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  • El loco del puente
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  • Luis era un chico alegre, simpático y divertido. Vivía tranquilo en su pueblo, como cualquier otro chico, gastando su tiempo jugando a la pelota con sus amigos o ayudando a sus padres en el negocio familiar, la vida era buena... Hasta que un día escuchó aquella maldita historia: "El Puente del Loco". Al día siguiente de oír la terrorífica historia, Luis se juntó con su amigo Joaquín en un banco del parque cercano al dichoso puente. - ¿Escuchaste la historia del loco del puente? - Sí -Contestó Luis. - Apuesto que no te animas a cruzar por allí de noche. - Claro que me animo, ¡yo me atrevo a todo!
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  • Luis era un chico alegre, simpático y divertido. Vivía tranquilo en su pueblo, como cualquier otro chico, gastando su tiempo jugando a la pelota con sus amigos o ayudando a sus padres en el negocio familiar, la vida era buena... Hasta que un día escuchó aquella maldita historia: "El Puente del Loco". Era un puente de madera oscura, maltratado por la edad, que atravesaba un pequeño arroyo que hacía ya mucho tiempo se había secado. Decían que debajo de esas tablas viejas se escondía un hombre que asesinó a su familia cuando se enteró de que su mujer lo engañaba, perdió la cordura y la ahogó ahí mismo, debajo de ese puente mientras que a sus hijos los enterró vivos. Se especulaba que si cruzabas el puente a las 22:00 podías verlo, sollozando y en su cara demacrada podías ver la locura total e incluso podías tener el mismo destino que el de sus hijos. Al día siguiente de oír la terrorífica historia, Luis se juntó con su amigo Joaquín en un banco del parque cercano al dichoso puente. - ¿Escuchaste la historia del loco del puente? - Sí -Contestó Luis. - Apuesto que no te animas a cruzar por allí de noche. - Claro que me animo, ¡yo me atrevo a todo! - Entonces, vamos esta noche a las 22:00 y cruzamos los dos el puente. - Hecho -Contestó Luis. Eran las 21:50; el puente quedaba a unos 7 minutos de la casa de Luis. Tomaron dos linternas y emprendieron el camino. Luis había engañado a su madre diciéndole que iría a dormir a casa de Joaquín por lo cual la señora no se alarmó al ver que era muy tarde. Fueron por un camino de tierra que cruzaba un pequeño almacén cercano. Cuando al fin llegaron miraron el reloj de Luis: eran las 21:55. Habían llegado en 5 minutos, menos de lo que esperaban, así que decidieron sentarse a esperar la hora. Los minutos se hacían eternos. - Pasemos igual, solo quedan 3 minutos -Dijo Joaquín. - Bueno, pasemos -Contestó Luis. Apenas tocaron la primera tabla, esta crujió escandalosamente, pero no le hicieron caso y siguieron. A Joaquín le temblaban las rodillas y los dientes. Luis se burló de él: - ¿Qué? ¿Tienes miedo? - Claro que no... Tengo frío. - ¿Q-Quién anda ahí? -Preguntó Joaquín con la voz temblorosa. "JAJAJA", siguió riendo la voz de forma macabra. En la oscuridad pudieron ver una silueta acercándose a ellos. Al alumbrar con luz de la linterna de Luis a la cara de esta, levantó la cabeza; al hacerlo una mirada aterradora y penetradora invadió la cabeza de Luis por completo haciéndole quedar en shock. Joaquín salió corriendo, pero Luis estaba inmóvil con una expresión de terror total en su rostro. Cuando encontraron a Luis estaba a un lado del puente enterrado bajo una montaña de tierra, totalmente pálido. Debajo del puente se vislumbró por unos segundos la silueta de un hombre con una pala. Categoría:Lugares Categoría:Mentes trastornadas Categoría:Fantasmas Categoría:CC