PropertyValue
rdfs:label
  • Enterrado vivo
rdfs:comment
  • Esto tal vez parezca ridículo, pero tengan en cuenta que en esta época no había doctores como el estimado Dr. Gregory House que tiene la habilidad de resolver cualquier enfermedad en 42 minutos. Si tu ibas al doctor con un resfriado en esos días, el tal vez te hubiera cubierto en sanguijuelas y probablemente te hubiera prescrito heroína para eliminar el resfriado. El único método que tenían para determinar si una persona había muerto era, inclinarse y gritarle en la cara “DESPIERTA!!” una y otra vez. Si no reaccionabas, te enterraban. (En algunas ocasiones revisaban si aun latía el corazón)
dcterms:subject
abstract
  • Esto tal vez parezca ridículo, pero tengan en cuenta que en esta época no había doctores como el estimado Dr. Gregory House que tiene la habilidad de resolver cualquier enfermedad en 42 minutos. Si tu ibas al doctor con un resfriado en esos días, el tal vez te hubiera cubierto en sanguijuelas y probablemente te hubiera prescrito heroína para eliminar el resfriado. El único método que tenían para determinar si una persona había muerto era, inclinarse y gritarle en la cara “DESPIERTA!!” una y otra vez. Si no reaccionabas, te enterraban. (En algunas ocasiones revisaban si aun latía el corazón) La preocupación de ser enterrado vivo en ese entonces era tan real que algo que tenían que tener los adinerados y paranoicos era el “ataúd de seguridad” que permitía a los que estaban dentro del ataúd hacer señales al mundo exterior (usualmente tocando una campana o alzando algún tipo de bandera) para avisar que habían despertado 6 pies bajo tierra. Aunque, responder al llamado de esa campana es una muy buena manera de ser emboscado por un zombie. Desafortunadamente los ataúdes de seguridad ya no están de moda, así que si estás en un cementerio y escuchas una voz extraña diciendo: “OK muchachos, la broma se terminó, déjenme salir” sería una buena idea informarle rápidamente a alguien con una pala. La oración anterior obviamente era un chiste, no es posible que algo así pase en nuestros días. Uh, bueno, excepto por esta historia en Venezuela de un hombre que se despertó mientras le hacían la autopsia. Pensándolo mejor no sería malo considerar agregar una línea en tu testamento que diga que seas enterrado con un taladro de gas en tu ataúd para cuando te vayas.