abstract | - Durante nuestro asalto contra la Alianza Mortal, fuimos derrotados por sus hordas Tarkatan. Lo último que recuerdo fue ver a Raiden abriéndose camino hacia el pasillo principal. Fui resucitado más tarde por Onaga, quien controlaba mi mente y me obligaba a hacer cumplir su voluntad. La brutalidad que mostré como peón de Onaga me perseguirá siempre. Si no hubiera sido por Liu Kang, todavía estaría bajo el control del hechizo del Rey Dragón, matando a la gente por quien he dedicado mi vida a proteger. Ahora que mi alma está desencadenada, voy a por ti Onaga. ¡Es hora de que pagues!
|