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  • Relato Oficial Adeptus Mechanicus: El Mundo Enjambre Q'Orl - Loqiit y su entorno
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  • Al inicio del quinto año de nuestro viaje, en la Víspera de San Thor, pasamos por una región desolada del Segmentum. Por pura casualidad, nos encontramos con un arca-colonia del Administratum que regresaba de su proyecto de siembra, y que aún llevaba sus colonos a bordo. Explicaron en tonos atemorizados que su mundo designado, y todo el espacio que nos rodeaba, se encontraba bajo la administración del "Enjambre Q'Orl", un imperio alienígena centrado en torno a un único mundo "sagrado", conocido por los astrogatores imperiales como Loqiit. Evidentemente, los Q'Orl se disgustaron bastante al encontrar parte de sus territorios ocupados por intrusos humanos, y se estima que masacraron unos treinta mil peregrinos antes de que el arca, la última de su flota, lograse escapar. Yo mismo no pasé más
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  • Al inicio del quinto año de nuestro viaje, en la Víspera de San Thor, pasamos por una región desolada del Segmentum. Por pura casualidad, nos encontramos con un arca-colonia del Administratum que regresaba de su proyecto de siembra, y que aún llevaba sus colonos a bordo. Explicaron en tonos atemorizados que su mundo designado, y todo el espacio que nos rodeaba, se encontraba bajo la administración del "Enjambre Q'Orl", un imperio alienígena centrado en torno a un único mundo "sagrado", conocido por los astrogatores imperiales como Loqiit. Evidentemente, los Q'Orl se disgustaron bastante al encontrar parte de sus territorios ocupados por intrusos humanos, y se estima que masacraron unos treinta mil peregrinos antes de que el arca, la última de su flota, lograse escapar. Yo mismo no pasé más de veinte días en espacio Q'Orl, y en todo ese tiempo (a pesar de varios peligrosos encuentros con sus elegantes Naves Cadena) no vi ni un solo espécimen de cerca. Los siguientes detalles se basan en los testimonios de los aterrorizados peregrinos, y en la colosal abundancia de textos Q'Orl que encontramos: pétreos marcadores planetarios, monolitos en el espacio profundo (también grabados) y yacimientos arqueológicos. Todos esos textos suelen empezar con la atrevida proclamación de la "Superioridad del Enjambre", su propiedad del planeta/sistema en cuestión, y su objetivo de acabar dominando el núcleo galáctico. Una raza audaz. Aunque nosotros los humanos jamás podríamos aspirar a entender la comunicación directa de los Q'Orl (que es química y olfativa), su lenguaje rúnico es ingeniosamente simple, basado por completo en un principio matemático que asocia cada elemento de la vida de los Q'Orl a un número primo. Empleando un único servidor xenolinguitor para hacer referencias cruzadas entre mi colección de muestras y formar definiciones probables, fue posible traducir fácilmente cada mensaje. Los Q'Orl son una raza que desciende de invertebrados alados. Aunque todos nacen iguales, varias subespecies se desarrollan en las guarderías de larvas como resultado del consumo forzoso de sopas hormonales exudadas por la reina. Parece que este único individuo matriarcal es responsable del nacimiento de toda la raza (formada por machos), poniendo varios miles de huevos cada día. Los Q'Orl viven en vastas estructuras apanaladas que orbitan su sagrado mundo natal, en el cual depositan amorosamente los cuerpos de los muertos. Puesto que cada adulto puede esperar vivir quizá unos diez años, sus vidas son breves pero rápidas: una realidad que se refleja en su ideología. Forman una sociedad casi fanática en su adoración a los ancestros, en la que el progreso solo se logra tomando las riendas de cualquier proyecto/cruzada/campaña que fuese dejada sin completar por los antepasados. Como creen en una especie de gloria racial, en la cual solo la expansión y la victoria pueden justificar la muerte de los miles de millones de Q'Orl que les precedieron, es fácil ver la amenaza que este pequeño y agresivo imperio representa para la estabilidad del justo dominio de la Humanidad. La única excepción a esta corta esperanza de vida es la propia matriarca, que se especula que vive cientos o incluso miles de años. En el momento en que escribo estas líneas, las naves espaciales Q'Orl, aunque increíblemente avanzadas y fuertemente armadas, son incapaces de efectuar un viaje Disforme, una pequeña fortuna que permitió a mi abrumado Navegante sacarnos del peligro en varias ocasiones. ¡Ojalá dure mucho esta deficiencia! Cualquier expansión fuera de sus territorios inmediatos significaría sin duda desastres y muerte.