| abstract | - >Cuando una familia se destruye, se destruye la vida del ser humano. Tenemos sentimientos positivos y negativos que pueden actuar al azar cuando se descontrolan. La señora Claris Anderson y el chico Joe Anderson. Una familia de 2 que habitan en Carolina del norte. Juntos vivieron y convivieron como Madre e hijo, antes que el Sr. Peter Anderson muera en un vuelo de negocios. Todo era fácil para ellos cuando él estaba en sus vidas. Pero todo cambio… Claris cambio por completo sus emociones para causar daño… Y el primer blanco fue siempre Joe. Su hijo único que se dedicaba su tiempo en estudios. Desde el punto de que su padre se fuera de sus vidas, ha sido víctima de golpes de su madre que al punto que sangren sus heridas. Muchos moretones y cortadas que formaban pus roja. Él ha lidiado con estos problemas de comunicación con su madre. 3 años después… Su hijo se ha convertido en un adolescente con buen nivel de intelectualidad. Pero su madre se ha vuelto alcohólica y nunca pudo parar las ansias de golpear a su hijo sin razón. Un día, hubo una discusión de porque Joe vino tarde a casa cuando termino su hora de colegio. Joe, le decía una y otra vez, que él ha ido a la biblioteca a estudiar un poco para el examen final de geografía. Claris, cogio la cachiporra auxiliar y comenzó a darle de golpes con una agresión horrible. Joe en el suelo cubriéndose de los golpes de su madre, le lloraba que parara. Los gritos de Joe eran incesantes, que el punto que se levantó y huyo de su casa… La madre desde la puerta lo gritaba e insultaba a su pobre hijo. Los vecinos, no les importaban nada, porque eran comunes sus pleitos en esa casa. Pasaron 2 días desde que Joe huyo de casa sin saber sus noticias. Claris le importaba una mierda que le sucediera a su hijo. Ella estaba tomando cerveza y mirando la televisión sin ningún problema, hasta que de golpe, vomito… Se empezó a sentirse mal. Decidió ir a la cama. Se acostó en su oscura habitación y durmió al cerrar los ojos… Despertó y se encontró con su hijo Joe, parado en la oscuridad viéndolo desde los pies de su cama. Lo extraño, que Claris, no le podía ver el rostro, solo le miraba el cuerpo pero no la parte de la cabeza. >Mejor sigue descansando… - Dijo Joe con una voz muy calmada. ¿Quién puta te crees a venir darme ordenes? – Respondió de mala manera Claris. Claris se levantó de su cama y se dirigió hacia la cocina y a continuación al refrigerador para buscar una botella de cerveza… Abrió la puerta del refrigerador y cogió la botella… Al girar estaba de nuevo parado Joe en la oscuridad de la cocina, muy quieto. Solo podía verle el cuerpo. Eso te va a hacer mal… -Dijo Joe con una voz un poco ronca Vete a la mierda Joe. Tú no eres nadie para venir a decir que está bien y que no. – Respondió Claris sin importarle nada. Se sentó sobre la mesa de la cocina, agarro el destapador, abrió la botella y bebió la cerveza. Se tocó la cabeza por el dolor que acaba de sentir… AAAHHH!!! MI CABEZA!!!... – Se quejó Claris. Observo a Joe que sentía que era algo extraño en el… ¿Qué demonios haces hay parado todavía? Vete a tomar por culo pedazo de escoria. – Maldijo a Joe Trató de verle el rostro pero cuando lo hacía, su mirada bajaba con un dolor fuerte en la cabeza. El teléfono de la cocina sonó y Claris se levantó a atender el teléfono… Diga… ¿Quién llama a estas horas? –Pregunto Claris de mala manera Hola. ¿Con la señora Anderson? Soy en policía Owen y tengo un asunto que comentarle sobre su hijo Joe Anderson. ¿Qué hizo esta mierda? Si hizo algún delito, por favor enciérrenlo porque yo digo. –Claris hablo furiosa. No me entiende señora… Es que hubo un problema con su hijo – El policía comienza a hablar diferentemente. Robo, asesino o lo que haya hecho, enciérrenlo y que pague por lo que hizo. Vengan para mi domicilio, los estaré esperando señores. Es que… Su hijo fue asesinado. Lo encontramos con la piel, removido de su rostro, como si fuera una máscara carnosa y asquerosa. Y fue apuñalado en los ojos y con la lengua cortada… >Claris, al oír eso, quedo en shock y giro lentamente donde estaba su hijo. Pudo fijar su mirada en su cuerpo parado en el medio de la oscura cocina. Hiso un esfuerzo en ver el rostro. Al poder acostumbrar la vista en la oscuridad, pudo ver su rostro. Le miraba con esos ojos vacíos y oscuros. Con la boca calaberica que lo sonreía y chorreando sangre. Claris grito del susto, tirando el teléfono al suelo que rompió en mil pedazos. Ella fijo la mirada al teléfono roto y luego levanto la mirada hacia Joe, que acababa de estirar su boca hasta el pecho. En pocas horas, la policía se dirigió en el domicilio de los Anderson y no encontraron a Claris Anderson en el hogar. Había desaparecido. Categoría:Fantasmas Categoría:CO
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