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  • El Humanoide de Flatwoods
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  • Sucedió un 12 de septiembre, en el año 1952. En el pueblecito norteamericano de Flatwoods, en el estado de West Virginia. Alrededor de las 19:15 horas un grupo de chicos que jugaban al rugby vieron caer una luz en las cercanías de una granja, que identificaron como un meteorito. Antes de que vieran aquello que les cambió la vida para siempre a ellos y al pueblo entero, observaron una luz rojiza intermitente. Poco después el perro que iba con ellos, instintivamente huyó del lugar, inquietando más aún al grupo.
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  • Sucedió un 12 de septiembre, en el año 1952. En el pueblecito norteamericano de Flatwoods, en el estado de West Virginia. Alrededor de las 19:15 horas un grupo de chicos que jugaban al rugby vieron caer una luz en las cercanías de una granja, que identificaron como un meteorito. Antes de que vieran aquello que les cambió la vida para siempre a ellos y al pueblo entero, observaron una luz rojiza intermitente. Poco después el perro que iba con ellos, instintivamente huyó del lugar, inquietando más aún al grupo. Se percataron de la existencia de un par de luces brillantes que por su altura pensó que pertenecerían a algún animal subido a un árbol. Al enfocar al supuesto animal con la linterna, se quedaron estupefactos. ¿Cómo se sentirían ustedes si al enfocar con la linterna a un punto de la oscuridad descubren que se hallan a pocos metros de un ser gigantesco de entre tres y cuatro metros? Según relataron los testigos más adelante, tenía los ojos naranja verdoso, la cabeza redonda y de un color rojo intenso, ésta coronada por una especie de capucha terminada en punta. Sólo la mujer se percató del atuendo del gigante, algo así como una túnica oscura terminada en falda. El enorme ser desprendía un nauseabundo olor a azufre (muy común en los avistamientos ovni de todos los tiempos, como veremos a continuación). Parecía flotar sobre el suelo e intentó acercarse a los presentes emitiendo un silbido, lo que provocó la huida en estampida del grupo. Tras su encuentro con la criatura, varios integrantes del grupo que fue a la colina el 12 de septiembre dijeron sentirse enfermos durante algún tiempo con síntomas que concordaban, un fenómeno que atribuyeron a la exposición al sonido de la criatura. Entre los síntomas se incluía la irritación en la nariz y la hinchazón en la garganta. Lemon tuvo vómitos y convulsiones durante toda una noche, y tuvo algunas dificultades con su garganta varias semanas después del encuentro. El médico que trató a varios de los testigos, dijo que los síntomas se parecían a los de alguien que había sido expuesto al gas mostaza, aunque estos síntomas también podrían encontrarse comúnmente en personas que sufren de histeria, que puede desencadenarse por una exposición traumática o chocante.