encontró a Noelia con la boca llena de espuma y un envase de pastillas en su mano derecha, el taxista le tomó el pulso pero Noelia estaba muerta desde hacía unas horas. Carla desesperada recurrió a la policía, fue a una ventanilla de denuncias. -¿Buenas tardes en que puedo ayudarla? -¡Mi hija fue secuestrada y les exijo que me ayuden a buscarla! -¿Cálmese señora, cuando desapareció su hija? -¡Hace un par de horas fui a recogerla a la escuela y no la encontré! ¡El conserje me dijo que un muchacho se había llevado, conozco a ese muchacho pero no se donde podría estar! Ya fui a buscarlo a su casa y solo encontré a su madre muerta. -Está bien señora, su hija debe estar bien, debe esperar a que pasen 24 horas para que empecemos a buscarla, es el proceso para este tipo de casos. -¿Que no me escuchó? ¡Mi hija está en peligro! ¡ Entienda asno estúpido! -Señora por favor tranquilícese o voy a tener que arrestarla por agresión, deme una descripción de su hija y le llamaré si tengo noticias. Carla le dio la descripción y se fue, no podría obtener nada de la policía antes de las 24 horas reglamentarias. Buscó a su hija desesperada y consumida por la angustia, no descansó hasta que eran las 2 am. Muerta por el cansancio se fue a casa. Se bebió todo el licor que encontró y se quedó dormida en el sofá. Eran las 5 am y Carla despierta por el sonido del teléfono. -¡Diga! -¿Señora Carla? -¡Si! ¡Soy yo! -Encontramos a su hija, por favor venga a la estación y una patrulla la llevará al lugar. Carla salió corriendo y llegó a la estación, la patrulla la llevó a un terreno desolado no muy lejos de su casa, Carla bajó de la patrulla y fue corriendo hacia el lugar donde todos los policías estaban concentrados. Al llegar ahí vio a su hija tirada en el piso, sin pantalones, con un aspecto pálido. Tres metros más allá estaba el adolescente que la había secuestrado con el cráneo destrozado. Carla no podía creer lo que estaba viendo, no podía gesticular, no podía llorar, simplemente se quedo viendo como su hija yacía en el piso. Carla explotó. Comenzó a gritar y a llorar, el dolor que sentía era demasiado, su hija estaba muerta. Dos horas más tarde el forense fue con Carla para hablar con ella. -Buenas tardes, siento mucho lo de su hija. Carla no respondía, solo sollozaba sentada en una ambulancia. -El adolescente muerto no tiene signos de maltrato más que el cráneo destrozado, por la sangre que encontramos en la pared y por la posición en que fue encontrado el cuerpo presumimos que él se golpeó la cabeza solo, tal vez corriendo contra la pared o algo por el estilo… -¿Que le pasó a mi hija? -Es difícil explicar… -Quiero saber que le hicieron -Bueno, encontramos signos de maltrato grave, tiene una tibia fracturada, desgarres en la vagina y el ano, suponemos que fue abusada por el adolescente porque encontramos rastros de semen, su hija no fue asesinada, la encontramos amordazada y atada de pies y manos, presenta signos de congelamiento, al parecer el adolescente abuso de ella y dejó que muriera por el frío. Carla no podía llorar mas, las lagrimas no salían, el nudo en la garganta era insoportable. -Me iré a casa- dijo Carla -Una patrulla la llevará hasta allá -Gracias Carla llegó a su casa, abrió la puerta, entró, caminó por el jardín y se fue a su habitación. Eran ya las 2 pm y Carla estaba echada en la cama. Carla fue al baño, llenó la tina con agua caliente, se desnudó, se metió a la tina, estaba sumergida en el agua, tomó sus pastillas para dormir y cerró los ojos. La policía encontró el cadáver putrefacto de Carla un tiempo después. Grimforest (discusión) 23:27 24 jun 2015 (UTC)Grimforest Categoría:CO Categoría:Mentes trastornadas