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  • Yo tenía un sueño
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  • “Estoy orgulloso de reunirme con ustedes hoy, en la que será ante la historia la mayor manifestación por la libertad en la historia de nuestro país.” Fueron las palabras con las que Martin Luther King comenzaba el discurso más apasionante de su vida y de la historia de los Estados Unidos, este discurso lo oía en su vieja tocacintas, Ted Patterson decano de la carrera de Historia de la Universidad de Alabama, habían pasado casi 50 años de ese memorable discurso que impacto a toda una nación y que el viejo hombre de 63 años había escuchado en varias ocasiones, casi lo sabía de memoria a pesar de largo que era, continuo escuchándolo, luego adelanto aún más.
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  • “Estoy orgulloso de reunirme con ustedes hoy, en la que será ante la historia la mayor manifestación por la libertad en la historia de nuestro país.” Fueron las palabras con las que Martin Luther King comenzaba el discurso más apasionante de su vida y de la historia de los Estados Unidos, este discurso lo oía en su vieja tocacintas, Ted Patterson decano de la carrera de Historia de la Universidad de Alabama, habían pasado casi 50 años de ese memorable discurso que impacto a toda una nación y que el viejo hombre de 63 años había escuchado en varias ocasiones, casi lo sabía de memoria a pesar de largo que era, continuo escuchándolo, luego adelanto aún más. “1963 no es un fin, sino el principio. Y quienes tenían la esperanza de que los negros necesitaban desahogarse y ya se sentirá contentos” Ted pauso la cinta, se tallo ligeramente los ojos y la regreso al mismo punto para escucharla nuevamente, tras hacerlo dejo que la cinta continuara, pero la pauso de nuevo cuando escucho que sonó su teléfono celular, quien lo llamaba era un viejo amigo suyo. -Ted, tu esposa ya tiene todo listo, ¿haz terminado? ¿Estas en camino?-Pregunto ansioso el amigo de Ted -No. Aun estoy en la oficina.-Respondió Ted -¡Y qué demonios haces ahí!, toma tu abrigo ve al auto y llega de inmediato. -Gracias por avisarme, pero dime ¿acaso una fiesta sorpresa no deja de serlo cuando se le avisa al festejado? -Pero no puede haber fiesta sin el festejado, date prisa. -Bien Mike tu ganas solo quiero hacer una ultima cosa y me marchare. Ted colgó el teléfono, previamente desde una semana atrás, su amigo Mike le había advertido que tendría una fiesta sorpresa, ¿la razón? Después de 40 años de servicio a la universidad se había jubilado y sus amigos, familiares, compañeros de profesión y algunos estudiantes ya lo esperaban para festejar, Ted a pesar de su edad aún se sentía en forma para continuar con su trabajo, pero dicho trabajo lo había alejado de su familia, por ello dejaba atrás algo que amaba por algo que amaba aún más. La razón por la que escuchaba por enésima vez el discurso de King era porque deseaba escribir un libro, uno más en su larga trayectoria como eminencia en la materia de historia, apenas lo había empezado, más que trabajo se trataba de un entretenimiento durante su jubilación, pensaba quedarse por lo menos una hora más, pero al analizar la situación pensó que tendría muchos años más por delante para terminar su libro, por lo que guardo unos libros en una caja que era la última que usaba para guardar sus objetos personales con los que había vaciado su oficina, tomo su tocacintas y antes de apagarla adelanto la cinta hasta una parte en la que el doctor King dijo: -“Hoy les digo a ustedes, amigos míos, que a pesar de las dificultades del momento, yo aún tengo un sueño.” Ted regreso la cinta muy poco, solo quería escuchar: -“Yo aún tengo un sueño.” Lo volvió a regresar una vez más, y otra y otra y una más, de hecho lo hizo varias veces, no las contó pero habrían sido más de 10, hasta que se detuvo, apago el aparato y cerro la caja. Tomo la caja, le dio un último vistazo a su oficina ahora sin ninguno de sus preciados objetos que lo habían adornado por años, como su trofeo de bolos que había ganado con su amigo Mike, sin las fotos de sus familiares y amigos, ni tampoco los diplomas de los títulos que había conseguido a lo largo de su carrera. Salió de su oficina, caminó por un solitario pasillo o era lo que pensaba hasta que vio al hombre de intendencia el cual trapeaba el piso, el sujeto con rasgos de latino saludo a Ted, de hecho se acercó y le dio la mano, pues esta sería la última vez que se verían, de hecho se ofreció a llevar la caja, Ted acepto, salieron del edificio, mientras charlaban amigablemente llegaron rápidamente hasta el auto de Ted, la charla fue tan ameno que no noto que habían tardado 20 minutos creyendo que solo fueron 5, Ted agradeció la ayuda, tomo su caja y después entro a su auto. -Señor Ted me alegro verlo antes que se fuera ¿Ya no regresara? -Tal vez lo haga de vez en cuando, o tal vez no, no lo sé, tengo mucho tiempo para pensar y disfrutarlo, ¿no lo crees…? Tu… Ah… ¿Cómo te llamas? -Joaquín señor. -Ya veo ¿eres nuevo verdad? -No señor, llevo más de un año aquí, pero no importa que no sepa mi nombre, alguien tan importante y ocupado como usted, tiene asuntos más importantes, cuando era niño en mi país, mi madre siempre quiso que llegara a la universidad, pero bueno aunque lo logre no es de la manera como hubiera querido. -Ya veo… Sabes tengo que irme tengo una cita muy importante. -Solo una pregunta señor. -Dime -lo decía Ted con un poco de molestia. -Alguien como usted es muy exitoso e importante pero dígame lamenta algo en todos esto años de trabajo. Ted quedo callado unos segundos, abrió la guantera y de ahí saco un recorte de periódico con fecha de un año atrás, la noticia decía “Una chica desaparece en la universidad de Alabama” Es la octava chica afroamericana desaparecida en esta escuela en los últimos 30 años no hay pistas ni sospechoso Joaquín miro el recorte y dijo que recordaba ese suceso, un compañero suyo fue uno de los sospechosos, fue absuelto pero prefirió renunciar por el acoso de los demás que lo consideraban culpable, Ted quedo en silencio y dijo que solo lamentaba una cosa, pero es una conversación para otro día, se despidió y luego se marchó. La escuela tenía un lamentable historial de asesinatos de jóvenes de color, 30 años era la diferencia entre el primer y el último asesinato, 8 chicas en 3 décadas, después de cada víctima la seguridad se incrementaba pero no había ningún resultado, la situación era lamentable, la policía tan solo declaraba esta situación como un crimen de odio, y varios grupos de activistas se manifestaban, pero nada se lograba, Ted le daba un serio seguimiento, pues además tenía un recorte de la noticia de cada suceso. Ted solo pensaba en la noticia, de hecho su concentración lo distraía de lo que tenía en frente, tras unos minutos salió del estacionamiento del colegio, no recorrió ni 50 metros cuando vio a una chica de color con un vestido blanco y cuadernos caminando por la acera, -No lo puedo creer, simplemente no lo creo –Decía Ted, al momento que ponía una cara de asombro, pues realmente no podía creer lo que veía, rápidamente puso su mano bajo su asiento, como si buscara algo, al sentir un objeto, dejo de buscar para luego bajar la velocidad y acercarse a la chica. -Oye chica, ¿Qué haces sola a esta hora? –Pregunto Ted -¿Me habla a mí? –Preguntaba la joven al mismo tiempo que contestaba. -Claro que no, le pregunto a la otra chica que camina sin compañía en este solitario rumbo. La chica siguió caminando sin hacer caso. -Vamos no lo tomes tan en serio, solo bromeaba, me preocupa verte sola a esta hora y por este rumbo con tan mala fama. -Es usted el decano Ted Patterson ¿No es así? -Veo que soy muy famoso, pero ya en serio, no debes de estar sola, vamos sube, te llevo a tu casa. La chica se acercó y dijo que no era necesario, ella estaría bien confiaba en ello. -No, no me puedo sentir seguro ni a gusto, si no te llevo a tu hogar, vamos sube te prometo que llegaras con bien. -Si es tanta su insistencia puede llevarme, vivo en el centro, en un edificio multifamiliar. La chica subió al auto, abordando por el asiento del copiloto, tras unos minutos de incomodo silencio, Ted comenzó la charla. -Bueno tú me conoces, pero yo no a ti, ¿cuál es tu nombre?, imagino que estudias en esta escuela, ¿qué carrera estudias? ¿Y por qué no vives en uno de los dormitorios de la escuela? -Bueno me llamo Emma, estudió la licenciatura en Historia por las tardes, y vivo con mis tíos y primos, no puedo pagar un dormitorio, además la casa está cerca de mi trabajo al cual acudo en la mañana de esa manera pago mis estudios -Ya veo, entiendo por qué me conoces, el semestre está a punto de terminar y no te conocía. -¿Conoce a todos los estudiantes? -No pero créeme notaria a alguien como tu -¿En serio? ¿Qué tengo de especial? -Nada, nada en especial, solo lo sabría… -Decano Ted, se acaba de pasar, tenía que dar vuelta en la esquina que acabamos de pasar para llegar al centro. -¡Ho! Lo siento, veraz el rumbo que tome es el que uso para llegar más rápido a mi hogar y por costumbre lo seguí. -Entiendo, lo distraje con mi charla, disculpe. -No, discúlpame tú, yo fui el que se comprometió a llevarte con bien a tu hogar y no lo hago bien, he tomado el mismo camino los últimos 40 años, por eso aunque a veces quiero ir al centro olvido dar la vuelta, pero sabes no tienes por qué preocuparte, en la siguiente salida daremos vuelta, como te dije llegaras con bien a casa. -Gracias, eso me calma, sabe hoy es cumpleaños de mi primo tan solo tiene 10 años, ve esta caja que tengo, es su regalo, sé que no está envuelto pero me gaste todo mi dinero en su regalo. -Valla veo que tienes una celebración, sabes yo también tengo una, en mi casa mi familia y mis amigos me preparan una fiesta sorpresa. -¿Sorpresa? Pero si usted sabe que tiene una fiesta, entonces ya no es sorpresa. -Si lo sé, mi amigo Mike me dijo que la organizarían, veraz en los últimos años, cuando no estaba en la escuela dando clases, me la pasaba en mi estudio con mis investigaciones, me perdí muchas cosas, los juegos de béisbol de mi hijo, los recitales de piano de mi hija, el aniversario número 50 de mis padres… y también algunos aniversarios míos, así también algunas fiestas sorpresas por mi cumpleaños, hoy a pesar de ser mi último día, iba a quedarme hasta más noche, si no hubiera sido por Mike me lo perdería otra fiesta. -Si hoy era su último día ¿Por qué iba a trabajar? Muchos no hacen nada y salen temprano, de hecho alguno ni asisten. -Si lo sé, pero me encanta mi trabajo, hoy comencé mi investigación para un nuevo libro, no pienso obsesionarme como lo hice con los demás, lo hare en mi tiempo libre, cuando descanse de jugar con mis nietos, de charlar con mis hijos, recordar viejas historias con mis amigos, y además enamorarme a una vez más de mi esposa. -Veo que la ama. -Y creo que ella me ama más, muchas en su lugar no hubieran soportado tanto abandono, otra ya me hubiera pedido el divorcio, o simplemente me hubiera sido infiel, pero ella no, ella supo esperar y yo la recompensare lo que voy hacer es… -Decano Ted, siento interrumpirlo pero estamos cerca de la vuelta. -Esta vuelta no, créeme conozco este rumbo demasiado bien, y si entramos aquí el camino será más largo, cuando me refería a la siguiente salida, quise decir que era una después de esta, no te preocupes yo te cuido. -Entiendo… y dígame ¿dónde vive? -Pasando la colina Trevor, a un costado del bosque. -Entiendo y bueno… ¿de qué tratara su nuevo libro? -Es una investigación de la evolución de los derechos civiles de los afroamericanos durante los últimos 50 años, comenzando con el discurso de Martin Luther King. -Ese hombre me inspira, algún día deseo ser como él. La charla continuo unos minutos más hasta que pasaron la siguiente salida y Ted continuo -Señor Ted acaba de… -Si lo sé pero veraz, estamos camino a mi casa, se hace un poco tarde y debo llegar pronto. -Si pero yo debo de ir a la fiesta de mi primo… -Cuando lleguemos le pediré a mi amigo Mike que te lleve. -Si… pero dígame ¿por qué entramos al bosque? -Como te dije vivo cerca y me gusta tomar este camino, es un poco más largo pero me gusta meditar. -Dijo que llevaba prisa -Bueno… si pero que importa. Emma vio el camino que se volvía más oscuro, solo y tétrico, guardo silencio por unos minutos más y a su vez Ted también guardaba silencio, hasta que la chica pregunto. -¿No va a llevarme a mi casa verdad? -No –respondió con firmeza Ted. -Cuando me dijo que me protegería, ¿mentía no es así? -Así es –respondió esta vez con descaro -¿Va a dañarme? -No solo voy a dañarte, te hare sufrir, peor que de lo que habrías tenido en la peor de tus pesadillas y disfrutare cada momento. -¿Por qué? -Por qué te odio,- Esta respuesta dejo sin palabras a Emma- te odio tanto como no te das una idea, ahora abre la guantera, ¡QUE HABRÁS LA MALDITA GUANTERA! –Grito Ted al ver que la chica no le hacía caso. Emma la abrió y de ahí salieron varios recortes de periódicos, que hablaban de las chicas desaparecidas de la universidad. -¿Aun te preguntas porque te odio? Mírate al espejo y tendrás la respuesta, pero si eres lo suficientemente idiota como no comprender, es por tu color, tu maldito color de piel, estuve el día en que King dio su discurso, lo recuerdo bien, recuerdo como veía a todos esos negros vitorearlo, además de celebrar como animales, los animales que son, no podía soportar esto, que ustedes se crean personas. -Por qué lo somos, somos personas como usted –Contesto valientemente Emma, sin embargo esta contestación hizo enojar a Ted por lo que sacó un cuchillo debajo de su asiento, con la mano izquierda conducía y con la derecha tenía el cuchillo en el cuello de Emma. -¿Te sientes valiente no es así? Pues bien, ¿sabes por qué te conté todo acerca de mí, de lo que voy hacer, y de lo que he hecho? Por qué disfrutare que no lo vivas. -Usted me dijo que en ocasiones falto a sus compromisos, ¿fue por qué desaparecía a las chicas? -Así es, los periódicos hablan de 8 desapariciones, pero son solo las que han pasado por la escuela, porque también he atrapado a chicas fuera del colegio, la verdad es que llevo 28 chicas son más fáciles de engañar y matar que los hombres, no solo las desaparezco, las violo, las torturo, las mato y a nadie le importa lo que pase con ustedes -Claro que hay gente que le importa. -Negra estúpida, ¿acaso piensas eso?, si fuera así esto no sería demasiado fácil, seria noticia todas las desapariciones, no solo las que ocurren en las escuela, las cuales solo duran un par de meses y en los diarios solo ocupan una columna, con todo esto que te dije ¿a quién le importa? -Les importa a nuestras familias, las personas que nos esperan. Ted detuvo el auto, y comenzó a reír, y exclamo -Sabes, llevo haciendo esto por 30, desde hace tiempo quería matar a otra negra pero no se presentaba la oportunidad, por eso cuando te vi sola y sin que nadie nos viera, no podía creer la oportunidad, a pesar de eso no sería sospechoso, pues soy el respetado decano de historia, que vela por los derechos de los afroamericanos, pero la policía siempre busca sospechosos, más claros, estudiantes problemáticos, personal de limpieza, o incluso los mismos guardias de la escuela, ahora baja del auto. -No lo hare. -Acaso no lo entiendes, yo tengo el cuchillo. -Pero no las agallas, si me bajo le facilito el trabajo, me mata, me mete en una bolsa de plástico y después me entierra, después se cambia la ropa, siempre trae una muda de ropa que tiene en la cajuela. Ted se sorprendió que supiera su rutina de como mataba y escondía la evidencia. -Baja de una vez por todas, llevo prisa así que no te violare, solo te matare. -Es por que lleva prisa o ¿porque es impotente? Ted perdió la calma por este comentario y sin dudar clavo el cuchillo en el muslo izquierdo de Emma, tras realizar la acción reacciono y supo que había cometido un error, mancharía de sangre todo el auto, pero tras otro par de segundos, no escucho ni un solo ruido, peor aún, Emma no sangraba. -¿Pero qué demonios? -Para ser alguien que lleva 28 asesinatos perdió muy fácil la calma, además de ser diacono en la iglesia a la que asiste cada domingo, no debe de maldecir. -¿Cómo sabes lo de la iglesia? -Me lo dijo Roxanne. -¿Quién? -Roxanne, a ella le contó esto hace años, la chica está ahí. Desde que Emma subió al auto lo único que hizo fue mirar hacia delante, sin casi moverse, pero ahora señalaba al frente, esto llamo la atención de Ted el cual al mirar donde señalaba Emma y pudo ver a una chica que tenía una blusa rosa y pantalones vaqueros, y al igual que Emma era de piel negra. -Sé que no la reconoce, pues para usted todas las personas de color somos iguales, o al menos eso le dijo a Sonia –Dijo Emma mientras señalaba a otra chica que estaba cerca. -Qué demonios pasa aquí –Pregunto algo consternado Ted -¿No se da cuenta decano? ¿Acaso no ve lo que pasa? En este bosque estamos enterradas todas, cada una de sus víctimas. -¿Que dices? -Difícil de creer ¿no es así? –escucho Ted pero se dio cuenta que la voz venia del asiento trasero y al voltear había una chica afro Ted pero se dio cuenta que la voz venia del asiento trasero y al voltear había una chica afro la cual no sabía cómo había entrado. -Recuerda, recuérdenos a todas o al menos a mí, soy Sonia tu estudiante que engañaste con dar clases privadas –Decía otra chica del piel oscura que estaba enfrente del auto, Ted la reconoció, era la última chica que había matado, y por la cual había sospechado del compañero de Joaquín, ante todo esto Ted acelero el auto con la intención de arrollarla, pero cuando el auto debió impactar con la chica, no pasó nada, Sonia se quedó parada sin moverse, mientras el auto la atravesaba, al hacerlo Ted paso frente a ella y sus cuerpos se cruzaron, el hombre sintió un escalofrió indescriptible, aunque la chica no se movió el auto seguía su marcho y se estrelló con un árbol. Ted se encontraba desmayado, sin embargo el sonido de su teléfono lo despertó, la bolsa de aire le salvo la vida pero también le estorbaba para contestar, lo peor es que tenía amnesia y después de unos segundos contesto. -¿Quién es? –Contesto confundido Ted -Soy yo, donde estas -¿Quién yo? -¿Qué demonios te pasa? soy yo /// ya es tarde, dime que estas en camino no podemos empezar tu fiesta sin ti -¿Mi fiesta? Si te refieres a mi fiesta de jubilación pero si es el viernes -Hoy es el día, estas bien. -¿Es hoy? ¿Entonces que hago en el bosque? Y que es esto –Se preguntaba mientras tocaba su frente con sangre -¿Como que en el bosque? ¿Qué hiciste? ¿Acaso estas bien? ¿Recuerdas algo? -Si ya lo recuerdo, me hablaste en la tarde y yo Salí de la de oficina, un conserje me ayudo y luego recogí a una chica… LA CHICA Ted recordó todo lo sucedido a detalle, miro a todos lados, salió del auto y no vio nada pero al ver el asiento del copiloto miro su cuchillo clavado -Estoy bien solo un pequeño accidente, creo que realmente necesitaba jubilarme porque… Ted se quedó sin habla mientras su amigo gritaba con desesperación por el teléfono al saber que hubo un accidente y no respondía. Lo que dejo sin palabras al decano era una pequeña cosa, algo simple pero difícil de encontrar en ese bosque se trataba de un soldado de juguete pero no cualquiera, era un soldado afroamericano y así como recordó lo que hizo en la tarde, recordó un suceso que paso hace 40 años como si hubiera pasado ese mismo día. Él era el asistente de profesor, había terminado con honores su carrera y deseaba trabajar en la escuela por lo que rechazo muchas ofertas de trabajo, un día en la biblioteca mientras buscaba un libro encontró el mismo soldado que sostenía en su manos, una chica se acercó y le dijo que era suyo, lo había olvidado, Ted la miraba y no decía nada, pero la chica hablaba con tanta naturalidad como si fueran conocidos o de menos le hubiera preguntado acerca del juguete pues le dijo era un regalo para su primo, pues era su cumpleaños, era algo especial pues el niño deseaba ser soldado, pero sus compañeros lo despreciaban y decían que no lo seria por ser negro, no le agradaba la idea que fuera soldado pero si era su sueño lo apoyaría y prueba de ello era el juguete -Te vez cansada –dijo el joven Ted -Si es que hoy trabaje mucho y tuve 2 exámenes -¿Te llevo a casa? La chica agradecida acepto la invitación del joven ilustre y respetado, lo que paso a continuación fue algo que Ted no tenía planeado surgió mientras intentaba hacer un buen gesto para ocultar que era un racista, la llevo al bosque, alegando que deseaba pasar a su casa primero, y una vez ahí la ataco matándola con sus propias manos y arrojar el juguete en la maleza Ese día comenzó algo que continúo haciendo los siguientes años sin que nadie sospechara de él, al recordar el nombre de aquella chica era Emma, nombre que había olvidado por 40 años. -Ya lo recuerdas todo verdad Ted -Tu estas muerta, yo te mate -Así es y ella también Por la espalda de Ted apareció la chica que intento atropellar pero se estrelló en el árbol. La chica lo sujetó de tal forma que no escapara, y le dijo -¿Sabes por qué no me hiciste dañó? Por qué ya me lastimaste mucho, me hiciste sufrir En ese momento aparecieron varia chicas, 26 en total -A todas nos mataste, nos lastimaste, nos quebrantaste, y peor aún nos quítate nuestros sueños. -Que quieres de mí -Nuestros cuerpos están enterrados en este bosque y nuestras almas encadenas a este mundo, todos estos años nos lamentábamos, y aunque al principio la soledad era terrible, al ver que más chicas iban llegando lo hacían peor, me lamente cada día al confiar en ti, en que creí que era un buen chico un ejemplo para los demás chicos que eran racistas, pero eras el peor de todos YO TENIA UN SUEÑO en el que todos seriamos iguales, pero me lo quitaste ahora te quitare tus sueños, aquellos que me contaste en el auto, -Pero cómo es posible -Algo que debes saber es que no solo los vivos venden su alma al diablo también los muertos también, todas dimos nuestras almas para que una de nosotras regresara al mundo de los vivos por ti, esa fui yo escogida por ser la primera y ahora la última. -Que harán conmigo pregunto con lágrimas Ted -Llevarte al infierno En ese instante del piso donde estaba parada comenzó abrirse con fuego un agujero, del cual salían varias manos tomando las piernas de Ted, las manos hundían al decano y a la chica que las sujetaba -¿Por qué lo harán? ¿No entienden que se irán al infierno? -Nos iremos al infierno, hemos vivido en el limbo por años que han sido siglos y más que un consuelo es un placer saber que saldremos de aquí llevándote con nosotras, dejas de gritar acaso no lo recuerdas, en este bosque nadie te oye. Todas la chicas se caminaba a donde estaban ellos 2 y entre gritos se hundían a las entrañas del mismo infierno, Emma miraba esto. -¿Qué esperas? Tú también entra, cumple lo que pactaste –decía un hombre con gran tamaño y musculatura además de tener cuernos y ser de color rojo. -Se lo que pacte, pacte que lo mismo que todas, cumplir el sueño que nos atormentaba y nos mantenía atadas a este bosque el rencor de todas ellas era darle su merecido a este hombre el mío es diferente pues mis compañeras de dolor también extrañaban a sus familias, pero su rencor hizo que incluso algunas las olvidaran, pero yo siempre te recordé porque a pesar del dolor en mi corazón tu recuerdo me mantuvo viva en la muerte -MMM, Si ya se cual es De las manos del demonio Emma recibió el juguete 2 días después En toda Atlanta de hablaba de la desaparición de Ted, peor aún fue saber que el sitio donde fue encontrado su auto encontraron fosas donde habían restos humanos, un hombre de color veía las noticias con su esposa una mujer caucásica, escucho que llamaban a la puerta, se levantó de su sillón y fue abrir y al hacerlo vio a alguien que para su asombro le era muy familiar -Bu… buenas tardes, que desea -Sé que siempre fui algo tonta y distraída pero… jamás rompí una promesa. FELIZ CUMPLEAÑOS ROBIN -Tu… no puede ser –dijo el hombre al ver a la chica, al verla volteo a ver una foto colgada cerca de la puerta donde salía el de niño con sus padres y su prima la chica que tocaba la puerta y no había cambiado en 40 años Era Emma la que tocaba a la puerta, la chica pudo ver a lado de la foto donde salía ella, otra donde su primo tenia uniforme militar y otra donde estaba con su esposa y 2 niñas que eran sus hijas. -Veo que cumpliste tu sueño, pues ahora yo también En cuanto Robín intento abrazarla Emma desapareció y solo pudo tomar el soldado que su prima le había guardado, al hacerlo y no ver nunca más a su prima lloro como un niño mientras abrazaba su juguete En ese momento llego una de sus hijas -Papá que te ocurre -Nada Emma, nada El hombre se levantó y sin soltar el muñeco abrazo a su hija como jamás lo había hecho mientras miraba la foto de su prima. Categoría:Fantasmas