| rdfs:comment | - Es difícil imaginar lo que se siente al ser secuestrado. Lo he intentado, a menudo, probablemente todos los días durante los últimos cuatro años. Imágenes de las situaciones ilimitadas, cualquier cosa, desde el primer contacto del secuestrador con el secuestro real y el posterior transporte, me ha atormentado durante muchas noches sin dormir. Nunca más que hoy en día, ya que resultó. Cuando abrí la puerta, un hombre corpulento con uniforme me saludó con tiernos ojos y dijo: Obviamente, él sabía que yo no estaba.
|
| abstract | - Es difícil imaginar lo que se siente al ser secuestrado. Lo he intentado, a menudo, probablemente todos los días durante los últimos cuatro años. Imágenes de las situaciones ilimitadas, cualquier cosa, desde el primer contacto del secuestrador con el secuestro real y el posterior transporte, me ha atormentado durante muchas noches sin dormir. Es difícil no centrarse en la traición que debe haber sentido la confianza de que extraño. El miedo absoluto y posible dolor que sintieron mientras tal vez ser arrastrado lejos en alguna furgoneta o un camión. Pensando en cómo pueden haberlo sometido si empezaba a remontada. Lamentablemente, lo único que me lleva cierto grado de comodidad es imaginar lo asomando un ojo o revienta el hijo de testículo es una perra con una fuerte patada. Ojalá que ahí es donde mi imaginación termina cuando yo habito en el secuestro de mi hijo. Pero no lo es. Ese agujero de conejo es profunda y llena de cosas que tienen días de mi vida con sólo pensar en ello. La verdad es que ni yo ni mi ahora ex marido saben lo que realmente sucedió. A veces creo que estoy literalmente en el infierno en la Tierra. Mi mundo ha sido al revés ya que mi hijo desapareció de mi jardín. Pensando hacia el futuro es imposible para mí ahora. Así que mis días están hacinados en mi casa, reviviendo cada detalle del día que desapareció. Lo más inquietante, sin embargo, es que el más mundano de cosas torturan lo peor; virando a través de la ventana de la cocina en el patio trasero que no he visitado en cuatro años y viendo los columpios abandonados al sol escurrido y diapositivas; escuchar el tema musical para el niño demuestra que rutinariamente observaba; ver la parte de atrás de una cabeza de un niño, que se parece un poco al mío si fuera cuatro años mayor, en la tienda de abarrotes o un parque o en todas partes. Lo peor sin embargo, es el sonido del timbre del teléfono. Cada vez que suena, mi cuerpo se llena de las emociones más contradictorias. ¿Es esta la llamada me entero de que está vivo o muerto? O peor, que no es ni. A decir verdad, un golpe en la puerta es igual de chocante. Nunca más que hoy en día, ya que resultó. Cuando abrí la puerta, un hombre corpulento con uniforme me saludó con tiernos ojos y dijo: "Señora, recibimos una llamada hoy. Al parecer, uno de sus vecinos permitió a su gato entrar en la casa "Las dos oraciones no podría haber sido más aplastante, otra daga de la esperanza perdida, pero este corte profundo en especial debido a la burla de su uniforme azul. A medida que la decepción me empapó de la cabeza al alma, los caballeros siguieron a pedirme un favor, "A través de los años el suelo debajo de las casas de este barrio tienden a hundirse un poco. Gatos Silly Love anidan allí. ¿Te importaría si entramos en su patio trasero y recuperar el gato debajo de su casa? Señora... ¿estás bien?" Obviamente, él sabía que yo no estaba. A medida que la sangre se agolpó de mi cabeza a mi corazón roto, yo humildemente murmuro: "¿Por qué no lo sé?" Categoría:Mentes trastornadas
|
