PropertyValue
rdfs:label
  • Que esta pasando
rdfs:comment
  • No consideraría esto como una historia realmente, sino como un relato de lo que me está pasando en estos instantes; es confuso, es difícil de explicar y aunque tengo alguna idea, no sabría estructurarla. Seguramente no me creerán por lo inverosímil que es, pero realmente estoy asustada. Pensarán: "Si tanto miedo tienes, ¿por qué estás aquí escribiendo en lugar de hacer algo?", pero la cuestión es que no logro reunir el valor siquiera para salir de mi hogar; siento que si lo hago traeré problemas. Creo que tiene que ver con mis oídos. Voy por el pasillo camino a mi habitación.
dcterms:subject
abstract
  • No consideraría esto como una historia realmente, sino como un relato de lo que me está pasando en estos instantes; es confuso, es difícil de explicar y aunque tengo alguna idea, no sabría estructurarla. Seguramente no me creerán por lo inverosímil que es, pero realmente estoy asustada. Pensarán: "Si tanto miedo tienes, ¿por qué estás aquí escribiendo en lugar de hacer algo?", pero la cuestión es que no logro reunir el valor siquiera para salir de mi hogar; siento que si lo hago traeré problemas. Tengo una extraña sensación pero nadie está cerca mío; si lo estuviera, creo que en mi estado no peligraría. Pero si sigo con mis rodeos no podré explicarles, así que será mejor contar lo que me sucede. Usualmente, cuando llego a casa de mi madre por las mañanas enciendo la computadora. Lo común es que apenas lo haga revise mis redes sociales, algunos vídeos o me entretengo leyendo en sitios como este. Como cualquier otro día, llegué e hice lo de costumbre: como siempre oigo la música a todo volumen, por lo que no me entero mucho de los ruidos a mi alrededor; por esto es normal que no conteste el teléfono. Ahora, las bocinas parecen tener un problema, no han funcionado de lo mejor. El sonido (a pesar de que el volumen está en el máximo) se oye muy bajo, y así he estado por al menos un par de horas, entreteniéndome en conversaciones, vídeos y demás. En todo este raro no he visto a mi madre, aunque cuando llegué ella me recibió; puede ser que salió sin que lo notara a alguna de sus reuniones de trabajo. Ahora que me fijo, parece ser más tarde de lo que recordaba; el cielo está muy oscuro. Será que va a llover. El sonido se ha ido alterando: se sube y se baja sin que yo haga nada. Me rodeó un olor muy fétido similar al excremento; es muy desagradable y huele demasiado fuerte. Una extraña sensación de inseguridad me invade; no quiero voltear a ver abajo de la silla o atrás de mí, tengo mucho miedo aunque no sé si haya algo. Siento alguna anomalía en mi espalda, un dolor punzante; lo único que he hecho es notificar a mi esposo por chat pero no parece querer responder. El olor llega a un punto en el que me hace sentir mareada. El ambiente es sorprendentemente frío, no sé por qué si estamos en verano... El sonido de la PC está distorsionado, lo oigo de una forma y de otra: lo silencié un momento y al parecer pasa lo mismo con todos los sonidos de alrededor. Creo que tiene que ver con mis oídos. Mi espalda sigue doliendo, y he decidido que lo mejor sería ir a acostarme un rato; quizás así se pase. Dejé una breve despedida a mi esposo, que nunca respondió a pesar de ver mis mensajes. No me molesté en apagar la computadora y me levanté, con una pesadez extraña. Me cuesta mover mi cuerpo. ¿De dónde podría venir ese olor? No teníamos ningún animal que defecara por ahí o algo así; quizás un animal muerto afuera, cosa que dudo. Voy por el pasillo camino a mi habitación. Me sentí fría de pánico al ver allí, en el final del pasillo, el cuerpo de mi madre sin vida. Algunas heridas asomaban en su pecho, que quizás eran puñaladas, y en su cara adorna una expresión de horror. A juzgar por su estado, seguro llevaba ya un tiempo allí. Miro a la pared. Un espejo de cuerpo completo mostraba la sangre que escurría de mis labios y el poco brillo de mis ojos; mi cuerpo parecía algo hinchado y había algo que sobresalía de mi espalda... Me giré para detallarlo: un cuchillo, clavado hasta el mango. Había más heridas de puñaladas alrededor de él. La desesperación era grande. No entendía nada; pensé que quizás me habían atacado en algún momento, pero, ¿cómo no lo recordaba? ¿Cuándo pasó? ¿Qué está pasando? Ahora sé qué era ese olor. Es un cadáver; quizás el de mi madre, ¿o tal vez el mío? Con la mente en blanco fui hacia mi computadora, esperando avisarle a alguien cercano de mi estado y pedirle ayuda: mi esposo sería lo indicado. Mas, al ver el chat con él, que había dejado abierto, solo encontré un mensaje escrito a la rápida que respondió todo: