| abstract | - Aún siento su respiración en mi cuello; aún me susurra a los oídos. Una noche, cuando no podía dormir por culpa de un fuerte dolor de cabeza, bajé a buscar unas aspirinas. Me fui a la cocina por un vaso con agua, subí y me senté en el mueble. En ese momento sentí que mi habitación no era la misma: cundía un ambiente muy tenso. Me acosté y sentí que alguien se recostaba a mi lado; me paralicé. No podía moverme, quería salir corriendo, pero no podía... Después de unos minutos sentí que eso que estaba acostado en mi cama se estaba acercando a mí, sentí unas mordidas un poco fuertes en la espalda. Pero allí no había nadie. Grité y salí corriendo. Amaneció. Y yo desperté en mi cama. Me consolé creyendo de solo había sido una pesadilla. Me fui a ver a un amigo que vivía por donde mis padres, con quien disfruté un largo día, de tal modo que mi experiencia paranormal parecía cosa de siglos pasados. De regreso a a casa, a mi automóvil se le agotó el combustible… ¡Dios, por qué me pasaba esto a mí!? Caminé hasta la carretera a coger un taxi, pero no pasaba ninguno y ya era de noche. El ambiente se puso tenso, la misma sensación de la anterior noche me agobió terriblemente. En ese momento sentí que algo me abrazó por la espalda dejándome sin aire. Y lo oí, lo que fuese que estuviese allí, me habló con una voz inhumana y de ultratumba: “Te acompañaré”. Categoría:Fantasmas
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