| abstract | - Se reportaron varios asesinatos la semana pasada en Córdoba capital, se estima que el número de muertos es de más 30 y por lo menos 5 personas muy heridas. La policía no encuentra explicación alguna sobre estos hechos, la única pista que encontraron las autoridades fue que en cada lugar donde hubo un asesinato, encontraron una cara feliz dibujada con sangre en una pared. Apagué el televisor y mi amigo y yo nos quedamos pensando. -¡Wow!, va a ser muy difícil poder salir a la calle de ahora en más Pecker... -Eso me preocupa demasiado, le respondí a mi amigo Fran. Yo solo me preguntaba quién era el responsable de estos asesinatos. De pronto un gran grito de agonía se escuchó desde la calle, mi amigo y yo nos dirigimos rápidamente a la ventana, pero cuando ya habíamos llegado para ver que pasaba, ya no había nadie. Abrimos la puerta lentamente y quedamos absolutamente horrorizados al ver un cuerpo totalmente descuartizado, quedé muy impactado viendo a la víctima. Fran me llamó, y le pregunté que pasaba, el señalo para adelante, una gran cara feliz estaba dibujada en una pared, quedé perturbado al igual que Fran. -Creo que mejor me voy a casa, hasta mañana... -Hasta luego, Fran. Fran parecía muy asustado y perturbado, el se retiró en total silencio y partió para su casa, así que yo también me fui a mi casa. Me fui directamente a dormir, pero lo ocurrido no me dejo dormir para nada. A la mañana siguiente tocaron la puerta, para mi sorpresa no había nadie, decidí acercarme a la vereda para ver si podía observar al que tocó la puerta, pensé que se trataba de una broma, así que me di la vuelta para volver a mi casa. En ese momento sentí que mi corazón se paraba, en mi puerta estaba escrito "El próximo sos vos". Me quedé dudando sobre lo que decía en mi puerta, no comprendía que estaba pasando, escuché un murmullo cerca mío, no sabía de donde venía ese ruido. Algo o alguien se asomó por unos arbustos, se asomaba lentamente, hasta que salió directamente hacia mi, noté que era una persona, aunque no lograba ver su rostro, levantó su cabeza y solo vi una mascara con una cara feliz. Reconocí esa cara, corrí lo más rápido que pude hacia la casa de Fran, de pronto todo un grupo de personas que estaban escondidas salieron y también me persiguieron, eran aproximadamente 15. Toqué demasiado fuerte la puerta de la casa de Fran. Él atendió muy rápido, me agarró el brazo y me metió dentro de su casa. -Me tomé todo este tiempo para averiguar sobre estos asesinatos, descubrí que es un grupo de personas sádicas que asesinan a una persona y luego dibujan una cara feliz con la sangre de la víctima demostrando que cumplieron su objetivo, esa cara feliz es el símbolo de este grupo ya que además de dibujarla también la usan como máscara. -¿Qué hacemos ahora?-le respondí. -Ya no hay escapatoria. ¡A defendernos! -¿Con qué?, con unos cuchillos no nos serviría -Hay una pistola en mi habitación. Vamos a buscarla ahora mismo. Un hacha rompió la puerta y un miembro del grupo entró, este le pegó con el hacha a Fran en el estómago, sangrándolo gravemente. Intenté ayudarlo, pero el miembro empezó a descuartizar a Fran. Sabía que estaba perdido, así que subí las escaleras y en ese preciso instante sentí que algo me golpeó la espalda, di la vuelta solo para ver que mi amigo había sido decapitado, por quedar viendo tanto tiempo la cabeza de Fran, el miembro subió las escaleras rápidamente y me pegó en la pierna derecha, me retorcí de dolor, mientras que el sujeto me seguía pegando, cuando el estaba por dar otro golpe, yo le detuve justo la mano, aproveché para sacarle el hacha y le destrozé la cara, haciéndolo caer rodando por las escaleras, mientras que en ese momento los otros miembros del grupo entraron a la casa. Yo me arrastré hasta la habitación y vi la pistola, un miembro apareció bruscamente en la puerta de la habitación, tomé la pistola y le disparé directo en la cabeza. Salí de la habitación y disparé a todos los miembros que subían las escaleras, el arma se quedó sin balas, para mi suerte todo el grupo había muerto, o eso creí yo: un miembro se apoyó sobre una pared y empezó a dibujar una cara, pero esta estaba distinta ya no era una cara feliz, si no una triste, eso dio a conocer que su objetivo falló. El último miembro del grupo cayó fuertemente al piso, finalmente muriendo. Llamé a una ambulancia y luego a la policía. Después de todo lo sucedido, la ambulancia me llevó al hospital para curar mi pierna, días más tardes me recuperé y volví a mi casa para seguir mi vida normal. Nunca me voy a olvidar de ese día.
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