| rdfs:comment | - Una noche de invierno, no recuerdo el día, pero en el año 1956, una muchacha de nombre Dennis Hopkins de 19 años fue asesinada y violada. Sus padres nunca se recuperaron de esta gran pérdida, ya que ella era única hija en la familia. Charlaron largo rato, cuando ella comenzó a tiritar. Él le preguntó qué le sucedía y ella dijo que tenía frío. Él le ofreció su campera, y ella aceptó. En ese momento, se le volcó un poco de café en la campera, así que quedó con una mancha marrón pequeña. Richard dijo que eso no importaba, que iría a buscar la campera a su casa si Dennis le indicaba su dirección.
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| abstract | - Una noche de invierno, no recuerdo el día, pero en el año 1956, una muchacha de nombre Dennis Hopkins de 19 años fue asesinada y violada. Sus padres nunca se recuperaron de esta gran pérdida, ya que ella era única hija en la familia. Cinco años después, una noche negra de invierno, en 1961, un muchacho, Richard Jordan, visitó con sus amigos un bar, donde conoció a una muchacha muy bella, pálida, de cabello negro y lacio, que tomaba una taza de café. Richard, hechizado, se dirigió hacia la bella y pálida damisela para charlar un rato con ella. Le preguntó amablemente su nombre y dijo llamarse Dennis Hopkins. Charlaron largo rato, cuando ella comenzó a tiritar. Él le preguntó qué le sucedía y ella dijo que tenía frío. Él le ofreció su campera, y ella aceptó. En ese momento, se le volcó un poco de café en la campera, así que quedó con una mancha marrón pequeña. Richard dijo que eso no importaba, que iría a buscar la campera a su casa si Dennis le indicaba su dirección. Tras dársela, la joven le comentó que era ya tarde, que debía irse. Richard se despidió de Dennis. Al día siguiente, él fue a la casa de la muchacha pálida. Quien contestó a la puerta parecía ser su madre. Richard le preguntó si Dennis se encontraba, pero la mujer palideció. Dijo que no quería que le hicieran bromas de ese tipo. Richard preguntó algo asustado a qué se refería. Ella entonces le comunicó que Dennis había muerto en 1956. Él insistió en que eso era imposible, que estuvo con ella la noche anterior. La madre le ofreció ir al cementerio para comprobarlo. Él aceptó. Acordaron encontrarse esa noche a las 20: 00 hs, en el cementerio, lo cual sucedió. Junto a la lápida el muchacho descubrió su campera, con la mancha café.
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