PropertyValue
rdfs:label
  • Mortal Kombat Maldito
rdfs:comment
  • Escribo esto para alertar a cualquiera que juegue este videojuego de lo que pueda pasar. Ya han pasado más de quince años, y creo que estoy preparado para hablar. No sé si lo que viví fue la realidad, una pesadilla o una alucinación producida por el exceso de horas jugando delante de esa diabólica pantalla, pero lo que sí sé es que, fuera lo que fuese, tuvo unas consecuencias funestas que desearía haber evitado. Comenzamos a jugar. Yo escogí a Kano, personaje con el que había tratado de pasarme el juego los últimos días. Mi amigo se cogió a Sub-Zero porque le atrajo mucho el diseño. Respondió.
dcterms:subject
abstract
  • Escribo esto para alertar a cualquiera que juegue este videojuego de lo que pueda pasar. Ya han pasado más de quince años, y creo que estoy preparado para hablar. No sé si lo que viví fue la realidad, una pesadilla o una alucinación producida por el exceso de horas jugando delante de esa diabólica pantalla, pero lo que sí sé es que, fuera lo que fuese, tuvo unas consecuencias funestas que desearía haber evitado. Era el Día de los Inocentes, poco después de Navidad, y me habían regalado el Mortal Kombat. Probablemente, mis padres no lo hubieran hecho si hubieran sabido el nivel de violencia que contenía o lo que iba a suceder, pero ellos no sabían nada de videojuegos, así que tuve suerte. O eso pensé en un principio. Ese día, mi amigo Pedro vio a jugar conmigo. Él era un entusiasta del Street Fighter II, lo recuerdo bien, así que quería probar otros juegos de lucha. Probablemente fue el último amigo de verdad que tuve, porque quedé tan afectado después de esta experiencia que tardé mucho tiempo en volver a relacionarme con el resto del mundo. No ha vuelto a ser lo mismo. Encendimos la consola: él estaba expectante, como hipnotizado. Miró la pantalla de la televisión y vio lo que ponía, algo similar al mensaje que se daba en el juego original pero siniestramente deformado: “Goro y Shang Tsung han sido derrotados en Mortal Kombat, pero el hechicero ha ideado otra estrategia para entregar el reino de la Tierra a Shao Kahn.Hay muchas formas de diezmar un reino. La invasión se dará por portales al mundo real.” Miramos el mensaje con miedo en un principio, pero enseguida reparamos en que era el Día de los Inocentes. Ya habíamos oído de bromas en otros videojuegos, así que no fue ninguna sorpresa, y sabíamos que los programadores de ese juego en concreto eran, creíamos, unos cachondos. Qué inocentes éramos, y qué apropiado ese día. Comenzamos a jugar. Yo escogí a Kano, personaje con el que había tratado de pasarme el juego los últimos días. Mi amigo se cogió a Sub-Zero porque le atrajo mucho el diseño. La primera pelea la gané yo, por bastante, e intenté hacer un Fatality. Todavía no había podido, y eso me molestaba mucho: a esa edad, me sentía algo inútil por no haber logrado ese objetivo. No pude, y mi amigo respiró aliviado. Le noté algo extraño. -¿Estás bien?- Le pregunté-. Te noto raro. -No es nada- Respondió. -Recuerdo las palabras exactas-. Es solo que me he metido demasiado en el personaje. Continuamos jugando, y en el segundo combate me ganó. Recuerdo una sensación de frío intenso cuando me congeló con su ataque, y un cansancio extremo. Cuando iba a acabar conmigo con su movimiento final, sentí como si un coche me fuera a atropellar… pero, finalmente, no pudo realizar el movimiento. Ahora era él el que me miraba de modo extraño. -Vamos a seguir- Le dije, ya que yo era bastante competitivo. ¿Por qué lo hice? ¿Por qué? La pelea fue sangrienta y enconada, con cada uno de nosotros combatiendo al límite de nuestras habilidades, como si supiéramos que algo irrecuperable se hallaba en juego. Recuerdo que cada golpe me dolió como si me lo hubieran dado a mí, recuerdo los gruñidos de sufrimiento de mi colega. Antes habíamos sido amigos, pero ahora éramos los más mortales enemigos. Él se esforzó en ganar y tenía experiencia con los juegos de lucha, era mucho mejor que yo. Pero yo ya había estado practicando los días anteriores con ese personaje y, finalmente, gané. Con una sed de sangre virtual terrible, hice los movimientos necesarios para el remate final. Y triunfé. En ese momento, la pantalla se transformó, y apareció un hombre musculoso que llevaba un yelmo horrible en forma de calavera con una cornamenta. Él se rió de mí y me llamó “tonto patético” con una voz de ultratumba que me sigue atormentando a día de hoy. Entonces no lo sabíamos porque no había salido la segunda entrega de la saga, pero era Shao Kahn. El villano principal de Mortal Kombat, con la intención de dominar el mundo, había venido a por nosotros. A por él, más concretamente. Al segundo siguiente, tenía en mi mano su corazón todavía palpitante mientras él me miraba con unos ojos vidriosos que revelaban que su vida había sido demasiado corta. Matar en un videojuego parece fácil, pero en la realidad… Creo que yo estaba más aterrorizado que él cuando le hice el Fatality de Kano. No podía creerlo cuando vi mis manos ensangrentadas y la espuma de su boca. Estuve allí, parado, sin pensar, compadeciéndome de mí mismo, cuando mis padres llegaron. Se decidió ocultar el caso a los medios porque ellos no querían que su hijo fuera uno de esos chicos “afectados por los videojuegos” y que se me usara en esos repugnantes debates sensacionalistas. Se lo agradezco, hicieron lo que consideraron adecuado, pero creo que hubiera sido útil para exponer mi teoría sobre lo que ocurrió. Ya he salido del psiquiátrico, hará cinco años, pero sigo teniendo miedo. Hablaré de mi teoría, aunque estoy casi seguro de que me matarán por ello. ¿Y si los juegos de Mortal Kombat son en realidad un método de Shang Tsung para invadir nuestro planeta? ¿Y si los hemos estado invocando, dándoles el poder para atacar y controlarnos sin saberlo? ¿Y si no se limita a esa saga sino que muchos otros videojuegos, películas, libros, tienen ese diabólico fin? ¿Y si las grandes empresas que comercializan nuestra ficción, nuestros sueños, están controladas por personas afines a los grandes villanos, que verían sus sueños cumplidos si pudieran esclavizar a toda la humanidad? Yo prefiero pensar eso. La alternativa sería pensar que estoy loco. Categoría:CO Categoría:Videojuegos