| rdfs:comment | - thumb|298px|Rituales de purificación Las Hermanas Oblatias son Hermanas de Batalla que se han impuesto voluntariamente el Voto de Penitencia pero no para expiar faltas que hayan podido cometer, sino debido a la profunda convicción espiritual de que deben cargar el peso de los pecados de otro, normalmente un pariente, algún infame ancestro o mancha en su línea familiar o, más raramente, por la transgresión pasada de un amigo, un pueblo, o todo un planeta.
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| abstract | - thumb|298px|Rituales de purificación Las Hermanas Oblatias son Hermanas de Batalla que se han impuesto voluntariamente el Voto de Penitencia pero no para expiar faltas que hayan podido cometer, sino debido a la profunda convicción espiritual de que deben cargar el peso de los pecados de otro, normalmente un pariente, algún infame ancestro o mancha en su línea familiar o, más raramente, por la transgresión pasada de un amigo, un pueblo, o todo un planeta. La mayoría de Hermanas Oblatias toman los votos debido a una revelación espiritual o tras una profunda meditación sobre la naturaleza de su vocación sagrada, aunque unas pocas pueden tener el juramento en mente desde el principio como el motivo principal por el que se convertirse en miembro del Adepta Sororitas. Independientemente de la razón, tan solo las hermanas completamente ordenadas pueden tomar el voto, y deben presentarse ante un sínodo especialmente reunido de sus superiores que juzgará la validez del juramento y la pureza en la intención de realizarlo, para asegurarse de que no se debe a la arrogancia o a la vanidad. Las Oblatias deben someterse entonces a un ayuno ritual, a mortificaciones y a un corte simbólico con los lazos que la unen a su vida anterior y a la Orden antes de tomar la espada y pronunciar los votos ante el Dios-Emperador; dando la espalda a sus Hermanas mientras se canta una misa de réquiem como si ya estuviesen muertas. Aunque las Hermanas Oblatias buscan la expiación definitiva mediante su muerte, es su obligación hacerlo a través de sus hazañas, específicamente derrotando a los grandes enemigos de la Humanidad: combatiendo al hereje, al mutante, a la bruja y al alienígena sin preocuparse de sí mismas, de sus heridas o de las durezas de la empresa. A través de sus batallas, sus victorias y al final, la forma en que mueran, las Hermanas Oblatias esperan obtener algo del perdón del Emperador para aquel por quien se sacrifican.
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