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  • Casa Dorath
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  • Situado en lo profundo del noroeste de la galaxia, el planeta capital del Sistema Stryken es el Mundo Forja de Stryken Primus, con su omnipresente capa de nubes producidas por el incesante trabajo de sus factorías. El corazón industrial del sistema está protegido por un anillo de tres Mundos Caballeros en las proximidades: Stryken II, IV y V, siendo cada uno el hogar de varias Casas de Caballeros. Estos planetas fueron una vez Mundos Exoditas de los Eldars. Las antiguas tribus de Exoditas que una vez habitaron allí, pastoreando las diferentes especies de reptiles gigantes y carnívoros bípedos, fueron expulsados ​​sin piedad por las Casas de Caballeros que se establecieron poco después de la llegada de la humanidad.
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  • Situado en lo profundo del noroeste de la galaxia, el planeta capital del Sistema Stryken es el Mundo Forja de Stryken Primus, con su omnipresente capa de nubes producidas por el incesante trabajo de sus factorías. El corazón industrial del sistema está protegido por un anillo de tres Mundos Caballeros en las proximidades: Stryken II, IV y V, siendo cada uno el hogar de varias Casas de Caballeros. Estos planetas fueron una vez Mundos Exoditas de los Eldars. Las antiguas tribus de Exoditas que una vez habitaron allí, pastoreando las diferentes especies de reptiles gigantes y carnívoros bípedos, fueron expulsados ​​sin piedad por las Casas de Caballeros que se establecieron poco después de la llegada de la humanidad. Con la fuerza combinada de no menos de once casas a su disposición, incluyendo tan ilustres como las Casas Arokon y Dorath, el Mundo Forja de Stryken Primus no tiene legión titánica estacionada en su superficie. El planeta se centra en el suministro de municiones en enormes cantidades para las fuerzas imperiales que defienden la Puerta de Cadia. Una guarnición de Caballeros, la Orden de Hierro, siempre está presente en la superficie del Mundo Forja para asegurar su protección. Escogidos de entre los más grandes y más capaces Nobles de cada Casa, la competencia para ser aceptados en la Orden de Hierro es feroz, y se considera un gran honor el unirse a sus filas. Al jefe de la Orden se le da el título honorífico de Guardián de la Forja, y conduce a los Caballeros a la batalla como si fuera el gobernante de su propia casa caballeresca.