| abstract | - Jamás creí que algo así me sucedería a mi o a otra persona, aun desde pequeño fui alguien que nunca creía en supersticiones, cuentos de fantasmas y terror, para mí no eran más que puras mentiras, cosas que si bien eran interesante escucharlas y que la verdad me agradaba hacerlo para nada creía en ellas, y cuando me hablaban del tema de cómo podía ser tan idiota de que había pruebas en esos típicos programas de televisión, creados para el simple hecho de ganar audiencia y presentaban hechos falsos aunque muy elaborados la verdad siempre les respondía con la trillada frase: No creeré hasta verlo por mí mismo. ¿Irónico no? Que el destino se haya comprometido a que me tragara mis palabras. La verdad es el tipo de cosas que menos te esperas, era un día como cualquier otro, como de costumbre me dirigía a mi patético trabajo de medio tiempo después de finalizar la escuela, aún tenía dieciséis años pero un poco de dinero propio no venía mal o bueno eso decía mi padre. Luego de cinco horas de trabajar terminaba mi jornada, acabando por este día mis labores o claro a menos que un cierto profesor cuya apariencia me recordaba en forma de burla a Adolf Hitler, y para mi mala suerte era de esa manera. Con unos veinte minutos de viaje en mi pequeño y viejo auto llegue a mi casa, en cuanto entre note que nadie se encontraba, luces apagadas y no estaba el carro de mis padres, habían salido de seguro a comprar algo o a dar una pequeña vuelta, bueno como fuera yo tenía que concentrarme en las tareas que tenía para ver si me sobraba algo de tiempo antes de dormir para un poco de ocio. Mi habitación era un poco amplia, sus paredes eran todas blancas, una cama en el centro, con dos muebles alrededor de ella, y claro no podía faltar la televisión colgada en la pared en frente de esta donde podía ver mis programas favoritos en la comodidad de mi cama sin problemas, y claro en un rincón se encontraba mi computadora de escritorio, era algo vieja la verdad no era de esas cuyo monitor era de pantalla plana y eran novedosas, pero por lo menos funcionaba totalmente bien con su humilde XP. -Son las 8:25 PM es algo tarde y tengo algo de tarea, pero vamos Mark no te harán daño 10 minutos en la computadora- La prendí y espere a que estuviera lista para usarse, solo había un usuario y no tenía contraseña así que accedió sin que yo tuviera que intervenir. Moví el ratón y abrí el navegador de internet, coloque el puntero en la barra de direcciones y con velocidad comencé a escribir Facebook, aunque claro en cuanto se autocompleto simplemente di entre y accedió. Tenía un solo mensaje, abrí este para ver de qué se trataba, se encontraba en la carpeta otros y para quienes no lo sepan era porque no lo tenía agregado. El nombre del remitente era solamente “?????” Lo cual me resulto extraño desde que lo leí, hasta donde yo sabía era imposible poner ese tipo de caracteres en el nombre en Facebook. Con lo que respecta al mensaje decía lo siguiente: Me dio frio, sentí un gran escalofrió y una sensación molesta, algo que aunque no quería admitir sabía que era, era miedo ¿Pero porque miedo? Solo era un mensaje, podía ser una broma de cualquiera, y no es como si fuera la primera cosa que alguien intentaba para intentar asustarme y luego verme la cara. Pero a diferencia de esas ocasiones el nombre del usuario que me lo enviaba era sospechoso, tal vez habían encontrado un truco en la red circulaban muchos no me extrañara que algo así fuera posible. En lo que respecta a la solicitud enviada fue tenebroso que cuando leí la última palabra salto en el icono correspondiéndose mostrándose como un uno, muchos dirían que simplemente espero que se viera el “Visto” para mandarla, pero no podía ser eso, porque el mensaje tenía dos horas desde que fue enviado, dudo que alguien llegara tan lejos hasta que saliera tal anuncio de parte de Facebook, aun así eso solo indica que abrí el mensaje pero no que lo he leído o lo hecho por completo, calcular el tiempo que me tardaría leerlo desde que apareció el visto no sería muy seguro hacerlo y menos tener tal precisión de hacerlo justamente cuando acabara como decía, no era una coincidencia ni mera suerte, esto me daba un mal presentimiento. -Cálmate, intenta pensar, esto es una mera broma, si sin importar lo que has pensado es una broma, vamos solo hay que darle lo que quiere e igual yo no creo en estas cosas ¿verdad? Solo le doy aceptar y nada sucederá, ni que me fuera a morir por hacerlo. Sin importar lo que decía, aquel sudor que bajaba por mi frente indicaba que estaba un poco asustado por lo menos, no hacía calor siquiera, y mi mano temblaba un poco, no creía que me encontraba en esa situación, si me acobardaba por un poco de miedo e inseguridad de seguro me reprocharían mis amigos de que un simple mensaje fue suficiente para asustarme, solo debía aceptar y probaría mi punto, se darían cuenta de que nada de estas cosas me intimidaban y ni creía en ellas. Aun temeroso aunque lo negara, moví lentamente el puntero hasta el icono de Facebook, di clic se abrieron las solicitudes o hasta las que ya había aceptado, como antes aparecía “?????” y el mensaje típico de que quería ser tu amigo, deteniéndome un segundo para pensar di clic, agregándolo en el acto a mi lista de amigos. Casi al instante la ventana del chat se abrió con ese contacto, dándome un pequeño saludo lo cual me hizo respirar con más normalidad como lo estaba haciendo anteriormente. ?????: Hola. [Mensaje enviado a las 8:41 PM] Mark Rodríguez: Hola… ¿En verdad creíste que me engañarías? Anda dime quien eres. [Mensaje enviado a las 8:43 PM] ????: ¿Engañarte? No te estoy engañando [Mensaje enviado a las 8:43 PM] Mark Rodríguez: ¿En serio? Anda pues demuéstrame que me equivoco tal como lo dijiste. [Mensaje enviado a las 8:44 PM] ???: Todo a su tiempo… mira ¿Vez el cambio de mi nombre? [Mensaje enviado a las 8:45 PM] Mark Rodríguez: Sí, desde que comenzamos a hablar han disminuido los signos hasta tres ahorita, aunque no lo había notado hasta que eran tres ¿Y eso qué? Como si fuera cosa paranormal cambiar el nombre en Facebook. [Mensaje enviado a las 8:47 PM] ??: No es nada sobrenatural aún, es simplemente la cuenta regresiva, creí que de ese modo sería interesante. [Mensaje enviado a las 8:47 PM] Mark Rodríguez: LOL Qué miedo das ¿Y cuenta regresiva para qué? [Mensaje enviado a las 8:48 PM] Cuando habíamos comenzado la conversación estaba más tranquilo y ya daba por hecho que era una simple broma bien elaborada, ya solo quería saber quién era para restregarle en la cara que había fallado en asustarme. ?: Seré amable y te daré una advertencia, cada vez que me contestas puedo hacerlo yo, y cuando lo hago se disminuye un signo, ya solo falta uno, si me vuelves a escribir la cuenta llegaremos a cero, y el fin habrá llegado, claro que si no lo haces nada pasara, vamos es tu última oportunidad. [Mensaje enviado a las 8:50 PM] Titubee por un segundo, pero al final de cuentas pensé que era su último recurso para intentar asustarme, no caería en sus juegos, no lo haría yo soy más inteligente que él. Mark Rodríguez: Lo espero con ansias. [Mensaje enviado a las 8:50 PM] Presione la tecla entre, como lo había hecho para entrar a la red social y como lo había hecho varias veces para entregar cada uno de mis mensajes, era una tecla curiosa, quien diría que tal cosa llevaría a lo siguiente, si presionar eso o no era de lo que dependía mi destino, fui un ingenuo. : Como siempre fáciles de manipular J [Mensaje entregado a las : .] Fue cuando lo sentí, si aquel dolor punzante en mi pecho, y a la vez una risa que retumbaba en mi cabeza, una carcajada de burla y a la vez maligna, ahora lo entendía, mientras mi vista se me nublaba, me tambaleaba y estaba a punto de caer, me daba cuenta que del error que había cometido, tenía miedo, miedo a la muerte, pero no lo era todo, había otro tipo de miedo o de angustia mejor dicho, si solo el hecho de pensar en esa pregunta, si esa pregunta ¿Qué hubiera pasado? Sí que hubiera sucedido si no hubiera cedido a sus provocaciones, el solo simple hecho de aceptar la solicitud, una oportunidad para vivir perdida o la otra que se dio durante la conversación, si otra o mejor dicho cinco desperdiciadas, tantos caminos, cuantas alternativas que me hubieran llevado a la sobrevivencia y uno al final, si al maldito final, y aun en la infinita oscuridad en la que me encuentro, me sigo preguntando:
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