PropertyValue
rdfs:label
  • La Voz de la Muerte
rdfs:comment
  • Te escucho, pero no te entiendo: me pides que corra, pero no puedo moverme, me pides que grite, pero aun me cuesta escuchar con claridad, me pides que ande, pero no puedo ni si quiera sentir mis pies. Mis brazos, mis piernas, mi torso, no puedo moverme, no logro emitir un sólo sonido, y no puedo abrir los ojos. El frío es intenso, tanto que creo que mi cuerpo no lo resistirá más. Yo soy joven, puedo salir adelante, pues tus comentarios me dan fuerza, me dan valor para seguir, pero mis esfuerzos son en vano. Tu voz..., ¿qué pasa con tu voz? Mis fuerzas, mi energía, no puedo luchar más.
dcterms:subject
abstract
  • Te escucho, pero no te entiendo: me pides que corra, pero no puedo moverme, me pides que grite, pero aun me cuesta escuchar con claridad, me pides que ande, pero no puedo ni si quiera sentir mis pies. Mis brazos, mis piernas, mi torso, no puedo moverme, no logro emitir un sólo sonido, y no puedo abrir los ojos. El frío es intenso, tanto que creo que mi cuerpo no lo resistirá más. Allá afuera escucho voces, gente va y viene, algunos lloran, otros simplemente hablan; todo lo que dicen, lo puedo escuchar, y trato de responderles, pero mi voz no sale, mis labios no se mueven, y es entonces que tú me dices que me levante, que no calle y que corra, que el tiempo pasa muy rápido y no se puede recuperar. Yo soy joven, puedo salir adelante, pues tus comentarios me dan fuerza, me dan valor para seguir, pero mis esfuerzos son en vano. Cada minuto que pasa me desanimo más y más y pienso que estoy pagando por todas mis culpas, por las atrocidades que cometí en vida, pero es entonces que vuelvo a escucharte y me doy cuenta de que sólo me resta esperar, que el castigo no es eterno y que llegará el día y la hora en que pueda volver a ser yo mismo, podré reintegrarme a la sociedad y demostrar que soy capaz de lograr lo que sea si me lo propongo. Tus palabras son muy dulces, eres demasiado gentil conmigo, pero aun así, algo en tu voz poética me perturba, algo me deja intranquilo, me enerva: me das ánimo, pero a la vez me aterras, dices que me apoyas, pero tu voz se asemeja a un paisaje sombrío. Tu voz..., ¿qué pasa con tu voz? Tu voz, tus palabras siguen siendo las mismas, pero ahora la calidez de tu voz ha desaparecido, y en su lugar ha dejado un insoportable quejido penetrante que va perforando mis tímpanos hasta martillear mi cerebro. Es éste sonido estrepitante y perturbador el que ha plasmado la duda en mi corazón sobre si deseo contigo permanecer o coger una maleta, empacar mis pertenencias y andar sin rumbo fijo con tal de alejarme de ti. Finalmente he decidido hacerte caso por última vez: tratar de levantarme, sin éxito. Te he vuelto a fallar. Mis fuerzas, mi energía, no puedo luchar más. Tu voz es cada vez más siniestra, de mi te estás burlando, ¿Por cuánto tiempo más permanecerás cerca de mi para mi descanso atormentar? ¡ANDA! ¡Y NO REGRESES! ¡Ve y busca otro cadáver para su sueño eterno interrumpir! Categoría:Mentes trastornadas