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  • La leyenda de una noche helada
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  • left|324pxAquella era la noche más fría que se recordaba en la aldea. Tan, tan fría que los caminos habían quedado enterrados bajo la nieve, y las casas estaban incomunicadas. Juan estaba echándole leña a la caldera cuando llamaron a su puerta. Nunca volvió. Desde aquella dicen que el hombre vaga en las noches heladas como esta, atormentado por abandonar su hogar´´. Cuando Juan acabó de hablar, noto que el hombre estaba a mirar hacia al fuego y no dijo nada. Después de una improvisada cena, dejo que el hombre durmiera en su cama, mientras él anfitrión dormía al lado de la caldera.
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  • left|324pxAquella era la noche más fría que se recordaba en la aldea. Tan, tan fría que los caminos habían quedado enterrados bajo la nieve, y las casas estaban incomunicadas. Juan estaba echándole leña a la caldera cuando llamaron a su puerta. Cuando abrió, se encontró a un hombre cubierto de nieve, el hombre temblaba tanto que casi no podía andar. Después de traerle unas mantas al hombre, Juan buscando un tema para hablar dijo: -Conoce usted la leyenda de "El que espera en la nieve?" -... -Vaya, veo que el frió le arrebató las palabras. -... -Bien, ya que parece decidido a callar se la contare: ´´Hace mucho tiempo, en una noche fría como esta, una mujer quedó atrapada en su casa con su marido por culpa de la nieve. Las provisiones se acababan, así que el hombre decidió salir a buscar alimentos, arriesgando su vida a merced de la gélida noche. Nunca volvió. Desde aquella dicen que el hombre vaga en las noches heladas como esta, atormentado por abandonar su hogar´´. Cuando Juan acabó de hablar, noto que el hombre estaba a mirar hacia al fuego y no dijo nada. Después de una improvisada cena, dejo que el hombre durmiera en su cama, mientras él anfitrión dormía al lado de la caldera. Cuando Juan despertó, no encontró ni rastro del extraño hombre. Al abrir la puerta encontró un muñeco de nieve casi derretido con el mismo sombrero que llevaba su huésped. Parecía que el hombre de la leyenda por fin había encontrado un hogar caliente en el que pasar la noche.