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  • Mizzy
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  • Un día tormentoso hace 7 años, una mujer falleció poco después de haber dado a luz a su bebé. La madre era viuda por lo que el bebé nació huérfano. Este bebé era una niña, era peculiar, sus ojos eran de un rosa intenso y era pelirroja. Como la niña ya no tenia parientes, la llevaron a un orfanato. Una vez ahí, todos empezaron a llamarla Mizzy. El señor le dio en primer lugar toda la vida que un niño de su edad desearía, comida, dulces, ropa decente, muñecas y otras cosas. Mizzy le agarró confianza al señor que ni siquiera sabia su nombre, ni de el de del de ella.
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  • Un día tormentoso hace 7 años, una mujer falleció poco después de haber dado a luz a su bebé. La madre era viuda por lo que el bebé nació huérfano. Este bebé era una niña, era peculiar, sus ojos eran de un rosa intenso y era pelirroja. Como la niña ya no tenia parientes, la llevaron a un orfanato. Una vez ahí, todos empezaron a llamarla Mizzy. Lo único que tenia como compañía Mizzy, era un peluche un poco raro, mitad blanco mitad negro con ojos azules. La pequeña creció siendo inocente y cariñosa pero mientras mas crecía, algo muy adentro de ella también crecía más y más, algo que era todo lo contrario de lo que era la dulce Mizzy. Cierto día, Mizzy contaba con 7 años ya, el orfanato cayó en quiebra y tuvieron que regalar a los niños a la gente que pasaba por la calle; algunos afortunados fueron dados a familias cariñosas mientras que los desafortunados fueron dados a asesinos o incluso violadores o traficantes de órganos, pero Mizzy exactamente no cayo en ninguno de ellos, fue entregada a un señor junto su peluche. El señor le dio en primer lugar toda la vida que un niño de su edad desearía, comida, dulces, ropa decente, muñecas y otras cosas. Mizzy le agarró confianza al señor que ni siquiera sabia su nombre, ni de el de del de ella. El tiempo pasó y el señor se tornaba cada vez más violento con ella hasta que un día la violó. Mizzy obviamente estaba mas que asustada hasta que soltó un grito que le helaría la sangre a cualquiera. El señor se paralizó y se puso pálido como la nieve cuando empezó a escuchar risas malévolas proviniendo de la destrozada Mizzy. El señor le vio la cara a la niña rota y vio como de su boca se formaba y crecía una sonrisa tan diabólica que es imposible describirla y sus ojos de un tono más pálido del que todos conocían. Mizzy empezó a dar carcajadas como psicópata mientras que el señor retrocedía asustado. Mizzy se puso de pié y miró al señor fijamente mientras abría su boca dejando mostrar como sus dientes resalen salidos se transformaban en unos colmillos afilados y largos. Ella se lanzó sobre el señor, mordiéndolo y haciéndolo sangrar alarmante mente hasta que murió desangrado. Ella reía y se limpió la boca cubierta de sangre hasta que se desmayó y despertó al instante. Era ella otra vez, la dulce Mizzy. Ella notó lo que había hecho, lo recordaba perfectamente bien. Se metió a bañar, se vistió, agarró su peluche y se fue llorando de ahí. Nunca se le volvió a ver.