| abstract | - Era un 25 de junio de este mismo año 2012, acababan de dar las tres y me desperté. Estaba la luz encendida y la tele también, por lo que seguramente me había quedado dormido viendo SAW V. El motivo por el que me desperté fue un enorme trueno. Se había desatado una gran tormenta de verano. Estaba solo en casa, pues mi madre se había ido a trabajar y mi hermano dormía en casa de mi abuela. Me levanté para ir por unas tostadas. Abrí la puerta de la cocina y empecé a preparármelas. Decidí quedarme un rato en la ventana para ver si caían más rayos. Vi a una anciana en la explanada de enfrente de mi casa. De pronto, le cayó un rayo encima y cayó al suelo, probablemente estaría muerta. Por si acaso bajé a ver si estaba viva, pero me llevé la terrorífica sorpresa de que no estaba allí: no había caído ningún rayo, ninguna anciana había pasado por allí... Me volví al umbral de mi casa, pero me llevé un calambrazo muy fuerte: me había caído un rayo. Grité. Me desperté en casa: todo había sido una pesadilla, pero igualmente sentí miedo. Más tarde me crucé con un vecino, que me dijo: Yo obviamente le dije que no, y me quedé petrificado cuando escuché lo siguiente:
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