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  • El brony
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  • En un condado de Estados Unidos surgió una historia que se suele interpretar como una farsa. Se ignora su nombre: solo se conoce como "El Brony Maldito". Un texano, que tenía bajo su poder extensos terrenos, sostenía una familia conformada por su esposa, dos niñas pequeñas y un joven varón que estudiaba en la universidad. Pero el realismo procurado no era suficiente. El Brony quería más. Así que cegó a las yeguas aplicando inyecciones de pintura blanca, imitando las pupilas de los ponis de las caricaturas. Pinkie Pie no fue difícil, solo requería ser pintada.
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  • En un condado de Estados Unidos surgió una historia que se suele interpretar como una farsa. Se ignora su nombre: solo se conoce como "El Brony Maldito". Un texano, que tenía bajo su poder extensos terrenos, sostenía una familia conformada por su esposa, dos niñas pequeñas y un joven varón que estudiaba en la universidad. Era una familia normal de clase pudiente, con las rutinas normales propias de las edades de los miembros de la familia. Las niñas pequeñas eran fieles seguidoras del programa de dibujos animados "My little Pony" y el padre, deseoso de pasar más tiempo con sus pequeñas comenzó a acompañarlas mientras veían su programa favorito. Sin embargo cada vez pasaban más y más horas viendo ese programa y aunque a la esposa le pareció algo raro el que su marido empleara tantas horas para ver un programa infantil, lo dejó pasar por alto pensando que su marido trataba en realidad de estar todo el tiempo posible con sus hijas. La conducta del esposo fue cambiando rápida y drásticamente, se proclamó a sí mismo y a sus hijas como "Bronies", es decir fanáticos de la serie televisiva ya mencionada, y comenzaron a adquirir los productos mercadológicos que la serie ofrecía, es decir, toda clase de muñecos, estampas y decorados. Las niñas estaban realmente felices. Un día la esposa y las hijas decidieron hacer un viaje para visitar a su hijo. No sólo porque ya habían transcurrido meses sin verse, sino porque la esposa quería comunicarle a su hijo la preocupación que tenía sobre el cambio radical de actitud del padre de familia. El padre sufría a esas alturas unos cambios inefables y rotundos: se volvía Brony pero en un grado demente. Prácticamente toda la casa, incluso el cuarto matrimonial, estaba lleno de posters de ponis, las paredes de su casa tapizadas con los personajes de la serie, incluso alteró su foto de bodas haciendo parecer que los ponis habían asistido ese gran día. Lo que más afectó a la esposa era el que su marido la obligase a tener relaciones sexuales usando una botarga de Pinkie Pie, su personaje preferida. "El Brony" sabía que su familia tardaría aproximadamente un mes, así que decidió darles una sorpresa. Habló con un criador de caballos para que poblase de yeguas sus fértiles terrenos. Esto con un macabro objetivo: crear su propio Ponyville. Se colocaron árboles pintorescos dotados de manzanas falsas. Consecuentemente se trasladaron a sus veras seis yeguas menores de piel blanca, a las que se sometió a un atroz crimen, aliado el hombre a otros bronies dementes. Disponiendo de los pobres animales en estrechos corrales, los inmovilizaron por medio de fuertes nudos, les amputaron las pezuñas y las reemplazaron por tapas protectoras. Se les inyectó a continuación silicona para engordarlas. Inválidas las yeguas, las cuatro patas inmóviles, se les amarró a ambos lados de sus cercos reducidos para que se sostuviesen en alto. Seguidamente las pintaron como los personajes de la serie y cruelmente tatuadas con las Cutie Marks. Para que los animales expusieran esa característica expresión de las caricaturas, se les estiró las caras con el fin de anular la mínima arruga, lo que devino en un impedimento para alimentarse, cuestión que se solucionó suministrándole los nutrientes a través de líquidos y sondas. Las crines se les cortó al ras de la piel, cambiándolas por unas pelucas especiales, diseñadas para sus cabezas. Y las adhirieron a sus cabezas con solventes poderosos y las peinaron. Pero el realismo procurado no era suficiente. El Brony quería más. Así que cegó a las yeguas aplicando inyecciones de pintura blanca, imitando las pupilas de los ponis de las caricaturas. " Yo me enamoré de los ponis modernos, parecen antiguos", decía el depravado insatisfecho. Les cercenó los párpados para dar la ilusión de ojos de mayor envergadura. Puesto que parecía irregular el parecido, les practicó una especie de lentes de contacto gigantes. Clavó alfileres en la retina de los animales, logrando que adonde dirigiesen la mirada, la lente se adaptase a su movimiento. Las miserables yeguas jadearon de dolor agónico. Para crear a Applejack, se le cosió a una de estas un sombrero idéntico, y se le acomodó una pata, asemejando que tomaba manzanas de un barril. Pinkie Pie no fue difícil, solo requería ser pintada. Para crear a Rarity y Twilight, se les colocó a dos yeguas cuernos de antílope ilegalmente conseguidos. Se les cortó la circunferencia del cuero cabelludo y se ajustó el cuerno adherido: la idea consistía en aguardar a que se aclopase, cuando sanas, a su cráneo como un agregado más. A Fluthershy y Rainbow Dash se les diseñó unas alas automáticas, que les permitía movilizarse a control remoto. Cuando la familia llegó, el Brony, orgulloso, les privó de sus cuerdas a los "ponis" y posando junto a su horrible obra, le dio la bienvenida. Ellos creyeron que se trataba de muñecos. La esposa se acercó y las hijas, en su curiosidad, también lo hicieron. Oyeron gemidos y la madre vio la sangre que manaba del lagrimal de uno de los animales. Aterrorizados retrocedieron. El Brony le dio su celular a su mujer, solicitándole una foto. Pero ella se negó y lo maldijo crudamente al tiempo que le pedía una explicación racional de lo que estaba pasando. -Mi verdadera familia me prestó ayuda, pero ya se marchó-sonrió él. Tomando su celular él le pidió a su hija menor que se acercara. Esta se negó, corriendo a los brazos de su madre provocando la ira del padre. Insistió que le tomara una foto, pero la madre le gritó exigiéndole que la dejara en paz. Devorado por una furia incontrolable, el Brony se abalanzó sobre las dos, golpeándolas salvajemente. Una patrulla del condado ya estaba en camino, alertada por el hijo venido de la universidad. Después de un enfrentamiento entre el desquiciado y la policía, no hubo remedio y se abrió fuego. El Brony fue llevado a un hospital junto a su esposa y sus hijos. Los animales fueron sacrificados y, una vez se curó, el hombre fue internado en un manicomio. En cuanto a la esposa, originaria de Holanda, se marchó a su tierra natal en compañía de sus hijos, deseosos de una nueva vida.