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  • Colocación de obstáculos
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  • La colocación de obstáculos es una estrategia cognitiva mediante el cual las personas tratan de evitar el esfuerzo con la esperanza de evitar que un pósible fracaso dañe su autoestima. Ésta teoría fue planteada por Edward E. Jones y Steven Berglas, quienes afirman que las personas se crean obstáculos en previsión de un mal desempeño.
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  • La colocación de obstáculos es una estrategia cognitiva mediante el cual las personas tratan de evitar el esfuerzo con la esperanza de evitar que un pósible fracaso dañe su autoestima. Ésta teoría fue planteada por Edward E. Jones y Steven Berglas, quienes afirman que las personas se crean obstáculos en previsión de un mal desempeño. Existen dos clases de estrategias de auto-discapacidad (o auto-sabotaje), una real y otra fingida. La "real" implica la colocación de obstáculos por parte de la persona con miras a obtener el éxito en la propia trayectoria. Los obstáculos hacen que se tengan menos probabilidades de tener éxito, pero proporcionan una excusa preparada para el fracaso. El estudiante que se olvidó de estudiar antes de un examen es un buen ejemplo. A veces, el fracaso está casi garantizado, pero al menos no se pensará de él que carece de capacidad relevante (o eso espera). La colocación de obstáculos "fingida", por el contrario, es en ciertos aspectos una estrategia menos arriesgada, y es aquella en la que la persona se limita a afirmar que había obstáculos difíciles en el camino hacia su éxito. Este tipo de colocación de obstáculos consiste simplemente en poner excusas para su posible mal desempeño, ya sea antes o después de los hechos. Aunque es seguro que se emplea en todos los ámbitos de la vida, esta estrategia es probablemente más común en áreas como el deporte y entre los estudiantes (de pregrado) en los que los resultados son a menudo ambiguos y el rendimiento se puede cuantificar con precisión. Con respecto al rendimiento académico, los estudiantes de muchas universidades parecen casi estar en competencia por los que pueden estudiar menos - o eso dicen -y aún así obtener buenas calificaciones. De hecho, hay un término, "estudiosos furtivos", que se refiere a los estudiantes que estudian sólo en la más estricta intimidad, para luego poder fingir que dedicaron un esfuerzo mínimo para sus cursos. Otra cuestión planteada por el fenómeno de la colocación de obstáculos es la cuestión de a quién está tratando de engañar el colocador de obstáculos. Los artistas que beben en exceso pueden hacerlo para evitar que otros concluyan que carecen de suficiente talento, o podrían hacerlo para protegerse de una inferencia similar. Los estudiantes que no estudian (o fingen que no lo hacen) no quieren que otros piensen que son aburridos, ni quieren pensar eso que de sí mismos. Entonces ¿a quién van dirigidos los intentos de colocación de obstáculos? Esta cuestión ha sido objeto de gran parte de la investigación en la literatura de auto discapacidad y hasta el momento no se ha alcanzado una respuesta definitiva. Muchos intentos de colocación de obstáculos han demostrado ser claramente dirigidos al manejo de las impresiones de los demás; en contraste, las instancias definitivas en las que se han empleado este tipo de estrategias para engañarse a uno mismo aún no se han documentado. Esto no significa, por supuesto, que no existan tales casos, sino más bien que una respuesta concluyente a la pregunta de por qué la gente se pone obstáculos -para influir en sí misma o en la impresión de otras personas- debe esperar los resultados de nuevas investigaciones. Hay otra "pregunta" que se plantea por el fenómeno de la colocación de obstáculos, sobre todo el fenómeno fingido. Esta pregunta no implica "por qué" en el sentido de a quien se dirige esta estrategia social, sino en el sentido de cómo es que la gente sigue creyendo que esas estrategias son eficaces, o por qué la gente sigue empleándolas si son ineficaces. Nuestras excusas a veces "funcionan" porque puede ser difícil para otra persona determinar si son genuinas. Sin embargo, la mayoría de los colocadores de obstáculos se topan con menos éxito y su estrategia no tiene el efecto previsto sobre cómo lo percibe otra persona. En cambio, las excusas falsificadas son vistas generalmente de poco peso. Los estudiantes universitarios poco se impresionan de sus pares promedio que obtienen buenas calificaciones pero que profesa no estudiar ("estudiantes furtivos"). Se han realizado recientemente varios estudios que demuestran que las colocaciones de obstáculos fingidas son generalmente ineficaces. Se les pidió a varios alumnos que pensaran en la gente que conocen que afirman rara vez estudiar y aún así tener buen rendimiento académico. Cuando se le preguntó su opinión sobre estas personas, los encuestados indicaron que no creían en esas afirmaciones y las consideraron estratagemas mal disfrazadas de auto-presentación. Las razones posibles para emplear la estrategia de la auto-discapacidad son baja autoestima, adicción al drama, necesidad de tener la razón de no ser merecedores del éxito, comodidad en el fracaso, miedo al éxito, miedo al fracaso (no estar a la altura de nuevas responsabilidades), y a que la vida se complique o se simplifique.